Tras el nombramiento de Paula Conthe en el FROB

El guiño de Calviño a Conthe es la baza que juega Albella para seguir en CNMV

Los mandatos del presidente y la vicepresidenta del regulador de los mercados terminan este mes de noviembre, pero la opción de sustituir en el cargo al primer espada está todavía en el aire. 

Sebastián Albella
Sebastián Albella, presidente de CNMV. 
EFE

Solo quedan unos días para que se termine el periodo para renovar la cúpula de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), pero el Gobierno está agotando plazos y el modo en que este se llevará a cabo sigue en el aire. Los cambios en la cúpula de las principales instituciones suelen ser lo primero que llevan a cabo los gobiernos a su llegada al poder. Así se hizo con el relevo de José María Marín Quemada por Cani Fernández al frente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) o con la sustitución de Jaime Ponce por Paula Conthe en el Fondo de Reestructuración de Ordenada Bancaria (FROB) que se ha hecho pública este martes. 

En lo que concierne a la renovación de la alta dirección de la CNMV, la promoción de Paula Conthe, actual directora de Resolución del FROB, ofrece una lectura hasta ahora inesperada. La designación de la hija de Manuel Conthe al organismo encargado de gestionar la reordenación bancaria se interpreta como un guiño de la ministra Nadia Calviño para que Albella pueda mantenerse en el cargo. No en vano, el actual presidente de la CNMV llegó al puesto gracias, entre otros factores, a la mediación de Manuel Conthe, quien también fue presidente de la CNMV en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. El propio Albella ha manifestado en varias ocasiones su deseo de encarar un segundo periodo de cuatro años al frente del organismo de supervisión bursátil. 

El próximo día 26 se cumple el mandato actual del propio Albella y de su vicepresidenta, Ana Martínez-Pina. La llegada de ambos a la institución en 2016 se produjo tras haber alcanzado un acuerdo entre el Partido Popular, en aquel momento en el Gobierno; Ciudadanos, cuya posición era determinante entonces, y el PNV. Para conseguir este acuerdo trabajaron, entre otros, Luis de Guindos, ministro de Economía del PP, y Luis Garicano y Manuel Conthe, ambos como representantes de la formación que entonces dirigía Albert Rivera con mucho mayor peso específico en las grandes decisiones gubernamentales de hace cuatro años. 

Guindos pactó entonces nombrar a Albella, una figura neutral, para la presidencia, y a Ana Martínez Pina, en la vicepresidencia como persona clave para el actual segundo espada del BCE. La salida de Martínez Pina del regulador de los mercados se da por descontada en casi cualquier conversación al respecto, es una persona del PP y la lucha de poderes por hacerse con ese puesto es cada vez mayor. En cambio, la salida de Albella no está tan clara y en las últimas semanas la tesis de que podría quedarse al frente del regulador durante cuatro años más ha ido cogiendo fuerza. 

La elección de Paula Conthe, ahora responsable de Resolución del FROB e hija del expresidente de CNMV, como presidenta de esta institución es un gesto que muchos interpretan como una un punto de apoyo para que Albella se aferre al mandato aprovechando el presunto ascendiente que Manuel Conthe pueda ejercer sobre la ministra de Economía, Nadia Calviño. No se olvide que los dos últimos son técnicos comerciales y economistas del estado, los célebres 'tecos', algo que en estos casos "une mucho", según fuentes vinculadas a este cuerpo de élite de los funcionarios públicos. No obstante, no hay nada decidido, sobre todo teniendo en cuenta las diferentes sensibilidades que se dan cita en el actual Gobierno de coalición. 

Podemos ya intentó llegar a este órgano durante las negociaciones para formar Gobierno que tuvieron lugar el año pasado. En concreto, se habló durante semanas de la posibilidad de que se mantuvieran al margen del Consejo de Ministros a cambio de entrar en ciertos órganos como la propia CNMV o el Defensor del Pueblo. Voces empresariales se pusieron entonces en guardia ante la posibilidad de que esto sucediese y, ante la convocatoria de nuevas elecciones para noviembre, la promesa cayó en saco roto. 

Ahora, tras once meses y una pandemia mundial en el que los mercados han tenido un protagonismo clave, los movimientos para poder llegar al regulador son cada vez más importantes. A favor y en contra de su mantenimiento en el puesto hay argumentos clave. Por un lado, cabe recordar los frentes abiertos por su pasado como antiguo socio de Linklaters, que ha vuelto a salir a la luz durante el juicio por la caída del Banco Popular. Por otro, fuentes conocedoras apuntan a la posibilidad de mantenerse como primer espada del regulador con el único fin de evitar movimientos con Podemos. 

La formación morada sigue teniendo en la retina las promesas de las negociaciones que hizo Carmen Calvo a finales del verano de 2019, y pese a que estas han vencido, pueden ser utilizadas como un acicate para conseguir forzar un cambio. A tan solo quince días del fin del mandato, Albella sigue sin saber si tiene que recoger el despacho o si se quedará los cuatro años de más que permite la norma por la que se rige la CNMV y todas las opciones siguen abiertas. 

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