Cani Fernández, presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha comparecido este mismo miércoles en la subcomisión del Congreso de los Diputados sobre la "independencia de las autoridades independientes y la protección de los denunciantes" y ha comenzado su discurso recordando que, pese al trabajo hecho, "siempre hay margen de mejora" en estos ámbitos. Por ello, ha pedido un cambio en el modelo de gestión de la autoridad de Competencia al considerar que está "infradotada" desde su nacimiento.
En concreto, la presidenta de la CNMC ha señalado que, pese a que la Ley de creación de la CNMC introdujo un régimen de independencia avanzado, "en lo que se refiere a la autonomía de gestión de nuestros recursos, estamos lejos del modelo que consideramos óptimo". En este sentido, Fernández ha citado al Banco de España (BdE) como ejemplo a seguir y pide "coherencia" para conseguir una independencia real.
Fernández ha recordado que la CNMC tiene obligaciones superiores a otros órganos como el BdE o la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en ámbitos como la transparencia o la rendición de cuentas. En cuanto a la independencia financiera, la presidenta ha señalado que la CNMC tiene asignados recursos para el ejercicio de su misión, mediante un presupuesto independiente del de la Administración General del Estado y se nutre fundamentalmente de los Presupuestos Generales del Estado.
En este sentido, Fernández ha señalado que existe una previsión clara en la normativa de la UE en torno a la necesaria autonomía de la autoridad en la ejecución y empleo del presupuesto, ámbitos en los que considera que "sí sufre limitaciones". "La plena independencia de la CNMC exige, además de su independencia legal e institucional, que esta sea funcional e implique una autonomía organizativa y de gestión", ha señalado. En este sentido, ha mostrado su pesar porque "CNMC no goza de este grado de autonomía, a diferencia de otras instituciones, como el Banco de España y la CNMV".
En su opinión, los obstáculos derivan tanto del marco normativo por el que se rige la autoridad de Competencia nacional como de la interpretación que han hecho de la normativa los Ministerios, algo que se arrastra desde su fundación en 2013. Según Fernández, cuando se realizó la fusión de los reguladores y de la autoridad de competencia hace casi ocho años, no se acometió la asimilación unificada de los colectivos laborales existentes en aquel momento. Por todo ello, "por un lado se reconoce nuestra independencia, pero por otro se perciben importantes contradicciones", ha admitido.
Los principales problemas están asociados al régimen presupuestario y tiene que ver con materia de recursos humanos, "propio de una unidad adscrita a un ministerio y no de una autoridad administrativa independiente". Por ello, CNMC tiene créditos limitativos -piden que sea estimativo, como el de la CNMV o el del BdE-, es incapaz de adaptar su estructura a las necesidades cambiantes de los modelos productivos y de la sociedad digital y no puede aprobar su propia relación de puestos de trabajo, entre otras cosas. Todo ello afecta, de acuerdo con sus palabras, "de forma considerable al funcionamiento adecuado de la institución".
"En el sector audiovisual la situación de recursos humanos es dramática y todavía empeorará más cuando se asuma la función de regular a los influencers y youtubers"
Fernández ha querido poner ante los diputados presentes varios ejemplos de estos problemas que han ido surgiendo. "En el sector audiovisual la situación de recursos humanos es dramática, y todavía empeorará más cuando entre en vigor la nueva Ley General Audiovisual y la CNMC asuma la función de regular a los influencers y youtubers", ha señalado. Más allá de sectores concretos, Fernández ha recordado que cualquier decisión debe pasar por el CECIR (Comisión Interministerial de Retribuciones), por lo que surgen importantes limitaciones para poder adaptar la estructura de personal a los cambios derivados de la atribución de nuevas competencias y la evolución de los sectores regulados. "Nuestras empresas supervisadas se adaptan, y nosotros nos quedamos detrás", ha admitido.
Ahorros de 1.700 millones anuales y presupuesto de 60
Pero más allá de la gestión, la presidenta de la CNMC ha recordado que gracias a esta institución la sociedad española ahorra cada año 1.700 millones de euros. A ellos habría que sumar "los efectos en mejorar la competitividad de la economía". En cambio, ha querido poner sobre la mesa que este momento "nuestro presupuesto operativo anual no supera los 60 millones de euros".
"Imaginen sus Señorías la dimensión de los beneficios para la sociedad y la economía que podríamos alcanzar si dispusiéramos de las herramientas óptimas para gestionar nuestros recursos de forma ágil y autónoma", ha admitido. La credibilidad de la CNMC, tanto dentro de España como en su posición en Europa, requiere de independencia, rigor y calidad, ha concluido, señalando que "todos estos aspectos, necesitan suficiencia de medios y autonomía de gestión".
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