Al calor del 'boom' renovable

CAF ultima su asalto al capital de firmas de hidrógeno para acelerar su giro verde

El equipo de M&A del fabricante de trenes vasco tiene sobre la mesa varias opciones de inversión que permitan al grupo convertirse en un actor relevante en la transición energética.

Un tren de CAF
CAF sondea su asalto al capital de firmas de hidrógeno para acelerar su giro verde
CAF

El gigante vasco CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) se ha propuesto posicionarse como un actor relevante en la transición energética aplicada al transporte. El grupo con sede en Beasain (Guipúzcoa) ultima el diseño de un plan de inversiones que pasa por lograr el desembarco de la compañía en el capital de una o varias empresas dedicadas a la explotación del hidrógeno verde, según coinciden varias fuentes financieras consultadas por La Información.

El apetito del fabricante de trenes y autobuses por la industria del hidrógeno verde tiene un importante carácter estratégico, dado el momento que vive la compañía, volcada desde hace meses en la diversificación de su negocio. El equipo de fusiones y adquisiciones (M&A, en la jerga financiera) de CAF está sondeando el mercado con el objetivo de dirigir el esfuerzo inversor del grupo que preside Andrés Arizkorreta hacia empresas de pequeño tamaño que cubran distintos eslabones de la cadena de valor de este gas renovable, tal y como han confirmado a este medio desde la firma vasca.

El giro estratégico de CAF mira al largo plazo. El crecimiento inorgánico es solo un primer paso que permitirá a la compañía empaparse en primera persona de esta industria emergente. "Con la descarbonización como meta, el fabricante de trenes necesita entender todo el supply chain (cadena de suministro), así como las distintas aplicaciones del hidrógeno", señala un financiero especializado en el sector. Con su entrada en el capital de firmas volcadas en el desarrollo de este combustible, el gigante vasco se beneficiaría de una curva de aprendizaje por la que cualquiera de sus eventuales participadas ya habrían transitado.

El objetivo final de la compañía es aplicar lo aprendido a su propias áreas de negocio. Dentro de CAF, las líneas de fabricación que presentan mayor capacidad de encaje en esta nueva movilidad a base de hidrógeno verde son, a priori, su flota de autobuses y aquellos trenes diseñados para ser propulsados con motores a base de tecnología diésel. En ambos casos, el cambio de los combustibles fósiles por inyecciones de hidrógeno verde no solo tiene sentido estratégico para CAF, sino que se ha convertido en una cuestión de supervivencia. 

Los grandes clientes del fabricante vasco han empezado a cambiar sus exigencias, alineando las cláusulas de sus contratos a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) internacionales y, en territorio nacional, a la nueva Ley del Clima. Es el caso de Renfe que el pasado abril suspendió todo su programa de renovación de flota, paralizando el concurso para el suministro de 72 trenes de Media Distancia y Cercanías (unos 1.300 millones de euros), con el fin de expulsar al diésel de la ecuación, como adelantó La Información. El parón se produjo casi dos años después de abrirse la licitación. Para entonces, la empresa que preside Isaías Táboas ya había recibido ofertas de Talgo, Alstom, Stadler y la propia CAF. El operador ferroviario ultima una nueva licitación cuyas cláusulas incluirán la alternativa del hidrógeno verde.

Para CAF la conquista del hidrógeno verde es una cuestión de supervivencia. Las licitaciones de grandes clientes como Renfe ya exigen que los fabricantes incluyan esta alternativa en sus ofertas

El frenazo de Renfe no es un caso aislado. Otros grandes clientes de CAF han empezado a teñir de verde las cláusulas de los contratos para limitar la adquisición de trenes y autobuses a vehículos que solo empleen energías limpias de tracción. Además, entre los factores que han animado a CAF a situar el hidrógeno en el centro de su plan de diversificación se encuentra su gran potencial de desarrollo. En el caso de España, este combustible se plantea como la solución idónea para sustituir los modelos diésel en las vías no electrificadas, lo que en conjunto suponen el 35% de la red nacional. La avidez de las grandes firmas de inversión por los activos ligados a las energías limpias también sirve de acicate al grupo guipuzcoano. 

El empeño de CAF por explorar nuevas áreas de actividad va más allá de la fiebre verde. Este verano, el fabricante vasco llegó a la fase final de la puja por el negocio de señalización ferroviaria de la francesa Thales, una operación valorada en más de 1.600 millones. Finalmente, fue la italiana Hitachi Rail la que se hizo con la 'pieza', pero el hecho de que CAF se mantuviese en liza hasta una fase tan avanzada del proceso competitivo dan cuenta del enorme interés de la compañía en abrirse no solo a otros negocios, también a nuevos mercados.

Mostrar comentarios