Cerberus da un paso atrás en la compra de Telefónica México y Advent gana peso

  • El saneamiento previo de la filial mexicana es la clave que ha terminado por complicar la negociaciones en las últimas semanas.
El presidente de Telefónica busca cerrar la venta en las próximas semanas
El presidente de Telefónica busca cerrar la venta en las próximas semanas
EFE

La negociación para la venta de la filial mexicana de Telefónica sigue su curso. Y los movimientos no dejan de sucederse. El fondo estadounidense Cerberus ha dado un paso atrás en la carrera por hacerse con los activos de la española. El saneamiento de la sociedad con la que la teleco opera en el mercado latinoamericano se sitúa entre los puntos decisivos. En este contexto, el también gigante norteamericano de la inversión Advent ha ganado enteros como potencial aspirante.

Cerberus era, hasta ahora, uno de los que mejor colocados estaban ante esta adquisición. El fondo, el mayor comprador de carteras de ladrillo procedente de la banca española, había ganado bastantes enteros. Pero ha surgido en el camino, según confirman a La Información fuentes conocedoras de los movimientos, un pequeño escollo que le ha hecho perder parte de su ventaja. Es el saneamiento de estos activos, que han necesitado de varias ampliaciones de capital durante los últimos años.

El saneamiento de México, pieza clave

La filial principal mexicana, Telefónica Móviles México SA, ha requerido diversas inyecciones por parte de la matriz de la teleco. En 2017 recibió 129 millones de euros, mientras que un año antes sumó 548 millones. En total, durante el último lustro ha aportado 2.000 millones, según queda reflejado en sus cuentas anuales presentadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Ninguno de los últimos ejercicios se ha cerrado sin ampliaciones de capital en la sociedad mexicana. Y Cerberus ha mostrado sus reticencias durante las conversaciones ante las necesidades de saneamiento de la filial que habría que abordar tras cerrar la operación de compra. Unas inyecciones que se sumarían al precio final negociado con la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete.

Advent entra en escena

En este contexto, el fondo también norteamericano Advent ha dado un paso al frente, tal y como precisan las fuentes. El ‘private equity’ se ha convertido en uno de los potenciales compradores en esta carrera. No es nuevo en el sector de las telecomunicaciones. En las dos últimas décadas ha sido accionista de una quincena de compañías, entre las que se encuentra Jazztel, comprada por Orange en España en el año 2015.

Advent levantó en 2014 un fondo en Latinoamérica de 2.100 millones de dólares, especializado, entre otras áreas, en las telecomunicaciones. A esto hay que sumar el otro fondo de 13.000 millones que tiene activo para Europa y Norteamérica, principalmente. Su especialidad no sólo son inversiones en capital para compañías en crecimiento, sino también recapitalizaciones.

Entre las ‘aventuras’ inversoras de Advent en España se encuentra la sociedad de tasación inmobiliaria Tinsa, que adquirió a finales de 2010 por unos 100 millones de euros y vendió cinco años y medio más tarde al fondo Cinven por una cuantía que no se hizo pública. A esto suma el 45% del fabricante de explosivos Maxam, de la que también salió el pasado verano tras la venta a Rhone Capital con una valoración total de la compañía que rondó los 600 millones de euros.

Una operación muy 'vigilada'

Sea como sea, esta operación ha despertado un enorme interés. Después de la venta de Telxius en 2016, sería la mayor desinversión que completa la compañía en los últimos años. Y los inversores tienen depositadas parte de sus esperanzas de que sea un revulsivo para la reducción de la deuda financiera del grupo, que superaba la barrera de los 42.000 millones de euros a cierre del tercer trimestre. Y para muestra, el particular 'rally' en bolsa: las acciones se sitúan en máximos desde mayo.

El objetivo es, por tanto, cerrar cuanto antes la venta de la filial en un mercado sacudido por la enorme competencia entre América Móvil, en manos del magnate mexicano Carlos Slim, y la operadora estadounidense AT&T, que ha desembocado en una dura guerra de precios que ha golpeado a la teleco española. Una batalla que ha desembocado en caídas superiores al 6% en ingresos durante el último año y en una caída significativa en la cuota de mercado móvil.

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