Política de remuneración

Cellnex aprueba un bonus para el futuro CEO tras no pagar el último por la bolsa

El grupo da luz verde a un nuevo plan de incentivos para 2023-2025 con un tope máximo que rondaría los 14 millones. Revisan el paquete retributivo ante la "disidencia" de 'proxys' y accionistas institucionales.

Tobías Martínez
Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex.
Europa Press

Nuevo consejero delegado con nuevo plan de incentivos. El consejo de administración de Cellnex ha aprobado un nuevo bonus para el primer ejecutivo que sustituya a Tobías Martínez. Mantiene los parámetros del anterior, aunque se hace más exigente para llegar al máximo de retribución. Esta medida llega después de que la nómina del actual CEO del ejercicio 2022 se haya visto afectada después de que no se haya abonado el plan de incentivos debido al ajuste severo de la acción en bolsa.

En concreto, el plan de incentivos será para el periodo 2023-2025. Plantea un bonus del 183% de la retribución fija anual y uno máximo del 610% anualizado si se alcanzara un “sobrecumplimiento” de los objetivos preestablecidos. Es decir, ese techo será un 1.118% de la retribución fija del nuevo consejero delegado. Este salario se fijó en el año 2023 en los 1,3 millones de euros. El plazo para la medición de los objetivos va desde el 1 de enero de 2023 hasta el 31 de diciembre de 2025. Se concede un 40% en acciones y un 60% en derechos sobre la revalorización de las acciones.

La Comisión de Nombramientos del consejo revisaron las métricas para asegurar su “alineamiento” con las prioridades estratégicas de la nueva etapa: alcanzar el grado de inversión en el rating con la agencia de calificación S&P; impulsar el crecimiento orgánico de la compañía, esquivando cualquier operación corporativa relevante, y “maximizar” el valor para los accionistas. De esta forma, le dan un peso del 60% a la evolución de la acción -comparada con rivales como American Tower, Crown Castle, Inwit o Vantage Towers-, mientras que el flujo de caja libre representa un 20% y los objetivos de sostenibilidad (ESG) suponen otro 20%, entre consumo de energía verde, el nivel de compromiso con los empleados o la presencia de talento internacional.

Pese a las mejoras ejecutadas en la política de remuneraciones, el consejo de administración tuvo “un nivel relevante de disidencia” principalmente por el multiplicador que marcaba el tope del incentivo al equipo directivo. Las opiniones negativas fueron expresadas por ‘proxy advisors’ y accionistas institucionales durante la segunda mitad de 2022. Finalmente, la Comisión acordó presentar al consejo un modelo con un único nivel de incentivo máximo, equivalente a ese 610% del salario fijo. Esto sólo aplicaría si el retorno total para el accionista es “excelente”: un retorno total del 119% en tres años, equivalente a un 30% en términos anualizados y situar a la empresa en la posición 1 o 2 respecto a empresas comparables.

Este modelo fue aprobado en la sesión del máximo órgano de decisión el pasado martes, según queda reflejado en el informe anual de remuneraciones. Implicará una modificación sobre la política de remuneraciones, que tendrá que llevarse a la junta general de accionistas. No es el único cambio que se ha ejecutado. La compañía ha propuesto también mantener sin incrementos de cuantías la remuneración de los consejeros e incrementar una selección de puestos de alta dirección, cuya retribución total fija se situaba por debajo del ‘top 25’ del mercado.

La Comisión presentó al consejo un modelo con un único nivel de incentivo que equivale, al 610% del salario fijo

Lógicamente este nuevo plan de incentivos no beneficiará a Tobías Martínez al frente de la gestora de torres e infraestructuras de telecomunicaciones. Saldrá el 3 de junio y lo hará con una indemnización de 2,6 millones de euros y la parte proporcional de los elementos fijos del salario correspondiente a ese periodo. “No será elegible de este plan de incentivos, siendo efectivo para el nuevo primer ejecutivo que se nombre en sustitución”, asegura la compañía en el informe. Este nuevo CEO llegará, si no hay ningún retraso ‘extra’, antes del 3 de junio, cuando se haga efectiva la dimisión del actual ejecutivo.

El último ejercicio completo de Martínez acabó sin poder cobrar su incentivo del plan 2020-2022. “El incentivo devengado es cero, al no haberse alcanzado el umbral mínimo de revalorización de la acción establecido al inicio del plan”, explica la compañía. La bajada en bolsa de las acciones rozó el 40% y colocó al grupo catalán en el puesto 9º de los comparables. El consejero delegado insistió este jueves en la presentación de resultados que existía una penalización, pues el grupo era incluido por los inversores en dos ‘categorías’: empresas en crecimiento y endeudadas. “Los algoritmos penalizan a estas compañías”, apostilla. Aún así, defiende que han caído en niveles similares al Nasdaq y a algunas de las empresas 'tech'.

Sin el plan de incentivos debido a la evolución de la acción, Martínez cobró 1,57 millones de euros de retribución variable, junto con los 1,3 millones de euros fijos. A esto se suma la remuneración fija por el consejo de 125.000 euros, la contribución al plan de pensiones de 325.000 euros y la retribución en especie que es de 33.600 euros. La bajada de todo lo devengado es del 32,4% respecto al exitoso año 2021, cuando el ejecutivo rozó los 5 millones de euros en total.

Cellnex cerró el año 2022 con unos ingresos de prácticamente 3.500 millones de euros, un 38% más, gracias a las últimas adquisiciones que llevó a cabo en el ejercicio, como la de las torres de Hutchison en Reino Unido. La gestora de infraestructuras disparó el flujo de caja recurrente casi un 40%, pero mantuvo los números rojos en la cuenta de resultados por las amortizaciones, aunque con una reducción más o menos significativa respecto al ejercicio pasado.

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