Garantizar la calidad de los criterios

La CNMV europea pone el ojo avizor en la arbitrariedad de las emisiones verdes

La Comisión Europea pide ayuda a ESMA para atar en corto a los proveedores de calificaciones ESG ante el riesgo que supone para los inversores con intereses ambientales la falta de regulación y fiabilidad. 

La recapitalización directa "será posible" para España cuando se cree el supervisor único
La CNMV europea pone el ojo avizor en las arbitrariedades de emisiones verdes

Las emisiones sostenibles están de moda, pero todavía existe poca claridad sobre lo que es verde y lo que no. El auge en la demanda de los productos que cumplen los criterios ESG (Ambiental, Social y de Buen Gobierno Corporativo-Ética) ha hecho aflorar una enorme preocupación entre los principales organismos europeos debido al riesgo potencial que supone para los inversores que no exista una regulación específica sobre las calificaciones y que acaba resultando en una alta arbitrariedad y falta de fiabilidad. La Comisión Europea ha encomendado a ESMA, la autoridad supervisora de los mercados del Viejo Continente, la identificación de todos los operadores con idea de intervenir mediante el desarrollo de una norma.

La Comisión envió una carta solicitando apoyo a ESMA debido a que los criterios o ratings ESG son cada vez más tenidos en cuenta por un amplio abanico de inversores a la hora de buscar oportunidades de inversión y medir los riesgos vinculados a cuestiones ESG. "Estas calificaciones están teniendo un impacto cada vez más importante en el funcionamiento de los mercados de capitales y en la confianza de los inversores en los productos financieros sostenibles", recoge el documento en el que la institución que preside Ursula von der Leyen pide respaldo al homólogo europeo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Considera que es necesario adecuar la regulación a la importancia que estos ratings están adquiriendo para garantizar la calidad y la fiabilidad. 

Ahora, el trabajo de ESMA se basará en recopilar toda la información necesaria para hacerse con una 'foto' del tamaño y la estructura de este mercado, así como de los ingresos que se apuntan los proveedores de ratings y las ofertas que realizan. A su vez, pretende complementar estos datos recogiendo opiniones de clientes de estas firmas de calificación, tanto de la Unión, como de las extranjeras que operan en suelo europeo. Para la Comisión Europea resulta determinante entender el funcionamiento y la dinámica de este mercado, detectar problemas y, sobre todo, calcular el coste potencial que supondría una intervención por parte de Europa

La ESMA se dedicará durante un mes, hasta el próximo 11 de marzo, a compilar toda la información posible para posteriormente entregársela a la Comisión Europea. El supervisor de los mercados de la zona euro también es de la opinión de que sin un salvaguardas regulatorio para estos productos, surgirán problemas y riesgos que pueden reducir los beneficios que se pretenden obtener con el uso de estas calificaciones. Además, parece ser que también se ha identificado una falta de transparencia en las operaciones de los propios proveedores de notas ESG, un bajo nivel de comparabilidad entre las calificaciones que emiten cada una de ellas y hasta posibles conflictos de intereses. 

Las empresas emisoras llaman a la autoridades a actuar porque ellas no pueden ser la 'policía del clima' y necesitan una mayor transparencia e integridad

La incertidumbre alrededor de las emisiones verdes avanza a la vez que se vuelven cada vez más relevantes. Las empresas han hecho diversos llamamientos a las autoridades para que pongan claridad en estos asuntos. La propia presidenta de Banco Santander, Ana Botín, apeló recientemente a las autoridades europeas a dar lucidez sobre lo que es verde y lo que no, asegurando que su sector "no puede ser la policía del clima". Sin que las instituciones hagan su trabajo, considera que es imposible que las entidades financieras y cualquier otra empresa tenga un plan o pueda ayudar a sus clientes.

Fuentes financieras consultadas por La Información han asegurado que es totalmente necesario que se empiecen a dar pasos decisivos, a la vez que han añadido que la demanda por parte de clientes y del propio mercado en relación a productos verdes no para de crecer. Otras también han indicado que apoyan rotundamente una regulación a las agencias ESG para poder impulsar una mayor transparencia y favorecer su integridad. Por el momento, se fían de las puntuaciones que imponen firmas como Sustainalytics, MSCI ESG Ratings, Bloomberg ESG Disclosures Scores, S&P Global ESG Scores, Moody’s ESG Solutions Group, ISS-ESG o V.E (Vigeo Eiris).

A pesar de la escasa nitidez que existe al respecto, las emisiones sostenibles han ido adquiriendo una enorme tracción durante el último año. Pero para guardarse las espaldas, no son pocos los folletos en los que los emisores añaden una advertencia indicando que es posible que los bonos no superen la expectativa inversora. Existe la posibilidad de que el destino de los importes netos de las emisiones hacia proyectos sostenibles no agrade, de manera total o parcial, las expectativas presentes y futuras del inversor, o que no cumpla con los requisitos que se haya marcado a nivel individual o de cartera. 

Mostrar comentarios