Coca-Cola dispara la alarma por el golpe para el negocio de los chalecos amarillos

  • El gigante de los refrescos reconoce que, en España, "la inestabilidad" por los movimientos separatistas puede impactar en la economía. 
Coca Cola
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EFE

No es la primera vez que alerta sobre las consecuencias de una crisis independentista en su negocio pero, en esta ocasión, va un paso más allá. Coca-Cola European Partners, la megaembotelladora en Europa del gigante de los refrescos, asume no sólo que una crisis política en esta región de España puede impactar en su actividad, también que en otros países europeos hay circunstancias que pueden distorsionar su día a día. Entre ellas, las manifestaciones en Francia de los denominados 'chalecos amarillos' o las consecuencias del Brexit, cuyo destinó, a día de hoy, es imprevisible, según desglosa en el informe anual 20-F que ha remitido a la Securities and Exchange Commission (SEC), el supervisor de la Bolsa estadounidense.

"Continuamos expuestos a riesgos asociados a la inestabilidad política en diferentes partes de nuestros territorios", indica. "Por ejemplo, la inestabilidad en Cataluña, impactando a la economía española o los 'gilet jaunes' [los chalecos amarillos], en la francesa", resumen al regulador norteamericano.

"Esta inestabilidad puede resultar en una prolongada incertidumbre política, económica y operativa para nuestro negocio, nuestros clientes y consumidores, con un potencial impacto en el turismo, en el consumo privado y en la regulación", concreta Coca-Cola European Partners.

No es la primera vez que un actor relevante de la escena económica alerta sobre posibles consecuencias de la crisis política bajo la presidencia de Emmanuel Macron. Jeffrey Franks, director de la oficina en Europa del Fondo Monterio Internacional (FMI), en un encuentro con medios de comunicación, también indicó que las protestas de los chalecos amarillos pueden tener consecuencias en la evolución económica del país.

El Brexit

El gigante de los refrescos, presidido por la española Sol Daurella, también valora en ese informe anual las previsibles consecuencias del adiós del Reino Unido a la Unión Europea, en función de cómo concluyan las negociaciones del Brexit, aún bloqueado en el Parlamento londinense. De nuevo, la embotelladora comenta el previsible impacto en sus operaciones, así como las consecuencias en la economía, que dañe a los consumidores y a la confianza de los inversores, en un escenario de Brexit sin acuerdo.

"Si se materializan estos riesgos, el efecto puede incrementar nuestros costes operativos, restringir los movimientos de capitales y la movilidad de los trabajadores. También puede afectar a nuestra posición fiscal, a los resultados de nuestro negocio y a la posición financiera", desglosa.

318 millones a cobrar de Hacienda

Coca-Cola European Partners también desvela en ese informe anual cómo avanza el conflicto que mantiene, desde hace años, con Hacienda y con las autoridades fiscales del País Vasco. "A 31 de diciembre de 2018, el grupo tenía pendientes de cobrar Impuestos Sobre el Valor Añadido (IVA) por 318 millones de euros (225 millones a 31 de diciembre de 2017), relacionados con una disputa entre las autoridades fiscales españolas y las de Vizcaya (País Vasco)", en relación sobre a quién le toca devolver y, en función de la decisión, cómo se reparte, finalmente, esa suma.

Una disputa que se mantiene abierta desde 2014 y que, a falta de concluir el arbitraje, sigue sin decidirse. "Conforme a las leyes fiscales vigentes en España, los conflictos de intereses deben decidirse en una Junta Arbitral, que será la que decida el rembolso", explica la compañía al supervisor de la Bolsa estadounidense. "Sin embargo, hasta la fecha, la Junta Arbitral no ha decidido sobre el tema", añade. Además, Coca-Cola European Partners reconoce que la legislación española no permite mecanismos para que un contribuyente, inste a la Junta a tomar una decisión sobre este tipo de cuestiones. 

"Según la legislación de la Unión Europea, debe haber neutralidad en el trato entre quien emite y recibe una transacción", explica, en este caso,  en referencia a quien haya repercutido y soportado el IVA. "Y ese exceso de IVA debe ser abonado. Por ese motivo, consideramos que es una certeza que el importe será abonado, más intereses, una vez decida la Junta Arbitral", indica la multinacional. Sin embargo, también asume que, como consecuencia de los retrasos a la hora de decidir, el IVA a cobrar por parte de la Hacienda Estatal o Foral ha sido reclasificado como activos no corrientes a 31 de diciembre".

Esta devolución será un 'extra' para la compañía que, a escala local, no cerró un brillante ejercicio 2018. En la memoria reconoce que la positiva evolución en Reino Unido, Alemania y el norte de Europa durante el pasado verano, no fue suficiente para compensar una evolución más suave en España y Francia. En ese año, el beneficio de Coca-Cola European Partners, que agrupa las operaciones de fabricación y embotellado en más de una docena de países, se disparó un 32%, hasta 909 millones. En España, Portugal y Andorra, de forma conjunta, los ingresos se recortaron un 1% y se situaron en 2.670 millones de euros. 

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