Caída de ingresos

La CNMC da un portazo a LaLiga y Tebas amenaza con una nueva subasta de TV

El regulador rechaza que los responsables de la patronal participen en el proceso para autorizar a Telefónica a comprar derechos por 5 años y los responsables del fútbol amenazan con una nueva licitación.

Javier Tebas
Javier Tebas, presidente de LaLiga.
Europa Press

El pulso de LaLiga y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sigue muy vivo. El organismo supervisor dirigido por Cani Fernández ha dado un portazo a la patronal de los clubes del fútbol español y le impide comparecer como interesada en el proceso de autorización a Telefónica para pujar por cinco años en los derechos de retransmisión. La organización presidida por Javier Tebas advierte que una decisión contraria a esa ampliación del periodo le obligaría a poner en marcha una nueva licitación por el nuevo periodo con una "absoluta incertidumbre" sobre los importes que serán inferiores.

La CNMC ha optado por decidir este año si Telefónica puede confirmar el contrato firmado con LaLiga para comprar los derechos del 55% de los partidos durante las próximas cinco temporadas, como avanzó La Información. La regulación impuesta a la operadora de telecomunicaciones por su posición en el mercado de la televisión de pago tras la compra de Digital+ en 2015 le obliga a pujar en el plazo a tres campañas. La teleco salió vencedora de la subasta que se produjo a finales del año pasado pero con una condición: necesitaba el 'plácet' del supervisor para la modificación de esas exigencias. En caso contrario sólo compraría tres ejercicios.

En el proceso de autorización, para el que CNMC exige una serie de documentos a Telefónica, quiere participar LaLiga. En estos casos se solicita la inclusión como interesado para ser informado de todo. También para que se le comuniquen incidencias y los informes que se vayan emitiendo, además de darle la oportunidad de alegar. Entiende que tiene un interés legítimo debido a que la decisión que se adopte generará consecuencias para sus arcas. El supervisor no lo entiende así y afirma que la patronal de los clubes "no ha acreditado que ostente derechos" que puedan resultar afectados por la decisión, tal y como refleja en una resolución aprobada por el Consejo el pasado 10 de mayo consultada por La Información. Por eso la rechaza.

En su defensa, el organismo presidido por Cani Fernández vuelve a la carga por la decisión de LaLiga de ignorar su informe sobre las condiciones de la subasta en el que recomendaba que redujera de 5 a 3 años el tope máximo de años. En este sentido, insiste en que la LNFP optó por realizar una convocatoria de hasta un lustro en contra de su opinión. "El resultado en la adjudicación de los derechos deriva no de los compromisos sino de la actuación de la propia Liga", apunta en la resolución. Ya la presidenta se quejó amargamente en marzo cuando reclamó que le quitaran la obligación de analizar las subastas. "No nos hacen caso nunca. Con los medios que tenemos, casi mejor que me quiten esa competencia", lamentó.

Una subasta a la baja

En sus alegaciones, LaLiga sacó a relucir el impacto económico que tendría la decisión de la CNMC de no autorizar esa ampliación a cinco años del periodo de adjudicación para Telefónica. Si no se modifican los compromisos regulatorios para dar carta de naturaleza a esa cambio de las condiciones, LaLiga se vería obligada, según admite, a convocar una nueva subasta de derechos, con los consiguientes costes asociados y una "absoluta incertidumbre sobre los futuros importes". En este sentido, admite que de acuerdo con la tendencia actual de mercado "serán posiblemente inferiores a los últimos ofertados por Telefónica". La teleco se comprometió a desembolsar un total de 520 millones por temporada (y Dazn, 480 millones).

LaLiga avisa de la "absoluta incertidumbre" que tendría si debe lanzar una nueva subasta sólo para dos años con una "probable caída de los ingresos"

Hay que tener en cuenta que antes de que arrancara oficialmente la temporada 2025-2026 tendría que afrontarse esa nueva puja pero con una salvedad: sólo por el 55% de los partidos que hoy están en manos de Telefónica. El otro 45% de los mismos los controla Dazn, que no tiene ningún impedimento regulatorio para pujar por este plazo. El atractivo de esta 'no exclusiva' con dos años 'colgados' podría resultar menor. Ahora, la decisión de la CNMC de excluirlos como parte interesada les aboca a la Audiencia Nacional en caso de que se decida no modificar nada. Y en este sentido advierte que esa impugnación no subsanaría el prejuicio económico que le causaría, pues una eventual sentencia estimatoria no sería útil pues ya tendrían que haber convocado un nuevo proceso con la "probable caída de ingresos recibidos en vista de la tendencia de los últimos años".

Batalla que viene de largo

La batalla entre ambas partes se ha intensificado en los últimos meses. Tal y como admite el fondo de capital riesgo CVC en el folleto de la reciente emisión de bonos de deuda por 850 millones de euros -con los que abordará el plan LaLiga Impulso-, a mediados de diciembre la CNMC envió a LaLiga dos requerimientos de información en el marco de unas diligencias previas para investigar cualquier infracción de las normas de competencia con respecto a la subasta. Se trata, según explican, de una práctica habitual. Pero desde la patronal de clubes defienden que se tratan de reclamaciones "desproporcionadas" y así lo hizo ver en un recurso ante la Audiencia Nacional a finales de ese mes. Pidió una suspensión cautelar de estas medidas, pero aún no ha habido contestación. En el mismo folleto planteó como un riesgo este procedimiento pero insistió en que no es posible la anulación de la subasta, pero sí multas económicas que acabarían recurriendo en los tribunales.

Esta ampliación a cinco años del periodo de licitación tiene un peso muy distinto para Telefónica y para LaLiga. La operadora de telecomunicaciones tuvo que pujar por cinco años, aunque realmente una reducción a tres le permitiría rebajar el peso sobre su balance de este importante gasto operativo -los pagos se van a haciendo periódicamente durante la vigencia de los contratos-. Este alargamiento de los plazos era perseguido por la patronal de clubes, que busca una estabilidad ante una caída generalizada de los precios pagados en las principales ligas europeas y un mayor atractivo para nuevas plataformas como Dazn, que deben hacer una primera inversión fuerte y buscan un mayor periodo de rentabilización.

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