La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha tumbado una demanda contra AstraZeneca por abuso de posición de dominio. Teva Pharma denunció a la compañía con sede en Cambridge (Reino Unido) por presuntas prácticas anticompetitivas, consistentes en ofrecer a los hospitales ciertos medicamentos a "precios predatorios" para excluir a la demandante y a otros sus competidores del mercado. El pasado 20 de abril, el supervisor decidió archivar la causa al no ver indicios de infracción por parte de la farmacéutica anglosueca.
El conflicto se desencadenó a raíz de las prácticas de AstraZeneca de comercialización de los medicamentos Symbicort, un inhalador que se utiliza para el tratamiento de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y una marca registrada por la firma anglosueca. Teva demandó a su competidora por ofrecer a los hospitales este fármaco "a precios inferiores a sus costes variables medios o incluso a sus costes marginales".
El éxito de la comercialización en hospitales es clave, ya que estos fármacos están sujetos a prescripción médica no sustituible, esto significa que es la prescripción del médico la que, siguiendo las indicaciones terapéuticas pertinentes, determina la elección del medicamento. En concreto, las farmacéuticas deben lidiar con los servicios de farmacia de los centros hospitalarios, ya que son estos equipos los que adquieren los productos para los pacientes ingresados o que acuden por la vía de urgencia.
Para las farmacéuticas resulta clave contar con el beneplácito de los hospitales para dar salida a estos medicamentos. En muchos de los casos, el tratamiento se inicia en el centro hospitalario para después continuar en el domicilio del paciente. En definitiva y dado que el facultativo suele prescribir el medicamento de referencia del hospital, aquella compañía que logre que sus productos triunfen entre los facultativos del hospital, será la que consiga abastecer la demanda en las futuras prescripciones, tanto en la atención especializada de los centros de salud, como en las oficinas de farmacia.
El 90% de los pacientes que inician el año con un fármaco lo mantiene. El control de los hospitales por una única empresa dificulta el acceso de los competidores
Es en este punto donde la demanda de Teva, compañía que ocupa un puesto destacado dentro del 'top 10' mundial del sector farmacéutico, cobra especial relevancia. Y es que, aunque el mercado hospitalario representa un 1,8% del total de ventas de medicamentos frente al 98,2% que supone el mercado en farmacias, cerca del 90% de los pacientes que inicia el año con un medicamento lo mantiene hasta que finaliza el ejercicio. En resumen, el control del canal hospitalario por una única empresa proveedora dificulta el acceso de los competidores a ser prescritos por los especialistas en los niveles asistenciales inferiores.
AstraZeneca es la titular de las autorizaciones de comercialización del Symbicort en sus distintas presentaciones. Su patente base expiró en 2012, pero se amplió su protección hasta el año 2015. Hasta este momento, AstraZeneca contó en España con una cuota de mercado de entre el 90% y el 100% para aquellos medicamentos con la misma fórmula de principios activos. Actualmente en nuestro país también están autorizadas otras alternativas terapéuticas con la misma combinación de principios activos, entre ellas, el Spiromax de Teva (desde 2015). Tras años de investigación -el inicio del expediente data de 2016-, la CNMC ha decidido archivar el caso por falta de indicios.
Entre las acciones que encabezó el supervisor se cuenta una inspección en la sede de AstraZeneca en mayo de 2019. A partir de esta incursión en el cuartel general de la farmacéutica en España, la CNMC recabó información que se remontaba al año 2014, año desde el cual entraron en el mercado productos análogos al Symbicort. Este giro llevó a la farmacéutica a plantear una doble estrategia para evitar que su marca fuera expulsada del canal hospitalario: descuentos por volumen de compra en función del cliente y rebajas adicionales, más agresivas, frente a la oferta inicial de competidores como Teva, en previsión de que estos ofrecieran "gratis" sus productos a fin de abrirse paso en el mercado.
Entre los argumentos que esgrime Competencia para rechazar las razones de la demandante se encuentra la alta penetración que han obtenido desde 2014 los medicamentos análogos ofertados por los competidores de AstraZeneca. "Duplicaron su cuota en el período investigado, pasando de un máximo de un 10% a copar hasta el 30% del mercado", reza el informe del regulador consultado por La Información. "En consecuencia, no existen indicios que permitan acreditar que AstraZeneca haya pretendido expulsar a TEVA del mercado", concluye el fallo de la CNMC.
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