2,6 millones de compensación

Cellnex pierde a su 'alma máter' tras la presión por el cambio de hoja de ruta

La gestora de infraestructuras iniciará una búsqueda de un nuevo líder para una etapa con menos gasto en expansión para crecimiento y más optimización de la estructura y de una abultada deuda.

Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex, junto con el presidente.
Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex, junto con el presidente.
Europa Press

Cuando Tobías Martínez se sentó frente a los analistas durante la presentación de resultados de Cellnex en noviembre tenía claro el discurso. Repitió en múltiples ocasiones que el objetivo principal ahora había cambiado: el frenesí de los últimos años dejaba paso al crecimiento orgánico, sin grandes dispendios para compras de activos para operarlos como 'torrera' independiente, y a la mejora del 'rating' de deuda para asegurarse el acceso al mercado de financiación. Se acabó la fiesta. Era una vuelta a los 'cuarteles de invierno' para la que habían presionado analistas y accionistas. Dos meses después de ese giro el ejecutivo catalán tira la toalla. El 'alma máter' de la mayor gestora independiente de infraestructura de telecomunicaciones en Europa se marcha. Y ahora se busca gestor para una fase muy diferente.

En 2015, dos meses antes de su estreno bursátil, arrancaba la carrera compradora de Cellnex. Tras dos adquisiciones menores de activos a Telefónica y Yoigo, aterrizaba en Italia para hacerse con el 90% de las acciones de la división de la italiana Wind. Esa firma en el contrato de compraventa de Martínez se iba a repetir hasta en 40 ocasiones. Incorporar activos sacando la chequera para operarlos con contratos con las telecos a largo plazo. La de la hongkonesa Hucthison es la guinda del pastel. En 2022 se iban a sustanciar las dos operaciones destacadas que quedaban en el mercado europeo: Deutsche Telekom y Vantage Towers (Vodafone). Ninguna de las dos salieron, pues el capital riesgo -con 'megafondos' listos para invertir- irrumpió en escena.

Tras la primera 'derrota' en Alemania, Tobías Martínez trataba de resistirse. "En el corto plazo, la estrategia es más de consolidación en mercados existentes. Pero en dos o tres años, ¿quién sabe cuál será la estructura de mercado?". Dejaba abierta la esperanza a un 'partido de vuelta' realmente cercano que le permitiera mantener viva la llama de la maquinaria de 'M&A' activa. La presión de algunos accionistas se incrementaba para evitar una operación de este calibre y colocar el 'modo conservador' en la gestión. Los inversores que realmente mueven el mercado eran claros: la no entrada en el mercado germano acabó en subidas en bolsa. La carrera por Vantage Towers fue casi como mero espectador por parte de la 'torrera' y fue ahí cuando Martínez y su equipo accedieron a cambiar de libreto.

El CEO hoy dimitido empezaba su intervención apenas meses después de ese 'Who Knows?' con un mensaje claro: "El entorno actual crea un nuevo factor a tener en cuenta. Hemos escuchado al mercado". El libreto ya estaba cambiado. Y aunque Martínez ha sido un fiel defensor de la estrategia de crecimiento no ofreció ninguna pista sobre su decisión de salir. Se daba por hecho que seguiría liderando la compañía en esta nueva etapa. Tenía contrato hasta diciembre de 2024. Es decir, dos años más. Precisamente ese periodo del que hablaba para la vuelta al mercado de los activos de Deutsche Telekom o Vantage. La sorpresa entre los analistas e inversores ha sido evidente. Las acciones se han dejado un 2,45% de su valor durante la sesión de este miércoles.

En caso de dimisión durante la vigencia del contrato, al CEO le corresponden 2,6 millones de euros de compensación, incluida su cláusula de 'no competencia'

En este tiempo de fuerte desgaste por la rápida evolución de la compañía, tampoco se había promocionado un sucesor interno claro, una suerte de 'delfín'. Álex Mestre es su mano derecha y 'número 2' y durante este tiempo ha asumido, al igual que el resto del equipo directivo, un cierto protagonismo. Pero no se ha perfilado como el heredero oficial. En el informe de gobierno corporativo de 2021, la compañía se refería a que en enero de aquel año la Comisión de Nombramientos pidió a la consultora especializada Korn Ferry que compartiese el análisis realizado sobre el plan de contingencia de candidatos externos que podrían sustituir a Martínez. 

El CEO, según queda reflejado en el informe de remuneraciones, rozó los 5 millones de salario total frente a los 1,3 millones de 2017, lo que refleja el fuerte crecimiento del valor de la empresa plasmado en los incentivos a largo plazo cobrados de los diferentes planes aprobados. En caso de dimisión durante la duración del contrato, recibe 2 veces su retribución fija anual (1,3 millones de euros). Este importe incluye la compensación por un compromiso de no competencia de dos años.

En todo este tiempo de mandato del consejero delegado, el núcleo duro de accionistas ha ido modificándose. Los Benetton llegaron a rozar el 30%. Y en aquel año 2018, el propio Martínez reclamó a Criteria Caixa que incrementarse su participación en la compañía para contar con socios de referencia españoles. Ahí, la posición del brazo inversor de Caixabank -que ha logrado jugosas plusvalías- era del 5%. Hoy se sitúa en el 4,7% tras la dilución en una de las 'mega-ampliaciones' de capital ejecutadas, lo que lo coloca como el séptimo accionista. Pese a ello tendrá mucho que decir en el próximo nombramiento del sucesor de Martínez. Los italianos cuentan con el 8,5%, mientras que el fondo soberano de Singapur (GIC) y el activista Chris Hohn mantienen un 7% cada uno.

Criteria Caixa es el primer accionista español en el 'núcleo duro' de la torrera y tendrá mucho que decir en el nombramiento del nuevo CEO

Los nuevos retos

El nuevo consejero delegado que aterrice en junio tendrá muchos retos por delante en la 'nueva Cellnex'. El principal tiene que ver con la gestión de la deuda. El fuerte crecimiento de los últimos años a través de adquisiciones ha implicado captar más de 20.000 millones de euros de pasivo -hoy se sitúa cerca de las 7 veces el Ebitda-. Esto ha puesto a prueba el balance. La compañía con sede en Barcelona se ha comprometido a alcanzar la calificación de grado de inversión BBB- de la agencia de calificación S&P -una mejora desde su actual BB+- y mantener la actual en Fitch. Esto implicará optimización de costes y una mayor disciplina financiera, que desembocaría en una flujo de caja positivo a medio plazo, para un potencial pago de dividendos más generosos.

En el lado operativo, en un escenario con compras muy selectivas y 'oportunistas', el reto se situará en otros terrenos. Por un lado, lidiar con la inflación y cómo ésta puede afectar a los contratos y a sus márgenes. Por el otro, la gestión de los más de 7.000 millones de inversión en torres e infraestructuras nuevas comprometidos con sus clientes. Además, se encuentra la diversificación de negocio con lo que han venido a llamar la 'torre aumentada', que va mucho más allá del mantenimiento del emplazamiento. Y, por último, el nuevo directivo deberá abordar otras renovaciones de contratos. Las que se suscribieron con Telefónica era una primera prueba de fuego. 

Todo ello deberá abordarse con un mercado que ha castigado seriamente las acciones tanto de la propia Cellnex como de otros operadores del mercado como American Tower. Ese escenario macroeconómico, con tipos de interés más altos y una inflación al alza, ha generado cierta desconfianza hacia un modelo como el de la 'torrera'. El sucesor de Martínez tendrá que convencer a todos de que una nueva hoja de ruta sin crecimiento explosivo tiene sentido y lógica a futuro.

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