En respuesta a un senador

Calviño cree que la banca ya atiende a sus ruegos en la negociación de los ERE

La ministra ha asegurado que los líderes de las principales entidades se están mostrando más abiertos a acercar posturas con la representación de los trabajadores en los procesos de despidos masivos.

Una oficina de BBVA y otra de Banco Sabadell en la calle Génova de Madrid.
Calviño cree que la banca ya atiende a sus ruegos en la negociación de los ERE. 
La Información

La ministra de Asuntos Económicos y vicepresidenta segunda del Gobierno, Nadia Calviño, cree que el sector financiero ya ha adoptado una postura adecuada y dialogante en la negociación de los procesos de despido colectivo. En su opinión, los mensajes del Ejecutivo "han sido escuchados" y se ha observado un "cambio de actitud" por parte de los líderes de las entidades financieras. "Se han mostrado más abiertos a negociar con los representantes de los trabajadores", ha apostillado en un Pleno del Senado a una pregunta del senador de Geroa Bai, Koldo Martínez.

Calviño ha eludido responder a las preguntas concretas de Martínez y ha subrayado la idea de que el sector tiene un papel muy importante que jugar canalizando recursos al conjunto de la economía, por lo que el interés máximo que debe regir al Gobierno debe ser el de preservar su solvencia y su fuerza. Además, ha añadido que no solo se trata de reforzar a una entidad concreta, sino al conjunto del sistema financiero.

Así, cree que los despidos pueden ser una respuesta a ese mantenimiento de la solvencia del sector. En cualquier caso, ha añadido que la política a seguir debe siempre guiarse por el interés general, del conjunto de la sociedad y de los empleados, y no solo de los accionistas. En las últimas semanas se ha iniciado la negociación de dos importantes procesos de reestructuración: CaixaBank, con la salida de 7.800 empleados, y BBVA, con el recorte de 3.450 trabajadores. 

Martínez en realidad solicitó a la ministra de Economía que explicara qué medidas concretas va a tomar el Gobierno para minimizar el impacto negativo de la fusión de Bankia y CaixaBank en el empleo, en el número de oficinas y en la reducción recaudatoria que en la Hacienda estatal y en las haciendas forales supondrán los créditos fiscales que obtendrá Caixabank, teniendo en cuenta que el Estado posee el 16,11% de la nueva entidad fusionada.  "No basta con declaraciones, necesitamos hechos concretos", ha advertido el senador.

La titular de la cartera económica ha reiterado la situación en la que se encuentra el sector, insistiendo en que es de preocupación para la esfera pública desde hace ya tres años. Se ha referido así al "profundo" proceso de transformación, ya no solo por la crisis, sino por algunos fenómenos de corte más estructural, como la digitalización, los bajos tipos de interés o la creciente competencia por los nuevos entrantes en los servicios financieros. 

De este modo, se ha limitado ha añadir que estaba claro que este reto estaba por delante y, por ello, ha aseverado que el Gobierno lleva un trienio instando al sector y al Banco de España a tratar de ser proactivos y de abordar el proceso de transformación a la vez que se refuerza el sector, contribuyendo al progreso económico y con el menor coste posible en reducción de costes, empleos y calidad de los servicios. 

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