Los cierres de Endesa e Iberdrola ahogan las escasas minas de carbón viables

  • Los Gobiernos autonómicos reclaman al Ejecutivo central que mantenga instalaciones en las comunidades más afectadas.
Central térmica de Andorra (Teruel).
Central térmica de Andorra (Teruel).
EFE

El cierre de centrales térmicas de carbón de Endesa, Iberdrola y Naturgy es el certificado de defunción del sector de la minería del carbón en España. Puede serlo incluso para las pocas explotaciones que podrían continuar con la actividad sin recibir ayudas del Estado y devolviendo las recibidas en el periodo 2011-2018, tal y como exige Bruselas. Simplemente, no tiene sentido extraer carbón si no hay donde emplearlo. La compañía minera Samca (Ariño, Teruel) y la empresa Hijos de Baldomero García (León) son de las pocas explotaciones que contemplan la posibilidad de seguir activas.

El caso de las dos compañías mineras estuvo sobre la mesa de la última reunión que mantuvieron los presidentes de Aragón, Javier Lambán (PSOE); de Asturias, Javier Fernández (PSOE), y de Castilla-León, Juan Vicente Herrera (PP), con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. El mensaje de los presidentes autonómicos a la ministra Ribera fue claro: el Gobierno debería procurar que los cierres de centrales térmicas anunciados por las eléctricas no sea tan abrupto como para ahogar toda la actividad minera a corto plazo.

La compañía Samca, del empresario Ángel Luengo, estaría dipuesta, según fuentes al tanto de los contactos entre el Gobierno central y los autonómicos, a devolver las ayudas de entorno a ocho millones de euros cobradas desde 2011 para continuar con la actividad de la mina a cielo abierto de Santa María (Ariño, Teruel). Pero para ello debería seguir abierta, más allá de junio de 2020, la central térmica de Andorra, propiedad de Endesa-Enel.

Mapa de cierres

En estos momentos el mapa de cierres de centrales térmicas afecta a cinco instalaciones. Endesa y Naturgy tienen ya la autorización para cerrar la central de Anllares (León) y hay solicitudes de cierre para  las centrales de Compostilla (Endesa, Teruel); Andorra (Teruel); Velilla (Palencia, Iberdrola), y Lada (Iberdrola, Asturias). Bruselas exige costosas inversiones para mantener la actividad o limitar su actividad a menos de 1.500 horas al año... y las empresas no están dispuestas al desembolso.

Gráfico carbón.
Gráfico carbón.

Las comunidades más afectadas por la agonía del carbón son Asturias, Castilla-León y Aragón. Por eso los presidentes de las comunidades solicitan al Gobierno flexibilidad a la ahora de autorizar cierres y presión en Bruselas para pactar un calendario de devolución de ayudas que podría prolongar la actividad -y el empleo- en algunas comarcas mineras. De los 2.000 mineros que quedan en España, casi el 80 % (1.615) trabaja en Asturias y el resto en Castilla y León (320 mineros) y Aragón (89).

La inquietud por el futuro de algunas explotaciones mineras de Aragón y de Castilla-León contrasta con la calma pactada en la minera pública Hunosa. La compañía, propiedad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ha acordado con CC OO y UGT el mantenimiento de la actividad en el pozo San Nicolás y la clausura de los de Carrio y Aller en un plazo de dos años.

Plan de negocio

El plan de negocio que la compañía está obligada a mandar a Bruselas justifica la continuidad de la actividad del pozo San Nicolás en el hecho de que eran las otras explotaciones -Carrio y Aller- las que perdían dinero y no el de San Nicolás, pese a producir un carbón que se quema en la propia explotación como escombro. Si Bruselas tumbara el plan de Hunosa -algo que no descartan algunas de las fuentes consultadas en torno al caso- la compañía pública podría ser obligada a devolver hasta 400 millones de euros.

Pero, de momento, la minería pública asturiana -y sus 1.300 empleos- gana tres años. El plan social de prejubilaciones de la empresa llega hasta 2020 y el cierre total hubiera dejado en una situación difícil a 850 trabajadores en activo. Se gana tiempo, pero el horizonte de la minería del carbón parece claro. En menos de tres décadas, han cerrado 130 explotaciones de carbón. Han pasado de 146 a principios de los años 90 a una decena en 2018, según los últimos datos disponibles.

Las grandes compañías eléctricas otean el fin del negocio. Por eso, fuentes del PSOE que han participado en los debates sobre la transición energética y sus consecuencias consideran más que probable que a partir de 2021 sólo se mantengan activas cuatro centrales térmicas de carbón de las 15 actuales- localizadas en Asturias, Galicia y Andalucía. Serán las de Aboño y Soto de la Ribera, ambas propiedad de EDP Energía y ambas en Asturias, y las de As Pontes (Galicia) y Carboneras (Andalucía), propiedad de Endesa.

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