El mensaje de advertencia emitido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en noviembre de 2019 tras la imputación del que fuera presidente de BBVA, Francisco González, vuelve a repetirse. La historia se extiende ahora a Iberdrola, después de que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón haya pedido la investigación de su primer espada, Ignacio Sánchez Galán. El presidente del supervisor, Rodrigo Buenaventura, ha dicho que repetiría "palabra por palabra" lo dicho entonces, avisando además del riesgo diferido que este tipo de actuaciones supone sobre el resto de las cotizadas.
El juez García Castellón incluyó al presidente de Iberdrola hace dos días en la causa que investiga si la eléctrica contrató los servicios del excomisario José Manuel Villarejo para espiar, entre otros, al presidente de ACS, Florentino Pérez. La Fiscalía Anticorrupción solicitó su investigación por delito continuado de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil. Ha sido citado a declarar el próximo 7 de julio.
"Esta no es una situación novedosa, como recordarán en noviembre de 2019 fuimos relativamente contundentes en transmitir el mensaje de que en ocasiones el desgaste reputacional que sufren las compañías supone un riesgo para las mismas y genera también un riesgo o efecto diferido sobre el conjunto de cotizadas. Lo repetiría a día de hoy", ha señalado Buenaventura en los Cursos de Verano de Santander (Cantabria), organizados por la APIE y patrocinados por BBVA.
El presidente del supervisor de los mercados ha indicado que el hecho de que se produzcan episodios que acaban judicializándose pone en cuestión el buen nombre de la sociedad afectada y genera un importante impacto negativo reputacional. Si ese fenómeno se amplía o persiste en el tiempo, como está ocurriendo ahora, puede extenderse esa sensación de desconfianza hacia el resto de compañías que no tienen ese comportamiento.
Pide extremar la vigilancia y activar los mecanismos necesarios del Código de Buen Gobierno para analizar los casos que se produzcan
No obstante, ha asegurado que se trata se casos aislados y compañías individuales. Lo más importante es que las entidades cotizadas extremen la vigilancia en los distintos comportamientos y activen los mecanismos necesarios del Código de Buen Gobierno para analizar los casos que se produzcan. Este documento recoge una serie de pasos que deben seguirse a la hora de abordar procesos de este tipo. Buenaventura también ha insistido en la relevancia de informar al mercado de forma transparente.
En cualquier caso, Buenaventura ha explicado que a la CNMV no le corresponde formarse un juicio sobre la adecuación de conductas, la continuidad de los ejecutivos o la composición de los consejos. Precisamente estas palabras llegan justo cuando está previsto que la cúpula de Iberdrola se reúna el próximo martes 29 de junio para ratificar su apoyo al presidente de la eléctrica, Sánchez Galán. El presidente del supervisor considera que esto le corresponde a las propias cotizadas, a sus órganos de gestión y a sus dueños, es decir, a los accionistas.
El organismo cree que ya son lo bastante insistentes vía recomendación para que las compañías incluyan a consejeros independientes cuya misión es vigilar y defender al conjunto de accionistas, que se planteen qué deben hacer de forma estructurada, formal y procedimental. "Nuestra obligación legal es la de vigilar y analizar que cada compañía cumple lo que declara cumplir", ha apostillado.
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