De 550 millones

Celsa rechaza el plan de los acreedores "por ser incompatible" con su rescate

La compañía asegura que la concesión de la ayuda estatal no serviría para reducir su endeudamiento, ya que una vez materializada, el apalancamiento convertible sería superior al actual, que es de 1.700 millones.

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Celsa rechaza el plan de los acreedores "por ser incompatible" con su rescate. 
Celsa Group

La siderúrgica española Celsa ha rechazado la propuesta de fondos acreedores por ser "incompatible con la ayuda pública" de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)", ha informado la compañía en un comunicado. Celsa había aceptado en mayo los términos y condiciones fijados por el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la SEPI, para recibir una ayuda de 550 millones de euros. La SEPI concluyó el pasado 15 de marzo el análisis de la solicitud de Celsa para que se le conceda una ayuda con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, que sería la más cuantiosa concedida hasta la fecha. Para obtener dicha ayuda, el fabricante de acero debía llegar a un acuerdo con sus acreedores y, una vez cerrado, la operación se elevaría al consejo gestor del fondo para su aprobación.

En su comunicado, Celsa ha indicado que "una vez conseguida la aprobación por la banca española, los fondos acreedores, entre los que se incluyen los bancos Deutsche Bank y Goldman Sachs, y los fondos oportunistas SVP y Cross Ocean, han formulado, sin embargo, una propuesta incompatible con el marco de la ayuda pública solicitada". "Además de la aplicación de 450 millones de euros procedentes de la ayuda pública y aportación privada al repago de deuda y el mantenimiento de una deuda de 662 millones de euros, la propuesta de los fondos exige la creación de un nuevo instrumento convertible por importe de 900 millones de euros con un tipo de interés anual del 10% y emitido fuera de España", explica la siderúrgica.

Así, según Celsa, "la concesión de la ayuda pública no serviría para reducir el endeudamiento de la compañía", ya que "al término del plazo de la ayuda volvería a tener una deuda convertible incluso superior a la actual, en torno a 1.700 millones de euros". En caso de aceptarse los términos de la propuesta, los fondos que no financiaron al Grupo Celsa sino que compraron su deuda en el mercado secundario con descuentos de hasta el 90% obtendrían, gracias a la concesión de una ayuda pública, rentabilidades del 80% anual, multiplicando por más de cinco la inversión realizada.

Además, la propuesta de los fondos, que exige el desplazamiento del centro de decisiones y de su órgano de administración fuera de España, "es incompatible con la ayuda pública estatal y la vocación estratégica, industrial e inversora del Grupo Celsa", subraya el comunicado. Por todo ello, añade, "la propuesta de los fondos ha suscitado el rechazo unánime y expreso del Comité Ejecutivo y del Consejo de Administración del Grupo Celsa", que han "urgido a los fondos a reconsiderar su posición y no impedir la consecución de la ayuda pública solicitada".

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