Cabify se sacude la sombra de Uber ante los fondos en la negociación de su ronda

  • La compañía 'vende' a los inversores en Londres sus cifras "más sanas" que la competencia en plenas dudas sobre la sostenibilidad del sector.
El CEO de Cabify en la presentación de hoy
El CEO de Cabify en la presentación de hoy
L.I.

Cabify acude de nuevo al mercado. La tecnológica española negocia desde hace meses otra 'megarronda' de inversión con fondos internacionales para tratar de acelerar el crecimiento especialmente en Latinoamérica. La compañía trata de sacudirse la (alargada) sombra de Uber en esas conversaciones, tratando de vender a los potenciales inversores unas cifras más saneadas que el gigante y su máximo competidor en Estados Unidos, Lyft.

El momento actual no es especialmente fácil para el sector del transporte, hoy fuertemente subvencionado por la dura competencia entre todos los actores. Las dudas sobre las importantes necesidades de capital de estos negocios y sobre su capacidad para generar un negocio rentable han marcado el devenir de los últimos meses. Todos los operadores del sector, incluido Cabify, han llegado hasta aquí con millonarias inyecciones de capital privado, basadas en la esperanza de que algún día se conviertan en compañías que generen beneficios. Sin embargo, las dudas sobre esa capacidad han sobrevolado los mercados estos días. 

Este es el terreno en el que Cabify debe buscar más capital. La compañía está en conversaciones para asegurarse hasta 300 millones de euros en una operación que se convertiría, al menos sobre el papel, en la antesala de su estreno en bolsa. La última ampliación de capital tuvo lugar a finales del año 2017, cuando recibió 160 millones de dólares de los que 127 millones de euros fueron aportados por Rakuten. El gigante japonés controla hoy más del 45% de las acciones y le sigue el fondo español Seaya Ventures. A esto hay que sumar los 70 millones de dólares del préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo recibidos a principios de este año.

Durante las últimas semanas se han mantenido negociaciones con diferentes fondos de inversión, principalmente en Londres (Reino Unido), según explican varias fuentes conocedoras de los encuentros. Y en estos encuentros, la cúpula de la compañía, con sus dos accionistas de referencia, ha habido una máxima: tratar de defender la 'salud' de sus cifras y la capacidad para ser rentables.

Están dando mucha importancia, según las mismas fuentes, a lo que en el argot se conoce como 'unit economics': las ganancias (o pérdidas) por cada uno de los viajes. Unos 'unit economics' que, al menos sobre el papel, serían más sanos que los de los otros dos gigantes. Una portavoz de la compañía ha declinado hacer cualquier tipo de valoración sobre estas conversaciones.

Pese a todo, Cabify sigue perdiendo dinero. Y uno de los mercados que han resultado más difíciles, según explican otras fuentes conocedoras, es Brasil. La fortísima competencia contra la china Didi (compró la compañía líder 99taxis a principios de 2018) y la propia Uber hizo que resultara el mayor agujero de pérdidas para la compañía en 2017: se dispararon hasta superar los 32 millones de euros. Estas pérdidas se habrían revertido en parte en este último año y medio.

El objetivo es lograr las mejores valoraciones posibles en un entorno complejo. Hoy, según explicaba un analista al medio especializado Barron´s, Uber cotiza a algo más de 3,5 veces las ventas estimadas para el año 2020, mientras que Lyft se sitúa en algo menos de 2,5 veces. Rakuten fijó, junto a la propia Cabify, la valoración de la compañía en 1.400 millones de dólares hace ahora año y medio. Esos antecedentes, los de la ronda que colocó el 'precio' en ese nivel, no fueron especialmente fáciles. Esa operación tuvo una negociación difícil, que estuvo marcada por lo que Bank of America entendía como "la última oportunidad" para invertir en la compañía. Durante las conversaciones, la inversión de un gran socio se cayó 'in extremis'. Finalmente Rakuten aportó buena parte de los fondos.

Preparar la OPV, en paralelo

En paralelo a esta ronda, Cabify sigue trabajando en un posible aterrizaje en bolsa. Esta operación ha sido vendida a los fondos como esa antesala al parqué. En un primer momento, su objetivo era hacerlo a principios del próximo año. Ya tiene referentes en el mercado, pero éstos han pasado por algunos ajustes importantes en el parqué. Oficialmente sigue siendo la opción más señalada, pero la puerta a la compra de la compañía por un tercero sigue sin cerrarse. "Tenemos la intención de seguir haciendo crecer nuestra plataforma mediante adquisiciones y asociaciones estratégicas", explicaba Uber en su folleto. Lyft decía algo similar en el suyo: "Continuaremos buscando compras de manera selectiva que contribuyan al crecimiento de nuestro negocio actual".

Mientras la posible salida llega, Cabify se bate el cobre en los mercados de capital para tratar de conquistar a unos inversores que empiezan a mirar mucho más de cerca la rentabilidad. Se juega su gasolina para no perder pie en esta millonaria batalla... en la que Uber ya tiene 8.000 millones de dólares recién recaudados en su OPV.

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