Nueva transacción

Cellnex acecha la 'megaventa' de torres de Vodafone y sólo pujará por el control

La ‘torrera’ analiza la transacción, ante la que sobrevuela su ‘archirrival’ American Tower y que calentará más el sector de infraestructuras de telecomunicaciones.

Tobías Martínez es el consejero delegado de Cellnex Telecom.
Tobías Martínez es el consejero delegado de Cellnex Telecom.
Archivo / L. I.

Cellnex toma posiciones ante un nuevo baile en el sector de las torres de telecomunicaciones, pero no entrará a la pista si no es con la música que quiere. La ‘torrera’ española dirigida por Tobías Martínez acecha la ‘megaventa’ de emplazamientos de Vodafone pero sólo pujará por estos activos y plantará batalla si tiene el control total como socio industrial. Es decir, al igual que sucedió con el proceso liderado por Deutsche Telekom, no se plantea entrar en una operación en la que no pueda consolidar su participación y ser el gestor directo. Esto no es lo que, al menos por ahora, ha estado sobre la mesa.

Vodafone sigue teniendo presión para ejecutar operaciones corporativas significativas ante la irrupción de varios fondos activistas en su accionariado, entre ellos el magnate francés dueño de Iliad. La entrada de un socio relevante en su división de torres -Vantage Towers- es un movimiento con el que puede calmar en cierta manera esas ansias. Hoy, la teleco británica cuenta con casi el 82% de las acciones de Vantage. El resto está cotizando en la bolsa del país. De ese porcentaje que controla debe salir la participación que ostente el nuevo socio.

El objetivo inicial, tal y como aseguraba en los primeros meses de año Read, era una fusión con una filial de torres de uno de sus rivales europeos, con Orange como gran candidato. Pero eso no se ha dado y la siguiente alternativa es la rentabilización “pero manteniendo el control conjunto de esa entidad”. Esa es su intención. Pero la mayoría de las ofertas recibidas, según informaba Reuters, procedían de fondos de infraestructuras y de otros gestores que pedían la mayoría. Cellnex ha sido uno de los que ha sido contactado por los asesores de la teleco invitándole a presentar oferta.

Desde la compañía española guardan silencio, pero según ha podido saber La Información, su ‘hoja de ruta’ es similar a la que puso sobre la mesa en la operación de Deutsche Telekom: no pujará ni se peleará con los grandes fondos de infraestructuras (como KKR, GIP o EQT) si no se dan las condiciones que ellos creen indispensables. Y esas pasan por un control sobre la infraestructura y la posibilidad de firmar un contrato de servicios a largo plazo como socio industrial para gestionar y poner a disposición esas miles de torres. Ese, al menos por ahora, no ha sido el esquema.

El baile va a tener lugar durante el próximo mes. La teleco espera recibir en las dos próximas semanas las ofertas para tomar una decisión a lo largo de noviembre, según apuntaban fuentes financieras a Bloomberg. Necesita abrochar una operación después de que no salieran adelante por diferencias en la valoración otras como la fusión con Másmóvil en España o la venta del negocio italiano al dueño de Iliad por 11.250 millones. La de las torres no es la única que tiene entre manos, pues también se encuentra la desinversión del cable español o la unión con Three (Hutchison) en Reino Unido.

Cellnex plantea las mismas condiciones que en Deutsche: control sobre los activos y contratos a largo plazo con Vodafone

Se trata de una transacción especialmente relevante, teniendo en cuenta el tamaño de la operación. El 100% de Vantage está valorada en bolsa en algo más de 13.000 millones de euros. Cuenta con más de 83.000 torres en diez de los principales mercados europeos. En España tiene un total de 8.600, por delante de las 7.700 de Orange. A diferencia de la de Alemania, que era un mercado ‘virgen’ para la cotizada española, este sería un movimiento que -como sucedió en el pasado- implicaría con toda probabilidad una serie de restricciones por parte de reguladores de la competencia locales. Principalmente en Italia donde ya cuenta con 26.000 emplazamientos y sumaría 22.800 de Vantage. Tras la operación de compra de los activos de Hutchison, también podría despertar el interés de la CMA británica -que ya ha obligado a vender algo más de 1.000 emplazamientos redundantes).

Lo que sí que es evidente es que la española y su archirrival, American Tower, se miran de reojo en este baile, pues Vantage es una de las grandes transacciones que se esperaba en el mercado y la victoria le daría un gran espaldarazo al ganador. Ambos sostienen posiciones similares sobre cómo entrar a gestionar las infraestructuras y su visión más industrial. El consejero delegado de la estadounidense, Rod Smith, aseguraba recientemente en un evento con analistas que las condiciones de Deutsche Telekom no funcionaban para ellos precisamente porque faltaba ese control. Él ponía varias condiciones: “Nuestro foco es el de operar los activos; mantenerlos durante el largo plazo, generando ciertos niveles de crecimiento que se soportan en contratos a largo plazo”.

Cellnex busca seguir creciendo en el Viejo Continente, pero no a toda costa. Como aseguró hace meses el consejero delegado, Tobías Martínez, buscan múltiplos racionales con contratos con el mayor plazo posible. Hay que recordar que sólo con los compromisos de construcción de torres a futuro suscritos sus clientes -lo que se conoce por sus siglas en inglés BTS- tiene una inversión en los próximos años de más de 7.000 millones de euros. Su deuda, aunque en su mayoría vinculada a tipos fijos, asciende a más de 16.800 millones, es decir cerca de 7 veces el Ebitda.

Al margen de Telefónica con Telxius, las grandes operadoras de telecomunicaciones en Europa no se han atrevido a hacer una venta total de sus infraestructuras, al entender que se trata de unos activos críticos para sus operaciones. El de Deutsche Telekom es el último de los ejemplos de cómo están optando por abrazarse a un fondo de inversión que permite cristalizar el valor de los activos sin perder el control. Aún quedan muchas torres en manos de las telecos o de gestoras de capital riesgo que en algún momento querrán desinvertir. El próximo baile se centra en Reino Unido. Y Cellnex lo mira muy de cerca.

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