La apertura de la galería comercial de Canalejas vuelve a retrasarse. Tras años de obras a solo unos pasos de la Puerta del Sol, en 2020 finalizaban los trabajos del faraónico proyecto que comenzaron en 2013 Grupo Villar Mir y OHL con una inversión de más de 500 millones de euros. Pero cuando ya se veía la luz al final del túnel, la llegada de la Covid-19 supuso un duro golpe para la iniciativa. La apertura del hotel Four Seasons, el primero de la cadena en la capital, se retrasó hasta el pasado mes de septiembre, pero la apertura de puertas de la zona comercial que acogerá tiendas de marcas 'premium' aún tendrá que esperar hasta, al menos, este verano.
Los más de 15.000 metros cuadrados de tiendas de lujo entre la Carrera de San Jerónimo, la calle de la Cruz, Sevilla y la calle Príncipe acumulan meses de retraso. Las restricciones de movilidad y las trabas que la pandemia provocó alteraron el normal funcionamiento de la actividad económica y supusieron la demora en el cierre de acuerdos con las marcas cuya implantación en la galería comercial se encontraba en proceso de negociación. Además, también se retrasaron el comienzo de las obras de acondicionamiento de cada uno de los locales comerciales con las marcas con las que ya se habían formalizado contratos de arrendamiento.
Todo ello llevó al retraso de los plazos previstos tanto para el hotel como para la galería comercial y el estacionamiento. La entrada en explotación de la galería comercial, contemplada inicialmente para primeros de 2021, se ha aplazado hasta "comienzos del segundo semestre", según las previsiones que se manejan internamente. Derivado de estos problemas, se originaron costes adicionales que se pueden cifrar en unos dos millones de euros según los cálculos que ha realizado la propia compañía.
En un segundo nivel, la tercera parte de este proyecto, el aparcamiento de rotación que se ha construido bajo el complejo, podría entrar en operación, según la última previsión, a lo largo del mes de octubre o noviembre de este mismo año. Este proyecto ha tenido que superar numerosas vicisitudes hasta llegar a este punto. Tras su concepción en 2012 se enfrentó a un presunto delito contra el Patrimonio Histórico que finalmente fue desestimado, el hundimiento de parte del túnel del suburbano y, ahora, la pandemia de la Covid-19, pero de todas ha sido capaz de salir con más o menos facilidad.
Los últimos movimientos financieros
Pero la pandemia también ha hecho daño en la parte financiera del proyecto. El golpe de la enfermedad obligó a solicitar un aplazamiento por parte de la sociedad a las entidades bancarias para el pago de los últimos tramos -el 4 y 5, de oficinas y residencias- del crédito bancario sindicado. Finalmente, tras el levantamiento del estado de alarma, el pasado mes de junio la compañía llevó a cabo la cancelación del préstamo de más de 38 millones de euros -tramo cinco- que estaba aún pendiente de pago.
El pasado mes de julio la compañía formalizó la venta a Warburg-HIH Invest Real Estate del local comercial arrendado a Banco Santander, operación por la que ingresó 29 millones de euros. Una parte de esta cuantía se destinó a la cancelación de la totalidad del cuarto tramo del préstamo, la que tenía por objeto las oficinas, en concreto, unos 10 millones de euros.
La pieza estrella de OHL, la participación en el Proyecto Canalejas, ha sufrido varios cambios de escenario en los últimos años. De querer venderlo junto con el Old War Office de Londres, la constructora de los Amodio ha pasado a utilizarlo como aval para conseguir más financiación, una posición que le permite cobrar los rendimientos que obtenga de la puesta en operación de las galerías el próximo verano y le afianza en el centro de la ciudad.
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