Más de 4,5 millones de euros. Es la cifra que se embolsó el consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, tras vender el 62% de sus acciones de la compañía este lunes, el día en que la farmacéutica se disparó en bolsa tras divulgar los resultados preliminares positivos de su vacuna anticovid, cuya efectividad supera el 90%, un dato muy superior al que esperaban las autoridades y que generó una oleada de optimismo en todo el mundo y desató la euforia en los mercados.
Según documentos de la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC), el ejecutivo griego vendió 132.508 acciones a un precio unitario de 41,94 dólares, cerca de su cotización máxima. De esta forma Bourla, que lleva 25 años en la compañía, se queda con una posición de 81.812 acciones. Asimismo, los registros de la CNMV estadounidense confirman también la venta por parte de Sally Susman, vicepresidenta de Pfizer, de un paquete accionarial de 43.662 títulos al mismo precio, lo que equivale a un total 1,5 millones de euros. Susman mantiene en la compañía una participación directa de 108.096 acciones y controla de manera indirecta otros 708 títulos de Pfizer.
La operación estaría avalada por la regla 10b5-1 del mercado de valores estadounidense, que fija las condiciones para que los ejecutivos de empresas cotizadas puedan operar sin infringir las normas sobre el uso de información privilegiada. Según aseguró un portavoz de Pfizer a diversos medios, Bourla es propietario de una "cantidad sustancial de acciones" bajo diferentes planes de ahorros y había autorizado a la firma gestora de los mismos a vender una parte si alcanzaban "un cierto precio", por lo que ahora le quedan unos 82.000 títulos, lo que representa "nueve veces su salario".
Los ejecutivos de las grandes firmas suelen vender acciones por intervalos a través de este tipo de planes de gestión de capital que se acogen a la ley, pero algunos deciden retrasar esos movimientos para evitar que parezca que aprovechan acontecimientos que disparan sus precios.
Hace unos meses, algunos ejecutivos de Moderna vendieron grandes cantidades acciones tras anunciar resultados prometedores en una fase inicial, lo que generó críticas e incluso una advertencia del presidente de la SEC, Jay Clayton, para que las empresas practiquen "buena higiene corporativa" en "estos tiempos".
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