Central Lechera Asturiana vuelve a la vaca 'Koketa' para superar la crisis del sector

  • Paulino Badiola, el criador de ‘Koketa’ en su granja familiar y de otras diez ‘campeonas’, ha logrado vencer a la crisis apostando por el 100% natural
La vaca miss de Central Lechera Asturiana
La vaca miss de Central Lechera Asturiana

‘Koketa’ es la ‘miss’ de las vacas. La Gran Campeona de España de la raza

frisona en 2017, propiedad del ganadero asturiano Paulino Badiola, una

auténtica estrella del firmamento bovino que ni se inmuta por los flashes de los fotógrafos que este pasado lunes 22 de enero la inmortalizaban junto al Rey Felipe VI frente a las instalaciones de Central Lechera Asturiana. ‘Koketa’ es la reina de las frisonas por sus características morfológicas, pero también una gran productora de leche de cuyas imponentes ubres salieron el pasado año 17.000 litros de leche, y que lleva producidos en sus seis años de vida más de 70.000 litros, comercializados en forma de brick, botella de plástico, mantequilla o yogur en toda España y en otros 40 países de todo el mundo bajo la marca Central Lechera Asturiana. Una empresa que cumple ahora su medio siglo de vida. Un cumpleaños que la compañía celebró con la visita del monarca a sus instalaciones.

Koketa con el Rey
Koketa con el Rey.

La fundación de Central Lechera Asturiana tuvo lugar en 1967 cuando el

Grupo Sindical de Colonización emprendió la iniciativa de abrir un

productor de leche asturiana a gran escala, con el objetivo de evitar las

grandes oscilaciones de los precios de la leche, causa de una grave crisis a

mediados de los sesenta. Tan profunda quizás como la que vive ahora el

sector en España -en 2012 Central Lechera Asturiana arrojó un millón de

euros de pérdidas-, y que la empresa trata de sortear volviendo a lo natural, “leche y solo leche”, al producto tal y como sale de las ubres rebosantes de 60.000 vacas como ‘Koketa’ repartidas en más de 1.000 ganaderías de todo Asturias. “Si tenemos una leche de calidad, ¿por qué no vender solamente leche y los productos derivados sin ningún calificativo u otros componentes?”, dicen en CAPSA (Corporación Alimentaria Peñasanta), compañía matriz de Central Lechera Asturiana.

Koketa produce 17.000 litros de leche
Koketa produce 17.000 litros de leche

Y así nació el Proyecto de Ingredientes Naturales, donde el valor

diferencial es que lo que tiene el brick o la botella es solamente leche, por lo que las etiquetas de los productos de Central Lechera Asturiana se hallan limpios de otras leyendas sobre conservantes o estabilizadores. “El 98% de nuestros productos”, señala José Armando Tellado, director general de la firma, “no tiene aditivos artificiales, conservantes ni estabilizadores, en una apuesta por lo natural desde la alimentación y la vida saludable de los animales en las explotaciones. Somos la única marca láctea con esta oferta de productos 100% naturales”.

"Defendemos lo natural desde la ganadería hasta la mesa", le dijo el

presidente de la corporación y también ganadero, como marcan sus

estatutos, Bertino Velasco, a Felipe VI durante su visita a la fábrica de

Granda (Asturias) . ”Creemos que sólo respetando el origen natural de lo que comemos, las personas tendrán una mejor alimentación y mejor calidad de vida", aseguran en CLAS. Pero cuando no sea posible por su composición y su funcionalidad, “ofreceremos una alternativa 100% natural dentro de nuestra gama de productos”. Así, frente a productos como la mantequilla funcional, nata de montar 35% MG, nata spray y leche evaporada (sus únicos productos que no son 100% naturales), ofrecen una alternativa que sí lo es como la mantequilla tradicional, nata de montar 38% MG y nata de cocina.

Desde la corporación se muestran orgullosos de su origen y de su “corazón” cooperativista, ya que son los 1.200 socios ganaderos los que se encargan de surtir de leche a la corporación. Una empresa que vende 900 millones de litros de leche al año, que ha crecido en beneficios a un ritmo medio del 10% en los últimos tres años -a pesar de la crisis-, con una planta moderna que llega a embotellar 35.000 botellas a la hora y que sostiene a 1.200 ganaderías con más de 60.000 vacas.

CAPSA tiene una facturación de 645 millones de euros, recoge 900

millones de litros al año, cuenta con 1.100 ganaderos asociados activos,

1.300 empleados, y una cuota de mercado de un 13,2% en leche líquida, un

12,3% en nata y 17,8% en mantequilla, según los datos de la compañía de

2016. Frente a sus principales competidores españoles, tenía una cuota de

mercado en 2016 en el 12,8%, frente al 7,1% de Pascual y el 6,3% de

Puleva.

Según reputation institute

Top en excelencia

Central Lechera Asturiana es, además, la empresa con mejor reputación de
España según concluyó la consultora Reputation Institute en su estudio
anual RepTrak España 2017, que analiza la reputación de las principales
compañías que operan en el país. Según esta compañía, el 'top ten' de la
excelencia en España está liderado por Central Lechera Asturiana
(83,42/100 puntos RepTrak Pulse, el indicador que cuantifica la estima,
confianza, admiración y buena impresión que despierta una empresa),
seguida, en este orden, por Decathlon (81,6 puntos), Daimler-Mercedes
(81,4 puntos), Walt Disney (81,3 puntos), Danone (80,5 puntos), Amazon
(80,5 puntos), Sony (80 puntos), Michelin (78,8 puntos), Mahou-San
Miguel (78,3 puntos) y BMW (78,2 puntos).

