Vencen 18.000 millones hasta 2022

CaixaBank se expone a un agujero de 111 millones si renueva su cartera de deuda

Credit Suisse calcula que la entidad corre el riesgo de registrar minusvalías de alrededor del 1% de sus ingresos por intereses si decidiera reinvertir los saldos de su cartera ALCO que vencen entre 2021 y 2022.

Gortázar Goirigolzarri
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, (Izq) y el CEO, Gonzalo Gortázar.
Europa Press

Credit Suisse advierte de la elevada dependencia de los ingresos netos por intereses de CaixaBank con su cartera ALCO -renta fija-. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri se deberá enfrentar al vencimiento de un saldo de deuda soberana de 8.100 millones de euros en la segunda parte de este año y de 9.900 millones de euros en 2022. La firma suiza calcula que si la estrategia de los altos mandos pasa por reinvertir estos 18.000 millones de euros, el grupo podría tener que hacer frente a minusvalías de 111 millones de euros, según un informe reciente consultado por La Información. 

El volumen de la cartera ALCO de CaixaBank ascendía a cierre de junio a 60.300 millones de euros, con una vida media de 3,8 años. Alrededor de un 30% procede de Bankia, entidad absorbida a finales del pasado mes de marzo. El total se divide en unos 44.500 millones de euros a coste amortizado y 15.800 millones de euros a valor razonable. Esta exposición al riesgo soberano se focaliza principalmente en bonos del Tesoro español. La deuda española supone el 88% de la cartera. 

Ante este escenario, Credit Suisse prefiere mantener una postura de cautela. Hacer una reinversión de la cartera en el contexto actual de baja rentabilidad podría suponer un impacto en los ingresos netos por intereses de CaixaBank de hasta un 1% en el segundo semestre de 2021, es decir, unos 32 millones de euros, y de un 1,2% en el conjunto de 2022, con una pérdida de 79 millones de euros. En cualquier caso, el grupo ya avisó en la presentación de las últimas cuentas sobre la "falta de oportunidades de reinversión" en este ámbito. De hecho, existe una diferencia de 2.000 millones de euros entre la cartera ALCO a cierre de junio respecto a la del término del primer trimestre que reflejaría vencimientos con ausencia de ocasión de renovarlos. 

CaixaBank ya avisó sobre los menores volúmenes de la cartera ALCO por falta de oportunidades de reinversión  

En el informe, los analistas comparan el perfil de CaixaBank con el de BBVA. El grupo capitaneado por Carlos Torres contaba con una cartera ALCO de 28.200 millones de euros a cierre del primer semestre de 2021. En su caso, el 52% lo acapara España, aunque su exposición a la zona euro asciende al 83% si se suma el 31% que tiene vinculado a bonos italianos. Sin embargo, durante los próximos meses apenas le vencerán 3.300 millones de euros, que en caso de reinversión de la cartera el impacto sería de 23 millones de euros. En 2022 ocurrirá lo mismo con 1.300 millones de euros, cuya aportación negativa ascendería a 18 millones de euros. Si BBVA decidiera renovar estos volúmenes de bonos que madurarán en próximos meses, tendría que asumir un golpe de 41 millones de euros, esto es el 37% del que contraería CaixaBank. 

La aportación de esta fuente de ingresos ha sido clave para la banca española, fundamentalmente entre aquellas entidades que tienen negocios más concentrados en el área del euro, puesto que se enfrentan a una persistente presión debido a un Euríbor en mínimos históricos, lo que disminuye los márgenes del negocio típico bancario. "Los bancos españoles deben afrontar el ajuste de precios por el índice de referencia hipotecario, una feroz competencia en los préstamos al consumo y el actual elevado peso de los préstamos corporativos poco rentables", explica Credit Suisse. 

Tradicionalmente, el segmento corporativo ha sido una pieza angular en el crecimiento agregado de los préstamos bancarios, si bien la firma suiza atisba una desaceleración sustancial de los volúmenes. La demanda se ralentizará una vez finalice el apoyo gubernamental basado en avales. Por ello, los bancos empiezan a reorientar sus esfuerzos en capturar cuota de mercado en el negocio del consumo. Los datos sectoriales publicados por el Banco de España muestran un repunte en la nueva producción de préstamos al consumo, en detrimento del segmento empresarial. Con todo, el crecimiento total de la cartera crediticia del sector sigue siendo moderado, lo que mantiene la presión sobre los ingresos netos por intereses. 

Además de estas observaciones, Credit Suisse tiñe de un tono más optimista el área aseguradora de CaixaBank, después de tener mayor claridad sobre las perspectivas de beneficios para el grupo combinado en este negocio. También apunta a la posibilidad de que el banco libere provisiones en 2022. La entidad de la 'Estrella de Miró' cerró 2020 con unas dotaciones por Covid-19 de 1.252 millones de euros, las cuales consideraba suficientes y no ha visto necesario aumentar. Eso sí, tras la integración de Bankia las elevó a 1.803 millones de euros, una vez homogeneizados los criterios de cálculo de ambas entidades.

Los analistas de la firma suiza igualmente han puesto en valor los nuevos objetivos de sinergias de coste de CaixaBank. El grupo decidió revisar al alza los objetivos de ahorros de costes hasta los 940 millones anuales, desde los 770 inicialmente calculados. Esta meta la ven como una palanca clave para la resiliencia de las ganancias. Asimismo, confían en el "amplio margen" que tiene la entidad para cumplir con su objetivo de 'pay-out' del 50% debido a sus sólidos niveles de capital. No en vano, le pide mayor claridad sobre el pago de dividendos y su posible combinación con programas de recompra de acciones. 

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