La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) eleva su compromiso por la diversidad de género y próximamente reclamará el nombramiento de más mujeres en la alta dirección de las sociedades cotizadas, recomendación que hasta la fecha se limitaba a los consejos de administración de las compañías. Está previsto que la nueva premisa se introduzca en la revisión del Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas, que el supervisor bursátil sacará a consulta pública.
El organismo que preside Sebastián Albella conseguirá adelantarse así a cualquier tipo de iniciativa de carácter similar que se promulgue desde el flamante Ministerio de Igualdad -dirigido por Irene Montero- del recién formado Gobierno de coalición del PSOE junto a Unidas Podemos. Pese a ser de carácter voluntario, la nueva recomendación formará parte de uno de esos manuales considerados de 'soft law', es decir, que no son de obligado cumplimiento, pero que dejan en evidencia a todo aquel que no cumple con ellas.
El nuevo reclamo surge una vez que la CNMV está cerca de cumplir con su objetivo de que el 30% de los miembros que integran los consejos de administración del Ibex 35 sean mujeres. Tras constatar que muy pocas disponen de cargos ejecutivos -se pueden contar con los dedos de una mano- y que la mayoría son consejeras independientes o dominicales, el supervisor ahora ha decidido dar un paso más con el objetivo de impulsar el papel de la mujer en los órganos de gestión.
En el sector financiero destaca la presencia de Ana Botín y María Dolores Dancausa al frente Banco Santander y Bankinter (María José Beato también ostenta un cargo ejecutivo en Banco Sabadell), una dinámica que contrasta con lo que ocurre en el resto de compañías que forman parte del Ibex 35, en las que apenas se encuentran mujeres en la primera línea directiva, lo que contribuye a explicar la diferencia en el salario medio entre ellos y ellas en el selectivo.
El nuevo 'Código Albella' en materia de gobierno corporativo renovará el que está vigente desde 2015 y , además de redoblar la apuesta por la igualdad de género, también abordará aquellos aspectos que forman parte del discurso social, como son el medio ambiente y la sostenibilidad. Otra de las novedades de calado será el capítulo dedicado a la 'lucha anticorrupción' una vez que más de una compañía está señalada por su relación con el comisario jubilado José Manuel Villarejo, actualmente en prisión preventiva.
En este sentido, la CNMV tratará de asegurarse la adopción por parte de las compañías de mecanismos que permitan prevenir o, en su defecto, actuar a la mayor celeridad posible a la hora de depurar las responsabilidades de lo que se entiende como ‘prácticas irregulares’. Por lo tanto, se espera que el supervisor invite a las sociedades cotizadas a reforzar el papel que tienen sus comisiones de auditoría.
El organismo regulador va a incidir igualmente en la supervisión del cumplimiento de las reglas de gobierno corporativo y de los códigos internos de conducta, así como otros apartados que ya estaban contemplados en el plan de actividades de la CNMV para 2019. Entre los mismos, destacan la defensa de los accionistas minoritarios en aquellas empresas que están en bolsa pero cuyo control depende de otras sociedades matrices también cotizadas.
La CNMV abordará además un aspecto esencial del gobierno corporativo, como es el relativo a las remuneraciones de las sociedades cotizadas. En concreto, Albella quiere revisar las indemnizaciones multimillonarias que se embolsan los altos ejecutivos de las compañías cuando cesan en sus cargos. En la actualidad, se aconseja que el importe de esta 'pensión' no supere el importe equivalente a dos anualidades, pero el supervisor pretende ahora que l límite incluya también el año adicional por cláusulas de no competencia.
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