
El que fue una vez fue el hogar neoyorquino de los Banderas Griffith ahora se ha convertido en una de las ventas más exclusivas de las agentes inmobiliarias Bernice Leventhal y Sarah Thompson y el Grupo Corcoran para el que trabajan. Sin embargo, a pesar del atractivo indiscutible del inmueble, la venta se les ha atragantado.
Ni las copas de los árboles de Central Park entrando por los cinco ventanales del salón principal, ni que esté situado entre las calles 64 y 65, ni la propia mitomoanía de estos dos grandes del cine es suficiente para que este piso de nueve habitaciones y casi trescientos metros metros con zona de servicio y parking salga del mercado del lujo.

En 2018 rondaba los 8 millones de dólares
La vivienda que Antonio Banderas compró junto a Melanie Griffith en Manhattan allá por 2005 fue puesta a la venta por 7,95 millones de dólares en mayo de 2018. Nueve meses después el lujoso apartamento que pasó a manos de Banderas tras su divorcio y la venta sigue parada.

Según publicó entonces el 'Wall Street Journal', las razones que el actor malagueño esgrimió para deshacerse del apartamento son su nueva vida en la Costa Oeste, una forma de estar más cerca de su familia. El medio también se ha hecho eco de lo agridulce que resulta para Banderas vender lo que en su momento fue un confortable hogar para él, su exmujer y su hija, que ahora residen en Los Ángeles y con las que el actor mantiene una excelente relación.
Su patrimonio en España
Amén de sus inversiones en Londres, Antonio Banderas siempre ha estado muy vinculado a su Málaga natal y en esta ciudad concentra su mayor patrimonio inmobiliario. Allí tiene un teatro, un ático de 500 metros en la calle Alcazabilla y cuatro pisos que tiene repartidos en las calles Zegrí, Echegaray y Alcazaba.

Sin dejar de mencionar su gran propiedad marbellí: La Gaviota, que dejó de ser 'ilegal' en 2014 cuando el pleno del Ayuntamiento de Marbella dio el visto bueno a la aprobación definitiva de la modificación puntual de elementos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Los locales son otra de sus grandes apuestas inversoras. Los catorce que tiene la sociedad están repartidos entre Málaga capital, Benalmádena y Torremolinos. No hay hipotecas. Algunos de ellos pertenecen a una entidad bancaria y los tiene con la fórmula de arrendamiento financiero con opción a compra, una fórmula que permite un ahorro financiero/fiscal que puede llegar a suponer hasta el 7% de la inversión, comparado con otras formas de financiación.
Todas sus inversiones inmobiliarias las gestiona su hermano Javier Domínguez Bandera, a través de Glasmore SL. Casualmente, Javier fue también la persona de confianza cuando hace dos años gestionó la compra de su avión a Telefónica. Esta vez se hizo a través de la sociedad Alce 2005 SL y pagó 4,3 millones de dólares.
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