El 30 de abril de 2015, el Consejo de Ministros presidido por Mariano Rajoy aprobaba un Real Decreto Ley con el que se ponía patas arriba la comercialización de los derechos del fútbol a través de la venta centralizada, algo que conllevó un fuerte incremento de los precios. Uno de sus grandes artífices, el entonces secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, se convertirá en hombre fuerte de Jaume Roures en el grupo Mediapro a partir del próximo mes de noviembre. El directivo llega a la cúpula de productora audiovisual tras cobrar más de 57.000 euros en 2017 como indemnización pública hasta mediados del año pasado y con deudas de más de medio millón de euros.
Miguel Cardenal Carro (Bilbao, 1968) es catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Ocupó el puesto de secretario de Estado para el Deporte entre los años 2012 y 2016. Es decir, no ha tenido que pedir autorización para el fichaje -como sí ha hecho recientemente el exministro de Justicia, Rafael Catalá, para fichar por un bufete de abogados- pues han pasado los dos años obligatorios después de abandonar el cargo público. Él lo hizo a mediados de noviembre de 2016. Sólo unos días más tarde, el 2 de diciembre de 2016, empezó a cobrar una indemnización tras su cese. Cobró 57.500 euros (6.438 euros al mes) hasta agosto de 2017, según confirma el Portal de Transparencia.
¿Sus responsabilidades? Una incógnita
Tras cuatro años como responsable del CSD, Cardenal llega con una declaración de bienes marcada por las deudas. Según se hizo público en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado mes de septiembre, Cardenal tenía 506.000 euros de deudas (en la declaración de ninguno de los altos cargos se precisa la procedencia de los pasivos). ¿Y en el lado de los activos? Bienes inmuebles por valor de 95.600 euros; acciones y participaciones en compañías por casi 37.000 y otros bienes por 27.700. Entre los ahorros contaba con casi 70.000 euros en depósitos.
Con estas cifras, Cardenal llega a Mediapro, después de haber valorado alguna otra oferta que ha tenido sobre la mesa, según confirman fuentes conocedoras. Desde la productora no quieren precisar más sobre sus responsabilidades. Se limitan a recordar lo incluido en su comunicado oficial: se dedicará al área internacional del grupo, donde “aportará su experiencia y conocimientos”. Preguntado por La Información por su puesto y por su valoración sobre las críticas recibidas debido a la ‘puerta giratoria’, no quiso hacer ninguna declaración.
Su puesto será el de directivo. Pero al igual que su responsabilidad, el salario es también una incógnita. La alta dirección de Imagina, el grupo hólding liderado por Roures y vendido recientemente al fondo chino Orient Hontai Capital, recibió casi 4 millones de euros en retribuciones.
¿Quién es Miguel Cardenal?
Cardenal, hijo del fiscal general Jesús Cardenal -que ocupó el puesto tras ser designado por el Gobierno de José María Aznar en 1997-, aterrizó en el Consejo Superior de Deportes en 2012, después de haber pertenecido a diversos consejos editoriales y científicos de publicaciones.
Uno de los puntos álgidos de su gestión fue el archiconocido Real Decreto 05/2015, con el que sacudía el mercado de los derechos del fútbol. Él fue uno de los hombres clave en una negociación que se alargó durante meses y que tuvo como telón de fondo su batalla con el presidente de la Real Federación de Fútbol, Ángel María Villar. “Corríamos el peligro de ver a nuestra Liga convertida en un torneo de perfil muy bajo y de segundo nivel. Sólo basta echar un vistazo a la Premier League y ver el año pasado como el último clasificado cobraba más que el Atlético de Madrid, por poner un ejemplo”, defendía el propio Cardenal tras su aprobación.
El principal cambio que trajo ese decreto: se centralizaba su comercialización por parte de La Liga -una de las grandes pretensiones de la entidad presidida hoy por Javier Tebas-. Por un lado, se conseguían unos precios muy superiores a los que se lograban en el pasado -antes había que negociar club por club y la fuerza en las conversaciones era menor-. El objetivo era alcanzar los 1.500 millones de euros entre los derechos internacionales y nacionales, es decir, el doble de los ingresos que se obtenían previamente. La otra consecuencia: se hacía un reparto más equitativo entre los grandes y los pequeños equipos.
El decreto del fútbol, su gran obra
Una de las consecuencias de este Real Decreto se percibió en la primera subasta. Ésta concluyó con el pago inicial de 2.650 millones de euros pagados por la propia Mediapro y Telefónica. Esta última había abonado 700 millones pero se vio obligado a abonar otros 2.400 millones a la propia Mediapro para hacerse con todo el fútbol. Un negocio redondo para Mediapro.
Unos meses después de que ese pacto entre Telefónica y Mediapro -que cambió por completo la configuración del mercado- se sustanciara y un año después de la aprobación del decreto, Cardenal abandonó su puesto. Ahora, dos años después, aterriza como hombre fuerte de Jaume Roures entre críticas de ‘puertas giratorias’.
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