Cepsa abre la puerta a compras o alianzas al asumir su poca capacidad para crecer

  • Historicamente ha logrado avanzar a través de adquisiciones de compañías y volverá a dicha senda ya que su crecimiento inorgánico será reducido. 
Sede de Cepsa
Sede de Cepsa
CEPSA - Archivo

Cepsa saldrá a bolsa el próximo 18 de octubre y suscitará un gran interés ya que se trata de la mayor OPV desde que debutara Aena en febrero de 2015, tras colocar un 49% del capital el Estado por casi 4.300 millones de euros. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha dado su visto bueno al folleto, que como es habitual, recoge todos los riesgos de la compañía de cara a su inminente debut bursátil. 

La petrolera, que regresa al parqué tras abandonarlo en 2011, alerta entre sus numerosos focos de incertidumbre que el éxito de su estrategia de expansión de cara al futuro depende, en gran parte, de su capacidad para crecer a través de adquisiciones, inversiones y alianzas estratégicas con otras compañías, lo que en el argot económico se conoce como 'joint venture'. 

Históricamente, tal y como recoge Cepsa, ha logrado crecimiento a través de compras de otras compañías y "algún avance futuro ocurrirá inorgánicamente", por lo que éste podría ser muy reducido. De todos modos, las adquisiciones no serán sencillas ya que plantean numerosos desafíos administrativos y financieros. Por tanto, la 'lupa' de su equipo directivo se centrará en evaluar con precisión las posibles operaciones, en cuantificar los problemas legales o regulatorios que puedan surgir y en la necesidad de las respectivas autorizaciones. 

Además, toda compra entraña otros riesgos adicionales como son la necesidad de integrar la infraestructura de la compañía comprada (no solo a nivel de empleados sino de activos, pasivos o sistemas de gestión), con su correspondiente cultura empresarial.  

La petrolera, al igual que cualquier empresa, no tiene la 'varita mágica' para garantizar que las adquisiciones tengan éxito o que las sinergias de la operación sean las esperadas. De hecho, estos esfuerzos podrían desviar la atención del día a día y afectar (negativamente) a las actividades operativas que sean claves, sobre todo si se trata de apuestas internacionales. 

Al problema de encontrar una compañía que resulte atractiva y cumplir con el lema 'buena, bonita y barata', se une el problema de la búsqueda de financiación para acometer dicha operación o cumplir con su día a día ya que "nuestras actividades comerciales requieren de importantes gastos de capital", tal y como destaca la petrolera.

El equipo directivo de Cepsa espera financiar "una parte sustancial de estos gastos de capital con los flujos de efectivo de nuestras actividades operativas. Sin embargo, si nuestras operaciones no generan suficientes flujos de efectivo, es posible que tengamos que financiar más de nuestros gastos de capital planificados de fuentes externas, incluidos los préstamos bancarios y las ofertas de deuda o valores de capital en los mercados".

Por tanto, si la compañía no obtiene la financiación necesaria, es posible que tenga que reducir sus gastos de capital previstos. "Cualquier rebaja de este tipo podría afectar negativamente a la capacidad para seguir nuestra estrategia y expandir nuestro negocio, lo que afectaría adversamente a nuestro negocio, condiciones financieras y a nuestras perspectivas". 

El momento de su salida al parqué de Cepsa parece el idóneo, visto que el precio del petróleo ha alcanzado máximos de cuatro años y ya cotiza en torno a los 85 dólares por barril. Aun así, también corre el riesgo de que los países productores de petróleo, entre ellos el bloque de la OPEP, abran el grifo y el precio caiga, algo que de momento no parece descontar el propio mercado. 

Mostrar comentarios