El máximo permitido por el BCE

CaixaBank gana 1.381 millones en 2020 y repartirá 0,02 euros tras la fusión

La entidad que encabeza Gonzalo Gortázar reduce un 19% su beneficio después de realizar durante el año una provisión extraordinaria de 1.252 millones de euros para preveer las consecuencias de la pandemia. 

Gonzalo Gortázar
Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank. 
David Campos

CaixaBank ha cerrado el ejercicio 2020, el último antes de convertirse en el nuevo 'superbanco' español al unirse a Bankia, con un beneficio de 1.381 millones de euros, un 19% menos que el año anterior después de realizar provisiones extraordinarias de 1.252 millones y anticiparse a los impactos futuros por los efectos económicos de la Covid-19. La entidad financiera que encabeza Gonzalo Gortázar ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este mismo viernes sus resultados del ejercicio cerrado el 31 de diciembre y, al mismo tiempo, la propuesta de aplicación de resultado, que da lugar al pago de un dividendo en efectivo de 0,0268 euros por acción una vez que se cierre la fusión con Bankia. 

El dividendo propuesto corresponde al ejercicio 2020 y es equivalente al 15% sobre el resultado consolidado proforma de CaixaBank y Bankia ajustado, en el máximo permitido tras la recomendación realizada por el Banco Central Europeo el pasado mes de diciembre. En este sentido, CaixaBank ha acordado dejar sin vigencia la política anterior de dividendos y prepara una nueva política de cara a la época post fusión. 

CaixaBank ha cerrado el año con unos ingresos core estables que se sitúan en los 8.310 millones de euros. Por su parte, el margen de intereses asciende a 4.900 millones, lo que refleja una caída del 1,0% con respecto a 2019, derivados de una rebaja del 0,9% en los ingresos por comisiones, que se sitúan en 2.576 millones en el año, impactados por la disminución de la actividad económica. Los ingresos derivados de la actividad de seguros de vida riesgo se sitúan en 598 millones de euros, con un crecimiento del 7,5% frente a 2019. 

Por su parte, el margen bruto cae un 2,3%, esencialmente por la reducción del resultado de operaciones financieras y el resultado de participadas, tal y como explica la propia entidad al mercado. El resultado de operaciones financieras (ROF) se sitúa en 238 millones de euros, un 20,1% menos que en el año anterior. Respecto a la cartera de participadas, punto clave de las cuentas de CaixaBank, los ingresos se reducen un 22,8% hasta los 454 millones de euros. Por un lado, los ingresos por dividendos incluyen el dividendo de Telefónica y el de BFA por 100 y 40 millones de euros, respectivamente. 

Los gastos de administración y amortización recurrentes se reducen un 4% y los de personal, un 4,6%, materializando ahorros asociados al acuerdo laboral de 2019 y las prejubilaciones de 2020, que compensan, entre otros, el incremento vegetativo. Los gastos generales también disminuyen un 3,9% en el año. Este hecho permite la mejora de la ratio de eficiencia core en 2,3 puntos porcentuales, hasta el 54,5%.

Con respecto al capital, CaixaBank cierra 2020 con un CET1 que alcanza el 13,6% tras sumar 161 puntos básicos durante el ejercicio. En relación con el requerimiento de MREL -22,7% de los APRs a 31 diciembre de 2020-, la entidad catalana cuenta con una ratio sobre APRs del 26,3%. En cuanto a la liquidez, los activos líquidos totales se sitúan en 114.451 millones de euros -la cifra más alta alcanzada por la entidad-, con un crecimiento de 25.024 millones de euros en el año debido principalmente a la generación y aportación de colaterales a la póliza del Banco Central Europeo.

Negocio récord

CaixaBank ha cerrado 2020 con el volumen de negocio -créditos y recursos- más alto de su historia, según señala la propia entidad, 659.332 millones de euros, con un crecimiento en el año del 7,8%. El crédito a la clientela bruto alcanza los 243.924 millones de euros con un crecimiento del 7,3% en el año (16.518 milones), como consecuencia esencialmente del aumento del crédito a empresas y al sector público, justifican. Los recursos de clientes ascienden a 415.408 millones de euros a 31 de diciembre de 2020, impulsados por el fuerte crecimiento de los depósitos a la vista en un contexto en el que las familias y las empresas han gestionado sus necesidades de liquidez.

Los activos bajo gestión se sitúan en los 106.643 millones de euros, un 4,2% más, tras la caída de los mercados en la primera parte de 2020 y su progresiva recuperación en especial durante el último trimestre. El patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs se sitúa en 71.315 millones de euros, un 4% más en el año, y los planes de pensiones alcanzan los 35.328 millones de euros. 

La ratio de morosidad se reduce en el año hasta el 3,3% y la ratio de cobertura se incrementa hasta el 67%. El coste del riesgo 12 meses se sitúa en el 0,75%. Además, pese a la ralentización en la actividad de recuperación durante el inicio de la crisis sanitaria, los saldos dudosos descienden 193 millones de euros en el año. La cartera de adjudicados netos disponibles para la venta en España es de 930 millones de euros y la ratio de cobertura es del 42%. 

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