Carlos Falcó analiza las consecuencias

El coronavirus y el lujo: "El consumidor chino es el motor del sector en Europa"

  • En 2025, los compradores del gigante coparán un 45% del sector, según el experto, que cierra etapa en la entidad que agrupa a 600 firmas europeas.
Carlos Falcó, en una imagen reciente de archivo.
Carlos Falcó, en una imagen reciente de archivo.
Círculo Fortuny

A sus 82 años recién cumplidos, el empresario e ingeniero agrónomo Carlos Falcó (Palacio de las Dueñas, Sevilla, 1937) acaba de cerrar una etapa. Durante un año ha presidido la ECCIA, la Alianza Europea de Industrias Culturales y Creativas, que une a 600 empresas europeas del lujo pero también a entidades como el Museo del Louvre. La semana pasada estuvo en el Parlamento Europeo para presentar un informe contundente sobre la situación del sector -"Hay que protegerlo. En 2018, generó en Europa 2,1 millones de empleos (1,4 de ellos directos)", dice.

"El lujo es un sector excelente para invertir. Tradicionalmente sobrevive a las crisis y mantiene durante las mismas crecimientos sostenibles. ¿Si lo hará al coronavirus? Puntualmente el virus ha tocado a todos los sectores, ahora hay que ver cómo se sostiene esta crisis en el tiempo. Lo que es obvio es que China, hoy por hoy, es el epicentro mundial del lujo. El consumidor chino es el motor del alto standing en Europa", explica el marqués de Griñón y de Castell Moncayo, presidente de su propia empresa, Marqués de Griñón Family Estates (vinos, aceites, fincas y palacios), y de Grandes Pagos de España (asociación de las mejores bodegas patrias), y vicepresidente de la Real Academia de Gastronomía.

A este Grande de España, que en los setenta introdujo en nuestro país ilegalmente vides de cabernet sauvignon en un camión de manzanos que llegaron desde la bodega Château Margaux para plantarlas en Toledo, le gusta hablar con datos en la mano. "Actualmente, los consumidores chinos copan el 30% del sector en Europa. En 2025 calculamos que llegarán al 45%. El turismo chino es voraz y también reforzará otras economías asiáticas como las de Corea de Sur, Singapur, Tailandia y Vietnam y esto revertirá en Europa", aclara.

Carlos Falcó también gestó en 2011 el elitista Círculo Fortuny, que echó a andar de la mano de ocho empresarios al mando de firmas alta gama, un ámbito que mueve 7.000 millones de euros al año en España. Para entrar en la asociación que preside hay que ser propietario de una gran marca españolas y tener una facturación mínima de un millón de euros. Se pide que esté reconocida fuera de España y se valora especialmente que cuiden el medio ambiente, la ética laboral y empresarial. Falcó, referente indiscutible del sector en España, explica a La Información que no teme por la buena salud del lujo europeo porque el 72% de los productos de alta gama del mercado del lujo proceden del Viejo Continente. Y no cree tampoco que el Brexit vaya a golpearle con fuerza, siendo Londres unas de las capitales europeas de este segmento. 

El milenial, nuevo cliente del lujo

El empresario radiografía un sector liderado por la industria del motor, que movió 495 millones de euros en 2018. España, a su juicio, debe tomar nota porque "tener una potente industria del lujo es la mejor manera de afrontar una crisis". Explica que España está apostando con acierto por el lujo experiencial, que es lo que le gusta a los milenials, el nuevo gran actor en el sector del lujo. "En nuestro país tenemos varias regiones que son líderes. Se trata de Igualada, en Barcelona, y Ubrique, en Cádiz, que destacan en el las manufacturas textiles. Y las D.O. Ribera de Duero y Rioja destacan en el sector vitícola. Aquí no tenemos competencia".

¿Cómo está posicionada la alta gama española frente a otros referentes como Francia e Italia? Falcó no tiene ninguna duda. "En moda somos líderes mundiales, con firmas como Zara y Mango. Estuve precisamente en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid en el desfile de Marcos Luengo y hay calidad para estar en la más alta pasarela de París. En cultura y creatividad no tenemos nada que envidiar a esos países. Nos falta reconocimiento en la moda de lujo para estar a la altura de firmas como Dior. Luego tenemos la hostería, el vino, los destilados, la comida gourmet". Aquí juegan un papel fundamental "nuestros valiosos artesanos, que recogen tradiciones históricas en la manera de hacer sus productos. Algo que está cada vez más valorado en el lujo, el producto artesanal. Aquí tiene que crecer España". 

El consumidor chino: 4.500 euros de media en Harrods

Pero añade que no hay que olvidar al turismo de compras, muy dinamizado por los consumidores asiáticos en zonas como Serrano, en Madrid, o Paseo de Gracia, en Barcelona. Y es aquí cuando la conversación vuelve inevitablemente al consumidor chino. "El otro día hablado con el CEO de Harrods, Michael Ward, comentaba que el número de compradores chinos que visitan Harrods está aumentando, y el promedio gastado por un comprador chino es tres veces mayor que el de cualquier otra nacionalidad. Hablan de 4.500 euros de media".

Una reciente encuesta preguntó a los milenials chinos cuáles son sus ciudades favoritas de Europa y, por primera vez, ni París ni Londres lideraban el ranking. "Hablan de Zúrich y Madrid. Un dato sorprendente. Los milenials van a ser importantísimos, porque representan un 38% de la población mundial, y aunque el sector de alta gama temía por su demanda, ya está claro que, contrariamente, son fanáticos del lujo y tienen su propio criterio al respecto". 

Este 2020 Falcó lanzará con su esposa, Esther Doña una línea cosmética 'prémium' basada en un serum oleico. Algo en lo que tiene experiencia, ya que sus aceites Marqués de Griñón tienen una larga trayectoria de premios nacionales e internacionales. Sobre dicha línea de productos, explica que "el milenial busca mucho el producto nicho, gourmet, ecológico cien por cien, con un buen desarrollo digital y sobre todo que haya algo brillante y artesano detrás. El poder antioxidante del aceite es brutal, mucho mayor que el de la uva. El aceite Marqués de Griñón tiene un potencial fabuloso para esto. La calidad de vida empieza por la piel y hemos conseguido desarrollar un producto premium. Yo creo mucho en la ciencia: fuera de la ciencia todo es oscuridad", relata entusiasmado con su última aventura personal en la que no está presente su hija Sandra, pero sí su joven esposa Esther Doña. "Ella está tan interesada  como yo en la conservación de la piel más allá de la estética"

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