Caixa espera cerrar el ERE en mayo y abre la puerta al fin de la extinción forzosa

  • Tras más de cuatro meses de negociación, la entidad bancaria ya vislumbra el fin del conflicto laboral, uno más en el sector bancario. 
La Caixa
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EFE

La destrucción de empleo en el sector bancario es ya un hecho. Casi ninguna entidad se ha librado de la reestructuración de sus plantillas que por una u otra causa han menguado de forma considerable en los últimos meses. CaixaBank, en medio de las negociaciones con los sindicatos, espera cerrar su ajuste laboral para finales del próximo mes de mayo, tal y como ha indicado el propio CEO de la compañía, Gonzalo Gortázar en la presentación de los resultados del primer trimestre.

"Me consta que todas las partes en la negociación están haciendo esfuerzos, no puedo más que agradecer tanto a los miembros de las fuerzas sindicales como a los representantes de CaixaBank". La compañía lleva más de cuatro meses inmersa en las negociaciones con los representantes de los trabajadores y según confirman "nos hemos fijado como objetivo cerrarlo a finales de mayo".

Para Gortázar, se trata de "un esfuerzo y buena voluntad. Todos estamos intentado conseguir lo mejor para la entidad y los trabajadores". Por ello, han señalado que están "dispuestos a renunciar a que haya extinciones forzosas si se llega a un acuerdo en el resto. Esto es lo que más ha preocupado, y lo entiendo, a nuestros representantes sindicales”, confirma.

Con respecto a los costes finales que pueda conllevar el ajuste de la plantilla, Gortázar ha subrayado que serán "relevantes o muy relevantes", pero que no cuentan con una previsión, por lo que lo tendrán que "reflejar en cuentas futuras". 

En este sentido, ha vuelto a recalcar que "lo deseable es que se llegue a un punto de acuerdo con el máximo consenso posible y con eso vamos a trabajar. Nos hemos escuchado mutuamente y estoy convencido de que hay soluciones y las vamos a encontrar". En cambio, augura una dura continuación de las negociaciones: "Nos quedan unos cuantos días y me temo que algunas noches con la máxima voluntad de negociación", sentenciaba. 

Este ERE que afectará a más de 2.100 trabajadores fue justificado hace solo unos días durante la Junta General de Accionistas por el propio directivo de la entidad como un requisito de la política monetaria ultralaxa del Banco Central Europeo (BCE). Una decisión que, según la entidad, le obliga a realizar una búsqueda continua de ahorros de costes a fin de garantizar su sostenibilidad en un entorno de bajos tipos de interés que lastra el rendimiento del negocio bancario.

"El cambio de comportamiento de los clientes, la prolongación del entorno de tipos bajos, la fuerte presión competitiva y la insostenibilidad del coste del riesgo en mínimos nos exige, por un lado, inversión para adaptar la red de distribución al cliente y, por otro, una búsqueda continua de eficiencia para asegurar la sostenibilidad", indicaba entonces el Consejero Delegado de la entidad bancaria, un discurso que ha vuelto a secundar este martes en la presentación de resultados. 

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