Nueva etapa en el regulador de los mercados

Cani Fernández da un vuelco a la CNMC: liquida el equipo de confianza de Marín

Maria Jesús Martín Martínez, ex directora de Política Energética  y José Manuel Bernabé, director del centro de Metrología, se perfilan como nuevos responsables de Energía y de la secretaría general.

La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, en su toma de posesión.
La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, en su toma de posesión.
EP

La nueva presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), Cani Fernández, tiene prisa por abrir una nueva etapa en el organismo regulador. No sólo prepara un cambio en el Estatuto que rige sus actuaciones. También acelera en los relevos del personal clave, con la salida de cargos de confianza del anterior presidente, José María Marín Quemada, y la incorporación de profesionales que ya trabajaron en los reguladores. Las convocatorias públicas para cubrir los puestos de secretario general, director de Energía y director de Control Interno están en marcha. 

En la carrera por la elección hay ya candidatos destacados. Dos se dan por prácticamente seguros por su trayectoria profesional, su cercanía con la nueva presidencia y su experiencia previa en la propia CNMC. Se trata de Maria Jesús Martín Martínez -ex directora de Política Energética y Minas y exresponsable de Regulación de la antigua Comisión Nacional de la Energía (CNE)- y de José Manuel Bernabé -director del Centro Español de Metrología-que ya ejerció cargos en la CNMC como director de Control y secretario general.

Martín y Bernabé ocuparían los huecos del director de Energía, Santiago Muñoz, y de la secretaria general, Amelia Lobato. La celeridad con la que Cani Fernández quiere emprender la nueva etapa ha hecho que dos de los cargos, el del Muñoz en el área de Energía y el del vicesecretario general Miguel Sánchez Blanco  realicen el  relevo a pocos meses de que los titulares lleguen a la edad de jubilación. El nuevo equipo apura los tiempos.

Ventilar el organismo

Los relevos pueden ventilar un organismo acostumbrado a vivir batallas internas, en algunas etapas de forma continua, personificadas en ocasiones en los choques entre el expresidente Marín Quemada y la exvicepresidenta María Fernández. La salida esta misma semana del director de Control interno, Carlos Balmisa, un hombre de la entera confianza del anterior presidente, echa tierra sobre el ambiente de enfrentamiento creado entre el ya exresponsable del orden interno  y el área de Energía por cuestiones como la creación de un buzón para resolver dudas sobre el bono social eléctrico.

Como propósito, la nueva presidencia quiere más transparencia y más margen de maniobra para la CNMC. Además de acabar -al menos formalmente-con los nombramientos a dedo en puestos clave, impulsa una reforma del armazón legal de la Comisión. Lo hace cuando aún se mantiene el pulso político por el control de organismos pendientes de renovación como el FROB o el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y una vez que los socios de coalición de Gobierno PSOE y Unidas Podemos han asegurado mayorías de control en la CNMC y en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Cani Fernández, experta en Competencia, justifica sus planes de reforma en la legislación comunitaria y, sobre todo, en la directiva UE 2019/1, una norma que intenta dotar a las autoridades de competencia de los Estados miembros "de medios para aplicar más eficazmente las normas sobre competencia y garantizar el correcto funcionamiento del mercado interior". La modificación del marco normativo que regula el funcionamiento interno de la CNMC, incluido el Estatuto Orgánico, es importante para un organismo que ejerce de vigilante en los sectores clave de la economía: energía, telecomunicaciones, sector postal, medios audiovisuales, ferrocarriles y aeropuertos.

La necesidad de reforma se recoge incluso en el último informe de control interno recién aprobado y que corresponde al año 2019. En dicho informe (pag 4), el director saliente Carlos Balmisa señala que "el propio diseño de la institución y su estatus o régimen jurídico, han contribuido al surgimiento de problemas que, aparentemente administrativos o gubernativos, han generado gran inquietud y por qué no decirlo, descontento entre los empleados públicos de la CNMC".

Núcleo de confianza

Los nombramientos de un núcleo de confianza son claves para los retos que tiene ante sí la nueva CNMC. Uno de los papeles clave corresponde al director/a de Energía. El sector energético es una de las grandes apuestas en la estrategia del Gobierno de Pedro Sánchez. Las grandes empresas que aún controlan el mercado y centenares de pequeñas comercializadoras tratan de adaptarse al proceso de transición y a las directrices que marcan tanto la UE como el Ejecutivo (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, Ley de Cambio Climático y Transición Energética). En ese proceso, el papel de la CNMC y de su área de Energía es fundamental. Tanto, al menos, como su independencia.

Un equipo engrasado es fundamental también para encauzar el proceso de autorizaciones en la CNMC de las fusiones el sistema financiero. La Comisión ya ha recibido oficialmente para su análisis  la primera gran operación de fusión bancaria  de Caixabank con Bankia. Supone todo un reto a pesar de la experiencia acumulada por Cani Fernández en el bufete Cuatrecasas en España y en Bruselas y exige una CNMC coordinada y con un equipo homogéneo.

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