La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) tiene previsto lanzar una consulta pública sobre la venta mayorista de medicamentos en España. El sondeo se llevará a cabo entre el 18 de enero y el 12 de febrero, en plena 'fiebre' mundial por la vacuna contra la Covid-19. Con su publicación, el supervisor dará un paso más en el camino hacia la liberalización del mercado nacional de fármacos, cuya senda emprendió el regulador en 2017, cuando inició un estudio de mercado sobre las restricciones comerciales del sector y al que la próxima consulta pondrá punto y final. La CNMC lleva años con la lupa puesta en las barreras de la industria española del medicamento, unas limitaciones de los que carecen muchos de los vecinos europeos, donde el sector vive una época efervescente, marcada por una oleada de fusiones.
A través de la inminente consulta, el supervisor mayor del Reino recabará valoraciones de todos los agentes implicados en el mercado farmacéutico, desde operadores económicos hasta instituciones públicas y consumidores. Aunque la CNMC inició el estudio hace cuatro años, fuentes del sector admiten, en conversaciones con La Información, que el organismo nunca les había consultado antes para tal fin. Desde Adefarma, asociación que representa al 60% del total de las Oficinas de Farmacia de la Comunidad de Madrid, afirman que no tenían conocimiento de la inminente consulta. La organización insiste en que, desde el primer anuncio de la CNMC sobre el inicio de este estudio en 2017, no habían vuelto a tener noticias del asunto.
El regulador aún no se ha hecho eco de la consulta en su página web. Debe hacerlo sin dilación, pues apenas tiene un mes para recabar las respuestas de los agentes implicados. Las preguntas que incluye el citado cuestionario, al que ha tenido acceso este medio, abordan asuntos relativos al sistema de retorno, que mira a devolver parte de los descuentos obtenidos en la cadena de distribución del medicamento al Sistema Nacional de Salud (SNS), o a la prohibición de la integración vertical de aquellos operadores de distribución que incumplen requisitos de la legislación como el haberse fundado antes de fueran del 28 de julio de 2006. La norma española es férrea y, en algunos aspectos, choca con la evolución internacional del mercado.
En 2019 el volumen de fusiones y adquisiciones en el sector biofarmacéutico llegó a los 420.000 millones, un 10% más que el ejercicio anterior, según datos recogidos por Bloomberg. El aumento es aún mayor si se atiende a las farmacéuticas tradicionales, que cerraron 2019 en cifras récord, al registrar un 40% más de estas operaciones sobre el año anterior. La pandemia no ha aplacado la tendencia. El año pasado, la farmacéutica AstraZeneca tanteó con la fusión a Gilead Sciences -dueña del remdesivir, uno de los primeros fármacos que logró la aprobación de EEUU contra el coronavirus-. De sellarse, la operación supondría la mayor fusión farmacéutica de la historia y, el valor de la compañía resultante, superaría los 200.000 millones.
La CNMC lleva desde 2017 perfilando la radiografía del sector. Cuando el supervisor anunció el estudio de mercado, hace cuatro años, también deslizó la 'hoja de ruta' para la liberalización del sector. El supervisor ya insistió entonces en que resultaba "imprescindible para la defensa del interés general que el funcionamiento del mercado fomente el correcto nivel de competencia efectiva", en una industria caracterizada por una "fuerte" regulación por parte de todos los eslabones de la cadena. La próxima consulta es solo el último paso para que Competencia lance sus conclusiones definitivas. Tras ellas, el regulador tomará las medidas oportunas.
La consulta pública del supervisor, presidido por Cani Fernández, es solo un primer paso. En base a las conclusiones finales del estudio del mercado farmacéutico, cuyo principal objetivo es estrechar el cerco sobre "las restricciones existentes derivadas de la regulación", la CNMC anticipa ciertos cambios en las reglas del juego de la venta de medicamentos en España. En caso de que así lo avale la consulta pública, Competencia anticipa que adecuará las barreras "a los principios de necesidad y proporcionalidad en relación al cumplimiento de su función".
La CNMC también estrecha el cerco sobre la situación de los medicamentos genéricos, en los que el regulador ve un motor para impulsar la competencia. En España debe pasar una década hasta que un fármaco pierde la patente. Solo entonces se abre la puerta de la entrada al mercado de otros fármacos con la misma composición en principios activos y características terapéuticas. Cuando esto ocurre, el precio del medicamento original o de referencia se desploma, de media, un 70%.
El supervisor -a petición del Ministerio de Sanidad- ya emitió un informe favorable sobre el 'Plan de fomento de genéricos' de la cartera. La consulta pública aborda la cuestión con preguntas acerca de la idoneidad del sistema de fijación de precios de los genéricos al inicio o sobre si estos compiten en un "terreno de juego nivelado" con los medicamentos con patente.
La CNMC viene alertando del "elevado grado de intervención en el sistema de precios y márgenes mayoristas". También sobre la necesidad de poner fin al monopolio de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos en la facturación y cobro de recetas. El supervisor insiste en una revisión del modelo. Durante un mes, la CNMC sondeará a todos los agentes implicados en un sector clave para la lucha contra la pandemia. También para la inversión en I+D, donde la industria farmacéutica supone el 60% con una inyección de 1.211 millones en 2019. El regulador no titubea: "El objetivo último es ajustar la regulación en el sector farmacéutico para aumentar la competencia durante toda su cadena de valor". Todo apunta a que habrá cambios en el tablero.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios