¿Por qué han despedido al presidente de McDonald's por liarse con una empleada?

McDonald's
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Steve Easterbrook, hasta ahora director ejecutivo de McDonald’s, ha sido destituido de su cargo tras conocerse que mantuvo una relación sentimental con una empleada de la compañía. La junta administrativa fue la responsable de tomar esta decisión el pasado viernes después de investigar los hechos, que el propio Easterbrook ha reconocido en un correo interno a los trabajadores.

Pese a que la causa que ha motivado el despido afecta al ámbito personal del ex director ejecutivo, también supone una violación de la política de la compañía. Así lo ha explicado la propia empresa estadounidense en un comunicado, en el que se ha referido a la prohibición que tienen los altos cargos de mantener relaciones sentimentales con otros trabajadores. La cadena de comida rápida ha añadido que Easterbrook habría “demostrado tener mal juicio” a la hora de embarcarse en una relación sentimental de estas características.

Tras esta decisión surgen dudas sobre hasta qué punto la empresa puede decidir sobre la vida personal de su empleado y, sobre todo, si, de acuerdo a la legislación española, este despido podría ocurrir en nuestro país. Según nuestro marco legislativo, un despido por mantener una relación sentimental con otro empleado no sería procedente, ya que no existe una prohibición expresa al respecto e iría en contra de derechos fundamentales.

Emilia Sánchez, abogada de Legálitas, explica que este despido en España “no se podría dar porque vulnera derechos fundamentales, como el de intimidad o igualdad, o preceptos constitucionales”. En caso de producirse, el motivo sería nulo y, por tanto, “conllevaría la readmisión”.

No obstante, puede ocurrir que al firmar un contrato laboral la empresa decida incluir una cláusula para evitar estas situaciones. Es una condición típica en muchas empresas estadounidense. Sin embargo, en España estas condiciones son igualmente nulas. El trabajador se puede negar a firmarlas en el contrato, “aunque si estuviese firmada no podría operar como motivo de despido”, añade Sánchez. El derecho a la intimidad del trabajador prevalece en estas situaciones y, al igual que ocurre cuando una empleada está embarazada, tampoco hay obligación de comunicar la situación civil a la empresa.

A pesar de esta protección hacia la intimidad del trabajador que incluye la legislación española, cualquier empleado tiene que cumplir con sus obligaciones laborales y si no lo hace puede ser despedido por ello. Es decir, la empresa sí podrá tomar medidas si como consecuencia de la relación sentimental entre dos trabajadores se ve afectada su actividad, repercute en el ejercicio laboral.

Emilia Sánchez afirma que el despido estará justificado si la relación entre los empleados “altera el correcto funcionamiento” de la empresa, o se produce una bajada en el rendimiento o productividad de los trabajadores. El despido sería la opción más drástica, pero también se podrán tomar otras medidas para evitar ciertas situaciones. Así, por ejemplo, si los empleados involucrados en una relación sentimental discuten a menudo en la oficina, el jefe puede optar por cambiarlos de ubicación o departamento, siempre que “se respeten las condiciones laborales”.

Diferencias entre EEUU y España

La normativa laboral estadounidense y la española presentan grandes diferencias sobre esta cuestión. Las grandes empresas de EEUU incluyen a menudo cláusulas que prohíben la relaciones entre directivos y trabajadores, u otras vinculadas a cuestiones personales. El objetivo es evitar tratos de favor, pero tras la aparición del movimiento ‘Me Too’, que ha sacado a la luz numerosos casos de acoso sexual en el ámbito laboral, el escrutinio a los ejecutivos y su trato hacia los empleados se ha intensificado para evitar cualquier tipo de abusos.

La salida de Easterbrook, que lideró McDonald's desde 2015, es una de las más importantes en el mundo corporativo estadounidense de los últimos años por relaciones consideradas inapropiadas.

Tras conocer su despido, Easterbrook, de 52 años, a enviado un correo electrónico a los trabajadores de McDonald's en el que ha asegurado estar arrepentido y ha destacado que "se trató de un error". "Teniendo en cuenta los valores de la empresa, estoy de acuerdo con el consejo de administración respecto a que es hora de partir", ha afirmado.

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