Operación clave

Cellnex vincula la entrada de Hutchison al cierre de la compra en Reino Unido

La gestora de torres inicia un carrusel de procesos en Irlanda, Suecia y Dinamarca para autorizar las primeras compras de emplazamientos de la hongkonesa.

Tobías Martínez
Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex.
EFE

La adquisición de las torres de telecomunicaciones de Hutchison se antoja clave para el futuro cercano de Cellnex. Y de su éxito dependerá la entrada de la hongkonesa como accionista de relevancia de la gestora española. Pero ese eventual aterrizaje con el 5% de la ‘torrera’ sólo se producirá si, finalmente, se logra el cierre definitivo de la compra de los emplazamientos en Reino Unido, previsto para la primera mitad del año 2022 y que requerirá el proceso más complejo en materia de competencia. El diseño de la operación país por país lleva a que el año 2021 que ahora arranca se vaya a convertir un carrusel de procesos con las autoridades de la competencia y los reguladores.

Después de meses de negociaciones, el pasado mes de noviembre Cellnex anunció la compra por cerca de 10.000 millones de euros las 24.600 torres europeas del operador móvil con sede en Hong-Kong, que están distribuidas en seis países. Se trataba de la operación más compleja y relevante de la historia de la compañía dirigida por Tobías Martínez. Ese pago iba a hacerse con 8.600 millones de euros en efectivo y el resto en acciones. Este último pago es el relacionado con el negocio de torres de Reino Unido -conformado por 6.000 instalaciones repartidas por todo el país- donde precisamente ambas partes se enfrentaron en el pasado por la compra por parte de la española de la gestora de emplazamientos independiente Arqiva.

Esa entrada de Hutchison es delicada, precisamente porque se trataría del primer accionista industrial en el operador español. La propia compañía quiso resaltar ante los analistas que se preserva la “neutralidad” del grupo, porque la hongkonesa no tendrá influencia significativa. Aún así, esta entrada aún debe ratificarse, pues si no se cierra no habrá pago en acciones, según confirman fuentes oficiales de la empresa. El proceso de aprobación por parte de la CMA -autoridad de la competencia- en Reino Unido va a ser exigente. Ya lo fue para la compra de Arqiva por Cellnex, en la que la propia Hutchison alzó la voz ante lo que entendían como una posición de dominio de la española. La previsión es que no haya una luz verde, con o sin medidas paliativas, en el primer semestre de 2022.

La de Reino Unido es la última de un carrusel de autorizaciones cuyos procesos se sustanciarán en los próximos trimestres. En concreto, durante los primeros seis meses del año está previsto recibir la luz verde para la compra de las torres de Hutchison en Irlanda, Suecia y Dinamarca. En la segunda parte del año se añadirían las de Austria e Italia. Esta última también se retrasará más, a ser la más grande en tamaño (8.900 torres). En caso de que alguna de ellas, incluida la de Reino Unido, no llegue a buen puerto, no afectará a las demás. Es decir, se trata de un acuerdo global pero con transacciones individualizadas, que se abonarán de manera independiente y que, una vez haya logrado todos los permisos, se irán incorporando progresivamente en el perímetro de Cellnex, según apuntan las mismas fuentes.

Adquisiciones, clave

Hasta la fecha, Cellnex ha vivido una auténtica carrera de adquisiciones con las que ha ido ganando tamaño en el sector como un operador neutro. En cinco años ha desembolsado miles de millones de euros para hacerse con el control de decenas de miles de torres de telecomunicaciones de telecos europeas, con las que firma contratos de largo plazo para su gestión. Sólo en el año 2020, y exceptuando la operación de Hutchison, se firmaron tres transacciones que sumaron casi 2.000 millones de euros de inversión y la incorporación en su perímetro de 12.000 torres y el compromiso de construcción de otras tantas.

Pese a la intensidad de la carrera, sigue habiendo margen para la consolidación en un mercado, el de las torres de telecomunicaciones, que ha ganado mucha temperatura en los dos últimos años, con las telecos en plena operación para reducir deuda. Por ahora, según confirmó el consejero delegado a La Información recientemente, la prioridad es consolidar las plazas en las que ya están presentes, incluyendo Polonia, Austria o Suecia, que se incorporarán con las compras de los activos de Play y de la propia Hutchison. "Ante nosotros tenemos un reto importante que va a ser consolidar estos seis países de Hutchison, que han confiado en nosotros para que los gestionemos", apuntó.

¿Qué pasa con Telxius?

En esa estrategia de crecimiento inorgánico -que le ha llevado a rozar los 1.150 millones de euros de ingresos aunque con unas pérdidas de 84 millones por las inversiones- su apuesta sigue siendo la de mantener el control, descartando la entrada en el capital de filiales de torres con un porcentaje minoritario. Esto hace que, por ejemplo, se excluya de un proceso por el que irrumpiera como socio de Telefónica en Telxius, compartiendo accionariado con el fondo de inversión KKR o Pontegadea (Amancio Ortega). Hay que recordar que la teleco española ha abierto incluso la puerta en los últimos meses a perder la mayoría del 50,01% que hoy mantiene en su 'torrera' por la incorporación de un tercer socio.

Además de Telxius, la mayoría de las operadoras de telecomunicaciones europeas están moviendo ficha. Vodafone tiene previsto sacar a la bolsa británica su filial de torres (Vantage), donde se incluyen los más de 8.000 emplazamientos que tiene en territorio español. Por su parte, Orange está trabajando en filiales en cada uno de los países donde opera, también en España. Y ya ha contratado a varias consultoras para diseñar el proyecto de escisión. El objetivo es traspasar unas 8.000 torres.

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