Banco Cooperativo Español refuerza su solvencia. En concreto, la entidad que preside Ignacio Arrieta del Valle ha suscrito una ampliación de capital por importe de 6,22 millones de euros. La operación se completó el pasado 19 de noviembre y permite a la entidad, participada por el conjunto de las cajas rurales, elevar sus fondos propios hasta un total de 122 millones de euros, según consta en el registro mercantil.
Esta ampliación de capital se suma a otras de tamaño similar que han realizado en los últimos meses entidades pequeñas, como Caja de Ingenieros o Banco Pichincha. Y es que la banca vive un momento de transformación por unos tipos de interés en negativo que siguen presionando a la baja sus ya deprimidos márgenes, por lo que las entidades refuerzan su solvencia mediante aportaciones de capital.
En este contexto de cambio, realizar inversiones en digitalización con el objetivo de rebajar costes en el futuro, así como buscar vías alternativas de ingresos, se han convertido en aspectos clave para las entidades. El objetivo es elevar la deficiente rentabilidad de la que tanto se quejan los supervisores, como el Banco de España o el Banco Central Europeo (BCE), que, además de fusiones, también reclaman reducir los gastos a través de la transformación digital.
Banco Cooperativo Español está participado al 85% por Grucajrural, el fondo de rescate de las cajas rurales. Fue constituido en 1990 y su vocación es prestar los servicios de una central bancaria a sus Cajas Rurales asociadas. En este sentido, Caja Rural de Navarra ejerce un papel dominante, aunque el DZ Bank, de Fráncfort, que agrupa a 850 bancos cooperativos de Alemania, ostenta una participación del 12% en la entidad española.
Caída del beneficio
Según el anuario de la Asociación Española de Banca (AEB), Banco Cooperativo dispone de 225 empleados y una única sucursal situada en el centro de Madrid. En 2018 registró un beneficio neto de 46,2 millones de euros. No obstante, en la primera mitad de 2019 las ganancias de la entidad se han reducido a 14 millones, frente a los 19,2 millones registrados en igual periodo del año previo.
Banco Cooperativo no es la única entidad bajo supervisión directa del Banco de España que ha reforzado su solvencia en los últimos meses. En el caso de Banco Pichincha, cuyos accionistas han realizado hasta tres inyecciones de capital en el último año, el objetivo era poder cubrir las pérdidas de 7 millones de euros del primer semestre del año.
Por su parte, la catalana Caja de Ingenieros, famosa por ser la entidad que concedió la hipoteca del chalet de Pablo Iglesias, lanzó a comienzos de octubre una ampliación de capital por importe de 25 millones con el objetivo de financiar las inversiones en tecnología y aumentar la concesión de crédito a particulares y empresas, así como para elevar su cuota de socios.
Sea como fuere la solvencia de este tipo de entidades pequeñas no preocupa al Banco de España. En última prueba de estrés que el supervisor realizó a las entidades, los bancos pequeños demostraron un comportamiento sólido, con solo una caída de 0,6 puntos en su capital en un escenario adverso, gracias a que su cartera presenta menos riesgo de crédito y tiene menor exposición al sector inmobiliario.
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