Cataluña declara la guerra a Cabify con un expediente de sanción por su 'truco' legal

  • La Generalitat multa con 2.400 euros por no haber cumplido con el periodo de precontratación de 15 minutos tras su vuelta a Barcelona.
Juan de Antonio Cabify
Juan de Antonio Cabify
EFE

Se acabó. La Generalitat de Cataluña ha pasado a la acción ante el desafío de Cabify en Barcelona. La administración ha abierto cuatro expedientes sancionadores por 2.400 euros por haber incumplido el periodo mínimo de precontratación de 15 minutos en su regreso a Barcelona. La compañía quería esquivarla con una triquiñuela legal que se basaba en un contrato anual con su filial Prestige&Limousine.

Cabify desafió a la Generalitat de Cataluña hace varias semanas. La compañía decidió cambiar su modelo de negocio aprovechando la adquisición que llevó a cabo meses atrás de Prestige&Limousine, una filial del exjefe del taxi José Antonio Parrondo que contaba con varios centenares de licencias VTC en Barcelona. ¿Cómo iba a operar? Básicamente, como un operador tradicional: utilizaba esas autorizaciones para operarlas de manera directa e imponer la obligación al usuario de contratar sus servicios por un año completo. Entendían que de esa manera sólo había que cumplir el periodo de 15 minutos de precontratación durante el primer viaje.

Hasta ahora, la administración regional no había movido ficha. Ahora, tras varias inspecciones a pie de calle, el departamento de Territorio ha abierto cuarto expedientes sancionadores, al entender que no ha cumplido con esa precontratación.

Pese a estos primeros expedientes sancionadores, la administración quiere conocer la operativa para ver si cumple con el decreto aprobado el pasado mes de enero (y convalidado un mes después en el Parlament de Catlauña). Así, amplía el expediente informativo abierto a la empresa Prestige y le exige información sobre los términos de contratación y prestación de servicios.

Con todo, este movimiento es un precedente importante para Cabify y otras empresas que quisieran operar de esa manera. La Generalitat confirma que este modelo, a su juicio, incumple la normativa, al confirmar que esa precontratación se debe hacer con cada uno de los trayectos y no con cada servicio (en este caso, con carácter anual).

Este es un golpe importante para Cabify, que no sólo ha adquirido la empresa Prestige&Limousines, sino también el grupo Vector Ronda Teleport, donde compartía accionariado con el empresario andaluz Rosauro Varo. La pasada semana confirmó la adquisición de este grupo, con la que pasó a controlar de manera directa todas sus autorizaciones. Sólo en Barcelona cuenta con cerca de un millar. Uno de los objetivos era poder operarlas con este nuevo modelo.

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