Cepsa ha encomendado a Rothschild la venta de todas sus centrales eléctricas, según distintas fuentes financieras consultadas por La Información. La operación supone un paso más en el giro verde que está acometiendo la petrolera que preside Philippe Boisseau, una transformación integral alineada con la apuesta por las renovables y la descarbonización de la economía. Rothschild conoce el terreno. Hace dos años, la entidad anglo-francesa asesoró a Mubadala en la venta del 40% del capital de Cepsa a The Carlyle Group, una transacción por la que el fondo soberano de Abu Dabi recibió casi 4.300 millones de euros.
La petrolera no ha hecho distinciones. Cepsa ha puesto en venta sus nueve plantas de generación eléctrica, un paquete que incluye ocho centrales de cogeneración -que suman más de 300 MW- y una planta de ciclo combinado -que cuenta con un grupo de potencia de 400 MW-. Se trata de dos procesos diferentes aunque ambos se basan en la combustión, lo que explica que estas tecnologías hayan cedido posiciones en los últimos años ante el auge las renovables dentro del mix de generación eléctrica. Pese a la magnitud de la potencia en juego, las fuentes consultadas apuntan a que el encargo de la petrolera a Rothschild es "pequeño y difícil de ejecutar".
La venta que prepara Cepsa de la mano del banco de inversión forma parte de un nuevo plan estratégico que la petrolera tiene previsto revelar de forma inminente. España avanza hacia el apagón térmico, una transición que ha llevado a todas las centrales del país a afrontar su desmantelamiento o, en el mejor de los casos, a permanecer latentes para garantizar el suministro en un momento de crisis como el que se vivió durante la borrasca de Filomena. En cifras, el pasado 2020, el peso conjunto de los ciclos combinados (17,8%) y la cogeneración (10,8%) en el sistema eléctrico nacional fue del 28,6% frente al 43,6% que alcanzaron las renovables. La meta del Gobierno es que el 74% de toda la generación eléctrica sea de origen renovable en 2030.
En plena transición verde, la crisis sanitaria de la Covid-19 supuso un nuevo obstáculo que golpeó con fuerza a alguna de las áreas de negocio clave para la petrolera. De hecho, en sus últimas cuentas anuales, Cepsa indicó que la caída en los precios de remuneración del pool (mercado mayorista de la electricidad) aplicables a las plantas de generación eléctrica (cogeneración y ciclo combinado) del grupo "ha motivado una reevaluación del valor recuperable de dichas plantas, tratadas de forma individual".
Tras revisar los nueve activos ahora en venta, Cepsa anotó un deterioro de 4 millones de euros, correspondientes a la planta de ciclo combinado. Se trata de la central Puente Mayorga Generación situada en el interior de las instalaciones de una de las tres refinerías que el grupo tiene en Huelva, la de Gibraltar-San Roque. Cepsa se hizo con el control total de esta planta en 2015. La instalación se puso en marcha en abril de 2017 después de un parón de más de tres años en los que se llevó a cabo la reconstrucción de la línea de alta tensión de la zona.
Cepsa busca comprador para un paquete de ocho centrales de cogeneración (más de 300 MW) y una planta de ciclo combinado (400 MW)
A fin de acelerar la transición energética, el Estado ha ido rebajando los mecanismos de compensación económica que históricamente han alimentado a las centrales de generación eléctrica. Pese a la fiebre renovable, organismos con amplias competencias en el sector energético como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), así como grandes consultoras de la talla de Deloitte han alertado de la pertinencia de mantener en el mix las plantas de generación convencional ya instaladas para garantizar la seguridad del suministro.
El grupo clausuró el año pandémico con pérdidas por valor de 919 millones, pero el arranque de 2021 ha devuelto a la petrolera a la senda del beneficio. Cepsa ganó 53 millones de euros en el primer trimestre del año en curso, aún lastrada por los débiles resultados de su negocio Comercial que sigue afectada por las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia. A lo largo del pasado año, la empresa mejoró su estructura de capital, elevando su liquidez con la ejecución de tres emisiones de 500 millones en bonos con vencimiento en 2026, la última de las cuales tuvo lugar en julio.
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