Cabify se la juega en el mercado latino contra Uber y Didi y sus ‘bolsillos de oro’

  • La china entró en Brasil, clave para la española, y ahora en México. Cabify admite que la competencia se endurece con una probable 'guerra de precios'
Cabify se la juega en Latinoamérica.
Cabify se la juega en Latinoamérica.
EFE

Es su ‘todo o nada’. Latinoamérica es el clavo ardiendo al que se agarra Cabify en su batalla por no perder pie en la partida de ajedrez a nivel global. Representa más del 80% de su negocio -en España es hoy líder, pero el tamaño es relativamente pequeño- y es su principal argumento ante un escenario de compras y de ventas de compañías en este sector. Pero el mercado se ha vuelto aún más competido. Y las conversaciones sobre posibles operaciones corporativas se han intensificado.

A la pelea con la estadounidense Uber, con la que se ve las caras allí desde el año 2013 y que hoy ocupa el primer lugar por cuota de mercado en prácticamente todos los mercados, hay que sumar la que inicia ahora con el gigante chino Didi, que compró el competidor 99taxis -con gran presencia en Brasil- y aterrizó hace unos días en México.

“Latinoamérica es clave para nosotros; es el mercado principal, el que mayor potencialidad y volumen tiene”, asegura a La Información el responsable de Europa para Cabify, Mariano Silveyra, quien insiste en que concentrarán ahí todos los esfuerzos “de la mano de Easy [adquirida el pasado año por una cantidad que no se desveló para crecer en mercados como Perú, Argentina o Chile] y con las rondas que vayamos haciendo”.

Una cuestión de tamaño

No va a ser algo sencillo. La diferencia de tamaño como compañía es evidente (Uber está valorada en 50.000 millones y Cabify en 1.400 millones). No hay cifras oficiales sobre el reparto del negocio en los principales mercados latinoamericanos entre los diferentes actores. Pero hoy Uber es el líder en todos los mercados. “Las magnitudes son muy diferentes; es una realidad… hay que concentrarse en aspectos diferenciales”, admite Silveyra. Aún así, desde la compañía precisan que hay territorios donde los tamaños de los negocios son similares.

Para Cabify, ellos cuentan con ventajas competitivas como “la relación con los conductores y con la administración”. “Hay que intentar cuidar esas diferencias a nivel de servicio y de seguridad para poder competir”, apunta el directivo, de origen argentino. “El tamaño es importante; ser diez veces más pequeño o más grande a escala global es importante; esa diferencia de tamaño de compañía es real y hay que asumirla… Pero hoy tenemos el tamaño suficiente no para estar tranquilos pero sí para poder seguir creciendo”, apunta Silveyra.

Pese a ello, el tamaño importa. Claro que importa para un mercado de plataformas en el que la llamada ‘liquidez’ (un nivel alto de oferta y demanda que le den sentido económico a la actividad). Y es por eso que Cabify salió al mercado y se rascó el bolsillo para comprar EasyTaxi el pasado año. El objetivo: sumar más presencia en Perú, Chile, Argentina, Brasil o México. Con esta operación consiguió consolidarse como segundo operador en todos estos mercados y hacer crecer su masa crítica. Sumó, según las cifras que entregó Bank of America a potenciales inversores en la posterior ronda, su negocio y creó un grupo -incluido el mercado español- de 700 millones de dólares transaccionados en su plataforma al año (de ese total hay que extraer el 25% de comisión, 175 millones de dólares, que son los ingresos netos).

Una posible guerra de precios

Con este contexto de dos gigantes, con miles de millones de capital inyectados por fondos de inversión internacionales, hay un serio riesgo de que el tercero en discordia acabe golpeado por una ‘guerra de precios’. Golpeado por una práctica habitual en este sector: subvencionar viajes en el lado de los usuarios finales (con descuentos) y en el lado de los conductores (para tratar de fidelizarlos).

¿Hay temor a una 'guerra de precios' que pueda dañar a la española y obligarla a ‘quemar’ mucho más dinero del que ya le obliga un mercado muy intensivo en capital? “No hay temor; ese escenario ya estaba pero ahora con dos compañías agresivas en precios, los efectos se amplifican; nosotros tenemos que aprovechar nuestras ventajas… no todo es el precio y ahí no podemos competir”, explica Silveyra. En esta batalla, cuentan con Easy, como principal arma, y “las próximas rondas de financiación que hagamos”. La última, que no ha sido publicada en el regulador estadounidense (SEC), sumó 160 millones de dólares y fue aportada principalmente por Rakuten Capital, su accionista de referencia.

La consolidación: ¿Y si alguno saca la chequera?

Con todo, el sector del alquiler de coche con chófer y el taxi está viviendo una auténtica consolidación. Los principales operadores en los diferentes mercados están en manos de los mismos gigantes: Rakuten, Softbank y otros como Tiger Capital. El reparto ya se está dando: Uber ha abandonado China y el Sudeste Asiático y ha vendido su negocio allí a Didi y a Grab. La propia Didi sacó la chequera y pagó 1.000 millones de dólares por 99taxis en Brasil.

¿Qué papel va a jugar Cabify en este escenario? “Es real que el mercado va a tender a la consolidación; en la situación actual de mercado no va a haber un nuevo jugador que surja y pueda competir”, explica Silveyra. Todas las fuentes conocedoras del sector confirman que Cabify tiene muchas más posibilidades de ser absorbida por un gigante más que una posible salida a bolsa. Sin embargo, desde la compañía mantienen la posición defendida durante los últimos años: el "camino natural" es el de la salida a bolsa y no tanto el de una venta.

Dos fuentes distintas aseguran que las conversaciones en el mercado se han intensificado en los últimos meses. Desde la compañía niegan que haya nada concreto en su caso. Sí que incluyen en la ecuación a los fabricantes de coches, como potenciales compradores de compañías en el sector que se unirían a los jugadores 'puros' como Uber o Didi. “Tiene sentido que los fabricantes hagan una integración de estos servicios”, apunta Silveyra, quien pone de ejemplo la adquisición del competidor europeo Gett por el grupo alemán Volkswagen. ¿Una integración en uno de estos gigantes en 2018? El directivo se niega a ofrecer plazos y niega que haya nada concreto.

Mucho aún por decidir en una partida de ajedrez en la que Cabify debe luchar por mantenerse en pie entre los gigantes. En Latinoamérica, la competencia se ha recrudecido.

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