La UGT, en contra de las formas

La CEOE se levanta de la mesa de diálogo social por el pacto del Gobierno con Bildu

Antonio Garamendi, CEOE
Antonio Garamendi, CEOE
Europa Press

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha adelanto este jueves que la patronal da por suspendido el diálogo social después de que el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos haya pactado con EH Bildu la derogación de la reforma laboral, tal y como informa la agencia Europa Press. Garamendi, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha indicado que el diálogo social "está en suspenso" y se ha preguntado para qué se van a sentar en una mesa "si ya está decidido lo que se va a hacer en la mesa, si el menú del día está preparado". "Que no sigan contando con nosotros", afirmó visiblemente enfadado.

El acuerdo entre PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu que pone la primera piedra para la derogación de la reforma laboral del 2012 impulsada por el Gobierno de Rajoy ha levantado ampollas en sindicatos y Patronal. Todos ponen el grito en el cielo, pero cada uno por una cosa distinta. Mientras que CEOE y Cepyme hablan de "las consecuencias negativas incalculables para la economía española" que acarrea el movimiento; la UGT no oculta que su organización pedía desde hacía tiempo la derogación de la reforma, pero reconoce que no debería de utilizarse como moneda de cambio para ampliar 15 días el estado de alarma. La ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos), por su parte, se ha alineado con las patronales y avisa del "daño a autónomos, empleo y trabajadores" que va a provocar el pacto.

En lo que sí que están todos de acuerdo es en el "desprecio indignante al diálogo social" –tal y como lo han calificado CEOE y Cepyme– que según los agentes sociales refleja la forma en la que se ha firmado el pacto. Para las dos organizaciones empresariales es "indignante" que el Ejecutivo prescinda de su opinión acerca de algo tan trascendental como la reforma laboral y su derogación en "el momento más delicado de la economía española y, por tanto, cuando este diálogo se hace más necesario". Pero las críticas de las patronales ni mucho menos se reducen a eso. También advierten que el acuerdo "desoye" las recomendaciones de la Comisión Europea, en las que plantea la necesidad de fundamentar la recuperación a medio plazo en medidas de apoyo al empleo tomadas de acuerdo con la totalidad de los actores implicados.

CEOE
CEOE / Twitter

En su documento, CEOE y Cepyme tildan el acuerdo de "irresponsabilidad mayúscula" con terribles consecuencias para la economía española y en la "confianza empresarial internacional y nacional, que impactarán de forma profundamente negativa en el empleo". "En estos momentos, en los que el propio Gobierno aborda con patronal y sindicatos medidas de flexibilidad en el ámbito laboral para garantizar la subsistencia de miles de empresas y millones de empleos, en los sectores más castigados por el Covid-19, es totalmente incoherente y contrario suscribir un acuerdo para dar un paso atrás e incrementar la rigidez en el mercado laboral", concluye el texto.

UGT critica el sinsentido del pacto

Si bien es cierto que, por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, no oculta que su organización viene demandando desde hace mucho la derogación completa de la reforma laboral; también lo es que no aprueba que para conseguirla se haya tenido que utilizar la prórroga del estado de alarma como moneda de cambio. Según recoge Europa Press, el sindicalista cree que "habría que distinguir entre las negociaciones sobre un tema tan serio como las relaciones laborales y lo que es la vida política". El presidente de UGT remarca que "se aprueba un intercambio de cosas que desde luego tienen poco ver entre sí".

En cuanto a su conocimiento del acuerdo, Álvarez asegura que desconocía por completo que se fuera a alcanzar: "No teníamos conocimiento (...) del propio texto del acuerdo, si se le puede llamar texto a esos tres párrafos", ha señalado Álvarez en declaraciones al programa 'La cafetera' de Radiocable. Ante la reacción de CEOE y Cepyme, el sindicalista ha pedido "mesura" a las patronales y, sobre todo, que no rompan el diálogo social, toda vez que su sindicato podría haber aprovechado las circunstancias en más de una ocasión para levantarse de la mesa y no lo ha hecho. "Los empresarios necesitan diálogo y yo estoy convencido de que la CEOE, más allá de esta reacción, va a continuar en la senda", ha confirmado. Sin embargo, su petición no ha sido atendida por parte de la patronal de empresarios que, como se explica en líneas superiores, han terminado por romper el diálogo

"El 70% de los autónomos no mantendrán el empleo"

El presidente de la APA, Lorenzo Amor, desaprueba el pacto y lo tilda de "la peor noticia" en un momento en el que las empresas necesitan "flexibilidad interna". "Lo vamos a pagar todos", avisa. En este sentido y ante la crisis por el impacto del Covid-19, lamenta que el 70% de los autónomos no van a poder mantener el empleo, dado que es "imposible" no reducir la plantilla con las restricciones del estado de alarma y las recogidas en las distintas fases del plan de desescalada. "Muchos no van a poder pagar nóminas, ni alquileres, ni la Seguridad Social", apunta.

Sánchez "falla más que una escopeta de caña". Aunque Amor reconoce que la crisis no viene con "un manual de instrucciones", reprocha al Gobierno que no acierte en sus decisiones y le ha recriminado la "falta de diálogo y consenso". La medida, señala, se suma a la "inseguridad jurídica semanal" del sector empresarial, lo que está provocando, según Lorenzo Amor, "una incertidumbre y una desconfianza tremenda".

En definitiva, sea por las formas o por el contenido, el anuncio de acuerdo entre PSOE, Unidas Podemos y Bildu no le ha sentado bien a nadie. Además de las ya citadas, otras asociaciones de empresarios españolas han suscrito las palabras del comunicado de CEOE y Cepyme. Es el caso de CEAJE (Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios) o de las entidades regionales del sector empresarial leonés, melillense y murciano, pero también de otras como el Instituto de Empresas Familiares. Con todo, los empresarios se han cerrado en banda ante la posibilidad –ya prácticamente convertida en realidad a pesar de las discrepancias entre los socios de Gobierno– de derogar por completo la reforma laboral del 2012.

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