Invasión rusa a Ucrania

Cajamar vigila 490 millones con riesgo de caer en mora por el golpe de la guerra

La entidad sigue de cerca la evolución del sector agroalimentario y el del comercio al por mayor debido a su alta exposición. La mitad de su cartera cedible de préstamos está ligada a estas actividades. 

Entrada a la sede social de Cajamar. CAJAMAR (Foto de ARCHIVO) 01/1/1970
Cajamar vigila 490 millones con riesgo de caer en mora por el golpe de la guerra
CAJAMAR

Cajamar revela el riesgo que las consecuencias del conflicto armado ruso sobre Ucrania pueden tener sobre su negocio. Más allá de la gran banca, la cooperativa comandada por Eduardo Baamonde asume la posibilidad de que la guerra le afecte debido a su excesiva exposición a sectores altamente dependientes de los mercados de materias primas agroalimentarias y energéticos que durante estas semanas están sufriendo fuertes oscilaciones. La mitad de su cartera cedible de préstamos está ligada a la agricultura, la ganadería y la caza, así como al comercio al por mayor y otros intermediarios, con un saldo actual de 490,03 millones de euros. 

La entidad reconoce que los primeros veinte días de la invasión por mandato de Vladímir Putin ya han tenido efectos muy directos con un intenso incremento de los costes energéticos y de la inflación, lo que probablemente desencadenará en problemas de suministros y en una postura más hawkish por parte del Banco Central Europeo (BCE) con incluso incrementos de los tipos de interés. Este nuevo escenario con acento bélico podría suponer un potencial incremento a medio plazo de la morosidad de la cartera, reconoce Cajamar en su último folleto informativo sobre bonos de titulización remitido al supervisor, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 

Pero la influencia negativa incluso puede ir más allá. Si los clientes vinculados a actividades del sector primario y al comercio al por mayor tienen problemas de cualquier índole derivados de la guerra, como el previsible incremento de los costes de producción, podrían dejar de pagar sus préstamos, lo que derivaría en un repunte de la morosidad pero también en una incógnita para los bonistas. Esta situación perjudicaría de manera inevitable a los titulares de bonos de Cajamar dados los niveles de concentración sectorial, pues los pagos de los intereses y del principal que deben recibir por los valores de deuda están respaldados por los créditos a la clientela. 

El sector con mayor relevancia para Cajamar es el de la 'Agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con las mismas', que supone un 42,19% del total de su cartera cedible con 8.267 préstamos que suman un saldo actual de 415,93 millones de euros. El segundo protagonista es el sector del 'Comercio al por mayor e intermediarios del comercio, excepto de vehículos de motor y motocicletas'. Este representa el 7,52% de la cartera e incluye 969 préstamos por un importe de 74,13 millones de euros. Ambos suponen conjuntamente un 49,71% del total, es decir, 490,03 millones de euros. 

Efectos "absolutamente imprevisibles"

Para Cajamar, los efectos de este conflicto son "absolutamente" imprevisibles. Habida cuenta del efecto inesperado que puede tener en la economía, la cooperativa prefiere no precisar el impacto de este asunto ni en qué medida puede afectar a la capacidad para cumplir con sus obligaciones. Y respecto a las perspectivas de crecimiento también es pesimista. La economía se desplomó en 2020 con el estallido de la pandemia, con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) español superior a los dos dígitos (-10,8%), y la recuperación se quedó por debajo de los cálculos de los expertos en 2021 debido a las sucesivas olas de contagios que volvían a requerir la puesta en marcha de medidas de contención del virus. 

Para este ejercicio, la Comisión Europea prevé que España cerrará con un crecimiento del 5,6%, muy cerca de las predicciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que apunta al 5,8%. Estas proyecciones se emitieron hace poco más de un mes, con las que se contemplaba que el país volvería a los niveles previos de la crisis del coronavirus a cierre de año. Pero todo lo anterior hace sospechar a Cajamar de que es "muy probable" que la Unión Europea y el resto de la comunidad internacional sufra un fuerte shock que complique fuertemente la recuperación esperada. 

La invasión rusa sobre Ucrania ha provocado una escalada de los precios de la electricidad, del petróleo y del gas que, junto a la alimentación, ha disparado la inflación hasta su tasa más alta desde hace más de tres décadas. La tasa interanual del índice de precios al consumo (IPC) española se situó en el 7,6% en febrero, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). A ello se le ha de sumar el impacto en el comercio mundial e importantes variaciones en los flujos de importación y exportación.

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