La etapa más dura

Asturiana, a pesar de su posición de liderazgo, no pudo escapar de la

profunda y larga crisis que vive toda la cadena del sector lácteo, desde los

ganaderos a la industria, debido a los precios bajos, por los excedentes de

leche, de un lado, y por la batalla de precios que libran las grandes cadenas de distribución en la venta.

Esta crisis llevó a Central Lechera Asturiana a tocar fondo en 2012, cuando llegó a perder un millón de euros, después de estudiar varias fusiones, entre ellas con Pascual, Feiraco o Puleva o invertir 100 millones de euros para liderar el mercado de las leches enriquecidas. La situación requería un volantazo y CLAS lo dio. Sustituyó su dirección (José Armando Tellado remplazó al frente de la misma a Pedro Artals) y elaboró un plan estratégico en el que los puntos clave serían la innovación y la tradición (“leche y solo leche sin aditivos”), además de la mejora en la distribución y el apoyo a los ganaderos. Todo ello corolado con una máxima: “Ofrecer la mayor calidad posible en todo el proceso: desde la alimentación y bienestar del ganado hasta que el producto llega al consumidor”.

El plan, a cinco años, comenzó a aplicarse en 2015 y los números

comenzaron a cuadrar. CAPSA ha aumentado sus ventas en volumen, 900

millones de litros de leche y derivados, pero factura algo menos en dinero

contante y sonante debido a la mencionada bajada de precios en el sector.

Así, ha pasado de 677 millones de euros en 2013 a los 645 millones en

2016, aunque debido al proceso de optimización el beneficio bruto pasó de 23,5 a 35 millones de euros, y el beneficio neto de 3,5 a los 13,6 millones de euros de 2016, según los datos facilitados por la empresa.

Cifras que esperan haber mejorado en el año 2017 que acaba de finalizar.

La empresa se ha centrado en la distribución en la hostelería y en el gran

consumo y ha hecho un esfuerzo en innovación, invierte en este campo 20 millones anuales y ha creado la sociedad Innova, y otros 40 en promoción publicidad y marketing. CAPSA comercializa, además de Central Lechera Asturiana, a través de la que vende 600 de sus 900 millones de litros; marca blanca en una sociedad junto a Feiraco y Leche Celta (trabajan con todas las grandes distribuidoras excepto Mercadona); Innova (productos industriales) y Larsa y Ato. Además, dentro de su política de diversificación, también comercializa yogures, quesos y mantequillas y leches ‘especiales’ de soja, avena, arroz o almendra mediante la marca ALPRO.

Fábrica de Central Lechera Asturiana
Fábrica de Central Lechera Asturiana.

Inventó la botella de plástico no retornable

Central Lechera Asturiana, que ‘inventó en el 69 la botella de plástico no

retornable, exporta a 40 países de todo el mundo, aproximadamente el 10% de su producción y tiene planes para expandirse en Asia y en América

invirtiendo 100 millones de euros. Recientemente ha firmado un contrato

con una importante empresa de Qatar para comercializar en este país sus

productos, tanto en distribución como en hostelería, y estudia dar el alto a otros países de la región como Omán y los Emiratos Árabes Unidos.

Una empresa, en fin, que ha renunciado a los ingredientes artificiales,

busca el bienestar animal y es parte fundamental del tejido productivo

asturiano y de la renta agraria de esta región y en la que, quizás por su

carácter cooperativista, la leche se sigue pagando a los ganaderos a un

precio “digno”.

“La crisis en el sector en España es brutal y hemos pasado de 100.000 explotaciones ganaderas a las 14.000 existentes porque el precio a la que compran la leche la mayoría de las empresas no cubre los gastos de explotación y los ganaderos se cansan y lo dejan”, explica Paulino Badiola, el criador de ‘Koketa’ en su granja familiar, así como de otras diez ‘campeonas’ que le han hecho llevarse ya una veintena de premios al mejor criador de raza frisona de España. “A nosotros”, explica Badiola, que produce en su granja de Gozón, Luanco (Asturias) 10.600 litros de leche cada día (tras ordeñar a 260 vacas), que vende a Central lechera Asturiana y que “ésta nos paga a un precio medio de 35 céntimos el litro, dependiendo de la calidad que tenga”, (porcentaje de proteína y grasa y condiciones higiénico-sanitarias de la misma). “Gracias a Central Lechera Asturiana nuestra situación es algo mejor, pero en el resto de España se está pagando la leche al ganadero a 31 céntimos el litro. Una ruina para los ganaderos”, sentencia. Eso sí, advierte, “Central Lechera Asturiana busca la máxima calidad en sus productos y nosotros, los ganaderos, debemos de buscar también la máxima excelencia en las ‘productoras’, que son las vacas”.

Unas vacas, que como ‘Badiola Atwod Koketa’, que ese es su nombre

oficial haciendo referencia a su criador y a su genealogía, tienen una vida

útil de unos 8 años. “Normalmente una vaca se considera vieja cuando ha

tenido ya 6 o 7 crías, aproximadamente a los 8 años”, para entonces habrán producido ya más de 100.000 litros de leche. ‘Koketa’, como explica Badiola, “ha dado ya más de 70.000 litros” por lo que todavía le quedan dentro unos cuantos para seguir llenando los briks y las botellas de Central Lechera Asturiana que nos encontramos los consumidores españoles en uno de cada tres establecimientos de nuestro país para llenar las tazas del desayuno y endulzar con el ‘oro blanco’ el café de media mañana.

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