9.000 millones de deuda

La pionera del 'fracking', Chesapeake Energy, se acoge a la ley de bancarrotas

Chesapeake, que continuará operando con normalidad durante el proceso, tiene un valor de mercado de 116 millones de dólares de capitalización, aunque llegó a valer 37.000 millones en Wall Street.

Fotografía de fracking
Fotografía de fracking
L.I.

La empresa energética estadounidense Chesapeake Energy, impulsora de la técnica de extracción conocida como "fracturación hidráulica" o "fracking", se ha acogido a la ley de bancarrota. Lo hace muy afectada por las deudas después de haberse llegado a coronar como la segunda mayor productora de gas de EEUU. Chesapeake, con sede en Oklahoma, acudió a un tribunal de bancarrotas de Texas y se comprometió a hacer una restructuración para sanear sus cuentas y salir del proceso "como una empresa más fuerte y competitiva", lo que pasa por eliminar 7.000 de los casi 9.000 millones de dólares que acumula en deuda, de acuerdo a un comunicado de la firma.

La crisis del coronavirus y el desplome de los precios de la energía que ha causado al paralizarse las principales economías del mundo ha dado la estocada final a la compañía. La energética fue fundada en 1989 por el fallecido magnate Aubrey McClendon, uno de los grandes protagonistas del despegue en EEUU del negocio del "fracking". Esta técnica de extracción consiste en inyectar agua, arena y compuestos químicos a gran presión para causar fracturas en la roca y liberar así el gas natural y el petróleo que yace en ellos, con gran impacto ambiental.

La situación de Chesapeake no es única. Un informe de Bloomberg apunta a que las empresas del esquisto americano continúan mostrando muchas dudas para afrontar sus correspondientes pagos de deuda, lo que provoca un gran problema para ciertos bancos de inversión de Wall Street. "De hecho, muchos analistas americanos consideran el fracking una gran burbuja de deuda que terminará pinchando tarde o temprano", apunta Diego Morín, analista del bróker IG.

Una historia marcada por la crisis financiera... y la Covid-19

En torno a 2008 esta firma era la segunda mayor productora estadounidense de gas y tenía vastos terrenos equivalentes al estado de West Virginia, pero su rápida expansión de negocios, que sobrecargó la demanda, se vio golpeada por la crisis financiera y por la competencia de rivales energéticas que se dedicaban al lucrativo esquisto. 

Tras la muerte por accidente en 2013 de McClendon, que había sido imputado por infringir supuestamente normas antimonopolio, el ejecutivo Doug Lawler tomó las riendas de Chesapeake y en los últimos años intentó reducir la ingente deuda a través de recortes y ventas de activos, hasta que llegó la pandemia de COVID-19.

Chesapeake, que continuará operando con normalidad durante el proceso de bancarrota, tiene un valor de mercado de 116 millones de dólares después de haber perdido prácticamente el 93% de su capitalización desde el comienzo del año. En su mejor momento en bolsa llegó a superar los 37.000 millones de dólares.

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