Casa Tarradellas ha cerrado esta semana la compra del 30% de Herta, la compañía de Nestlé dedicada a los elaborados cárnicos, ingredientes culinarios, pasteles, galletas, masa para pizzas y aperitivos. Se trata de una operación de ampliación de capital en la nueva empresa creada para hacerse en total con el 60% de la filial de la multinacional suiza: la idea es que ambas compañías operen bajo el nombre de Herta Foods, constituida en marzo, con Casa Tarradellas aglutinando el 60% de las acciones y Nestlé el 40%. Para ello, el fabricante de las famosas pizzas desembolsará en total una cantidad cercana a los 400 millones de euros. Este lunes ha dado el primer paso abonando 191,7 millones de euros.
Hasta ahora, se desconocían los pasos a seguir para la constitución de Hertha Foods, prevista inicialmente para el primer semestre de 2020. Sin embargo, la crisis del coronavirus probablemente ha obligado tanto a Casa Tarradellas como a Nestlé a darse más tiempo para el nuevo proyecto en común. Y, por eso mismo, la operación no se ejecutará de una sola vez, sino que requerirá de más tramos para culminar. Entre otras cosas porque se trata de la mayor operación en la historia de Casa Tarradellas, líder de su sector en España y que en 2019 facturó 936 millones de euros.
Herta fue valorada el pasado diciembre en 690 millones de euros, cuando Casa Tarradellas y Nestlé emitieron un comunicado conjunto explicando que daban luz verde a la operación, de la que no se supieron más detalles hasta el pasado marzo, cuando Casa Tarradellas creó Herta Foods, la nueva firma que operará junto a Nestlé y que servirá a la empresa catalana para expandir su negocio por mercados clave en Europa. No en vano, actualmente la charcutería y los productos cárnicos de Herta son líderes en seis países del continente, mientras que sus masas de pastel y pizza son las más vendidas en Francia y Bélgica.
Además, la operación supone un salto cualitativo importante para Casa Tarradellas, que consigue de este modo un socio de talla mundial y un auténtico referente mediático y de ventas como Nestlé para iniciar la expansión de su negocio por Europa. En el caso de la firma suiza, la decisión de deshacerse parcialmente de Herta tiene que ver con la política de desinversiones en el sector cárnico iniciada desde la llegada a la compañía del actual presidente, Ulf Mark Schneider. En la empresa recién creada, Herta Foods, se incluirá tanto el negocio de charcutería de la filial de Nestlé como el de las masas para pizza y pastelería, manteniendo Nestlé el control de otras líneas de negocio como la de las carnes vegetales.
Caja propia y un mercado europeo inexplorado
Sea como fuere, la compra del 60% de Herta por parte de Casa Tarradellas supone el mayor desembolso de la compañía catalana en su historia, gracias especialmente a sus buenos resultados en los últimos ejercicios y a una caja propia que ha ido creciendo año tras año hasta alcanzar los 400 millones de euros a cierre de 2019. Aproximadamente la misma cantidad que invertirá en total en su nueva joint venture junto a Nestlé. En 2018, las actividades de charcutería y las masas de pastel y pizza de Herta generaron ventas por 667 millones de euros, por lo que la idea de Casa Tarradellas es hacer rentable la inversión a corto plazo.
La sede de la nueva compañía, Herta Foods, estará en España. Sin embargo, a pesar de que Casa Tarradellas controle el 60% de las acciones, la gestión y dirección de las distintas divisiones se mantendrá en cada país en los que operará, como hasta ahora. De hecho, el pasado diciembre Casa Tarradellas mantendrá las fábricas de Francia y Alemania para el mercado europeo, que a priori será el único en el que operará Herta Foods, mientras que en España solo se venderán productos Casa Tarradellas, al menos por el momento, ya que una de las posibilidades que la compañía catalana llevaba años manejando era la de ampliar sus líneas de negocio en nuestro país en algún momento.
Sin embargo, la familia Tarradellas decidió finalmente apostar por la internacionalización del negocio. Por eso, la adquisición de Herta no supone la apertura de nuevos mercados en España -donde Casa Tarradellas ya es líder en charcutería y pizzas-, sino que permite a la compañía expandirse por Europa. Al mismo tiempo, abre nuevas posibilidades especialmente para su línea cárnica, ya que la industria en España se ha visto afectada de un tiempo a esta parte por un importante incremento de precios en la carne porcina y de las cadenas de distribución... Y disponer de más fábricas y mataderos en otros países como Alemania podría ser la solución a unos márgenes de beneficio cada vez más estrechos.
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