Buenaventura reubicará en la nueva CNMV a su antiguo jefe Ángel Benito

Tiempo de cambios en la CNMV. El presidente del supervisor, Rodrigo Buenaventura, reubicará a su antiguo jefe Ángel Benito en el organigrama ejecutivo de la institución, del que salió en 2017, cuando Sebastián Albella, quien entonces capitaneaba el supervisor, resolvió la promoción de este en calidad de consejero de la institución. A Benito le llegó entonces el traslado después de casi dos décadas al frente de la Dirección General de Mercados, a la que había sido promovido durante el mandato de Pilar Valiente como presidenta de la CNMV en el año 2000. A lo largo de su dilatada labor como responsable máximo de este área esencial dentro del organismo bursátil se da la circunstancia de que uno de sus principales colaboradores, como subordinado, fue el propio Rodrigo Buenaventura, quien más tarde abandonó la CNMV para marcharse a ESMA (Autoridad Europea de Valores y Mercados), en septiembre de 2011.

Pero el ascenso que, sobre el papel, supuso la entrada en el consejo de Ángel Benito dejó en el aire el futuro del histórico directivo de la CNMV una vez que se agotasen los cuatro años de su mandato como consejero, un plazo que finalizó el pasado enero. Finalmente, será Helena Viñes, actual subdirectora de Sostenibilidad en BNP Paribas, quien ocupe su puesto en el Consejo. Descartada la prórroga al mandato de Benito en el Consejo -que podría haberse extendido otros cuatro años-, al exdirector general de Mercados solo le quedaban dos opciones: salir definitivamente de la CNMV o asumir una nueva función en la dirección del supervisor con el respaldo del actual presidente. Todo hace indicar que Buenaventura no va a prescindir de Benito, quien será designado previsiblemente para un alto cargo en el seno del organismo antes del próximo verano.

El relevo en el Consejo se materializará a la vuelta de un par de meses, lo que deja a Buenaventura tiempo suficiente para ejecutar los cambios oportunos en el organigrama de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, donde ya solo queda una vacante que resolver. Se trata precisamente de la Dirección General de Mercados, que Benito lideró desde el año 2000 hasta 2017, periodo en el que este se convirtió en un nexo directo entre la CNMV y las grandes empresas del Ibex 35. Cuando Benito fue nombrado consejero quien le sustituyó al frente del área de Mercados no fue otro que Rodrigo Buenaventura.  En definitiva, ambos ejecutivos han subido y bajado por el mismo ascensor que ahora va a permitir que un exconsejero de la CNMV siga en la entidad en calidad de alto cargo directivo.

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El destino de Benito se resolverá en cuestión de semanas y es seguro que, sea cual sea el cargo de destino, el ya exconsejero seguirá formando parte del supervisor. De hecho, Benito volverá a asumir funciones ejecutivas dentro de la CNMV, asumiendo una dirección general de la institución, bien en una de las cuatro existentes -Mercados, Entidades, Política Estratégica y Asuntos Internacionales-, bien en un área de nueva creación. Sea como fuere, la pelota del relevo en la dirección general de Mercados está en el tejado de Buenaventura quien, como presidente, deberá proponer cuanto antes a su propio sucesor en un departamento que todavía sigue vacante. La Dirección de Mercados es una división clave en la CNMV y no son pocos los aspirantes que se postulan para el cargo dentro del organismo regulador.

La noticia del relevo de Benito llegó de boca del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, cuya titular, Nadia Calviño, tiene la competencia de nombrar a los tres consejeros no natos de los cinco que componen este órgano, siendo los otros dos -consejeros natos- el secretario general del Tesoro y la subgobernadora del Banco de España. En condiciones normales, Albella tendría que haber notificado a la cartera de Calviño la iniciación de los trámites para el relevo o la renovación del director general de Mercados antes de los dos meses previos a la fecha en la que expiraba el mandato de Buenaventura. En otras palabras, el proceso tendría que haberse puesto en marcha antes del pasado noviembre. El juego de sillones en la cúpula de la CNMV a finales de 2020 pospuso este proceso y dejó en el aire la resolución de la citada vacante.

La Dirección General de Mercados, la de mayor visibilidad dentro de la CNMV, sigue vacante, lo que abre la puerta a una reorganización de toda la estructura directiva dentro del regulador

Así, la CNMV lleva meses sumida en un escenario inédito. El reglamento interno del supervisor obligaba a sus responsables a dejar sus cargos el mismo día de la conclusión de su mandato. La apresurada salida tanto de Albella, como de su 'número dos', la exvicepresidenta de la institución, Ana Martínez-Pina, que se resolvió apenas una semana antes del vencimiento de sus mandatos, forzó al Consejo de Ministros a reescribir la Ley del Mercado de Valores para que ambos pudieran permanecer en sus cargos hasta zanjarse su relevo. Los dos primeros espadas de la CNMV durante los últimos cuatro años se han beneficiado de unas de las indemnizaciones por cese más altas entre las que se perciben dentro de la Administración General del Estado.

Más pronto que tarde, Benito volverá a tener poder de decisión en el seno del supervisor. Buenaventura deberá sellar su reubicación antes de que acabe la primavera, cuando cristalice el nombramiento Helena Viñes. Por su parte, la entrada de la asesora de BNP Paribas en el Consejo consolida la apuesta 'verde'  del Ejecutivo. Además de su trabajo en el banco de inversión francés, Viñes dirige uno de los grupos de trabajo de la Plataforma de la Unión Europea sobre Finanzas Sostenibles. Sin duda, el perfil europeísta de la asesora financiera ha sido otro punto a favor que ha pesado en la decisión de Nadia Calviño.