CaixaBank emprendió el 1 de diciembre el cierre de sucursales de su gran reestructuración, la mayor de la historia bancaria española, y a mediados del próximo mes de enero habrá bajado la persiana en el grueso de las previstas. Prescindirá de unas 1.500 oficinas y en apenas un mes y medio se habrá llevado por delante 871 de ellas. Madrid y Valencia, dos de los enclaves más importantes para el grupo al albergar sus sedes operativa y social, sufrirán el mayor impacto. En estas áreas se cerrarán 181 y 108 centros de atención al cliente, respectivamente, de una estacada, según los datos a los que ha tenido acceso La Información.
Tras Madrid y Valencia, Barcelona será la siguiente más perjudicada. Ahí se cerrarán 88 sucursales, ya que la Ciudad Condal también es sede operativa de la entidad. Baleares se verá afectada por la clausura de 72 oficinas durante este mes y medio; seguida de Murcia, con 59; Alicante, con 33; Granada, con 32; y Las Palmas, con 30. Igualmente quedarán inoperativas en este periodo 21 oficinas, en Sevilla; otras 19, en La Rioja; 16, en Cantabria y en Jaén, respectivamente; 15, en Castellón; 13, en Gerona; 12, en Toledo y Almería, respectivamente; 11, en Ávila; y 10, en Segovia. En el resto, el impacto será menor de una decena, como en Álava, Albacete, Asturias, Badajoz, Palencia, Pontevedra o Salamanca.
Las 630 restantes se cerrarán a un ritmo más paulatino, puesto que CaixaBank deberá ir analizando las dimensiones de muchas de las oficinas. En una serie de ellas tendrá que realizar obras de adaptación, ya que aunque algunos locales son muy amplios habrá que reformarlos para acoger a la plantilla de los que se cierran. Otros también acabarán transformándose en 'stores', en donde se podrá incluso absorber a los empleados de varias de las sucursales que se clausuren. En todo caso, este proceso es muy dinámico y a medida que vaya desarrollándose la segunda parte de los cierres es posible que se valore conservar algunas de las que se preveían eliminar.
Realizará obras de adaptación y las 'stores' absorberán empleados de hasta tres oficinas de las que se prescinda
CaixaBank asegura que el 90% de las sucursales que se van a cerrar están a menos de 500 metros y, de ellas, el 70% se sitúan a una distancia inferior a los 200 metros. Están convencidos de que con el plan establecido no se abandonará ni incomodará a nadie. Las zonas rurales siempre son las más vulnerables ante este tipo de acciones, pero lo cierto es que el banco tiene prohibido desatenderlas. No es solo una cuestión de sentido común, sino también una obligación que le impuso la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la hora de aprobar la fusión con Bankia.
Actualmente cuenta con una red de 6.140 sucursales, como recogen los últimos datos disponibles correspondientes al pasado 30 de septiembre incluidos en el informe financiero trimestral. Una vez se complete la redimensión, la red acabará teniendo un tamaño prácticamente igual al que tenía sin absorber Bankia pero con todas las ventajas de la escalabilidad y con una cartera de clientes que supera los 19 millones. CaixaBank, tras meses de intensos trabajos y habiendo dejado atrás las negociaciones más delicadas, está ya en la recta final de esta carrera que le convierte en el primer banco español.
El nuevo grupo no ha querido retrasar ningún paso e incluso ha pisado el acelerador en muchos de sus planes. La anexión de los sistemas era un asunto crucial y de su éxito dependía poder dar continuidad a los siguientes trabajos. Finalmente no se encontraron grandes obstáculos y en un solo fin de semana se produjo una de las mayores migraciones tecnológicas de España. El grupo quiere cerrar cuanto antes el adelgazamiento de su estructura para evitar que estas tareas sigan consumiendo capital humano.
Hace justo un mes también puso en marcha las salidas de los empleados. Con el hueco que han ido dejando de momento los algo más de 1.000 empleados de la entidad, CaixaBank está en disposición de ir acometiendo el ajuste de su red. Paralelamente se irá produciendo la marcha del resto del personal, que asciende en total a 6.452 extinciones. La previsión es que alrededor del mes de marzo de 2022 se haya llegado a completar entre el 70% y el 80% de los recortes, tanto en empleados como en oficinas.
Según la última comisión de seguimiento del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), la segunda fase se ha completado con un excedente de 75 empleados de la red comercial. Todas las salidas pactadas se han conseguido de manera voluntaria y se ha evitado, por ahora, la aplicación de medidas forzosas. Quedan pendientes de resolver 20 puestos en Las Palmas; 20, en Jaén; 10, en Almería; 9, en Asturias; 7, en Badajoz; 3, en Córdoba; 2, en Palencia; y 1, tanto en Cáceres, como en Melilla, Orense y Segovia.
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