El astillero vigués Freire tiene carga de trabajo hasta avanzado 2020. Con la crisis del petróleo que azotó a la industria de buques superada, el futuro promete y se asegura crédito ‘favorable’ con CaixaBank. La naval gallega ha creado una financiera con el apoyo económico del banco y la capacidad de estructuración de Arcano, cuya sede se radica en Madrid y sentará a vocales de los tres socios en el consejo de administración.
“Su objetivo es contribuir e impulsar la financiación de la construcción de nuevos buques en nuestros astilleros tanto en el ámbito nacional como internacional”, explican en la compañía gallega. Se crea al amparo del Real Decreto 874/2017 aprobado a finales del pasado año para precisamente dar acceso a los astilleros, a través de vehículos así, a facilidades crediticias que les permita ser competitivos frente a los fuertes rivales asiáticos y ayudas horizontales para investigación y desarrollo (I+D+i).
La gran calidad de los buques diseñados en España y la capacidad de los astilleros para atender encargos a medida, gracias a la elevada innovación tecnológica de la industria, hace que sean internacionalmente reconocidos, pero también dependientes de apoyos para competir frente a constructores con estructuras de costes muy inferiores. Tal es la reputación del sector que exporta alrededor del 94%, según detalla el Gobierno en el citado Real Decreto que adapta la norma nacional de apoyos al sector de 1994 a los últimos cambios regulatorios comunitarios, dando garantía jurídica tras la pesadilla del tax lease.
Queda lejos pero su huella sigue ‘viva’ porque sacudió al sector. Corría 2011 cuando el comisario de Competencia de la UE, Joaquín Almunia, declaraba ilegal el sistema de ayudas establecido en España bajo el denominado tax lease y obligaba a los financiadores a devolver las subvenciones recibidas desde 2005 sobre ciertos tipos de barcos. Golpeó con virulencia a los astilleros porque los expulsó del mercado.
Ante la imposibilidad de competir en precios, la retracción inherente del crédito por la crisis y la incertidumbre generada, la cartera de contrataciones colapsó acercando a muchos al borde de la desaparición en favor de Holanda que había presentado la demanda y constructores de Asia -la patronal del sector Pymer cifró en más de 2.000 millones de euros el valor de los contratos perdidos-.
La denuncia tardó cuatro años en resolverse a favor de España -el dictamen de la UE no afectó a otros países europeos con bonificaciones fiscales similares-, mientras el Gobierno buscó distintas iniciativas para garantizar la viabilidad de la industria. La última pone orden a esa ‘travesía’ con un nuevo marco adaptado a las reglas comunitarias.
El vehículo ‘Coia Financiera Naval’ se funda bajo ese amparo normativo en un momento dulce. Los constructores navales gallegos cerraron en 2017 el mejor ejercicio en una década con contratos por casi 500 millones de euros, y astilleros Freire, sujeto como muchos otros a reajustar actividad tras el calvario del ‘tax lease’, acumula importantes pedidos. Sus dos factorías tienen entre sus encargos tres oceanográficos, dos para Bélgica y uno para Arabia Saudí, y una patrullera para las labores de vigilancia de su departamento de Marina en aguas territoriales de Kuwait.
Con la financiera CaixaBank será el financiador, mientras que del montaje del vehículo y gestión se ocupa Arcano Asset & Capital, área que prácticamente se estrena con este vehículo. La acaba de crear Arcano dentro de su banca de inversión para estructuración de financiaciones de activos reales ( buques, aeronaves, infraestructuras, activos energéticos o inmuebles) e intangibles (patentes, proyectos de investigación, etc).
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios