Las restricciones a la actividad a lo largo del primer trimestre para hacer frente a la nueva ola de coronavirus han vuelto a poner en jaque la actividad de Codere. El operador de juegos de azar ha reducido un 5,7% sus pérdidas netas entre enero y marzo hasta los 91,5 millones de euros, en comparación con el agujero de 97,1 millones registrado en el mismo periodo un año antes. La compañía explica que el resultado responde a los cierres relacionados con el virus, pero también al aumento de gastos financieros, y en menor medida de la devaluación de sus divisas de referencia frente al dólar.
Los ingresos de explotación de la cotizada descendieron un 54,3% hasta los 127,2 millones de euros como consecuencia de esos cierres temporales, dado que sus locales permanecieron clausurados en Italia durante todo el primer trimestre, mientras que otros mercados como México y Panamá fueron parcialmente cerrados u operados bajo significativas restricciones. Esa coyuntura redujo el ebitda ajustado de la firma capitaneada por Vicente Di Loreto más del 92% hasta los 3,5 millones.
La inversión en inmovilizado alcanzó en el primer tramo del año los 4,4 millones de euros, habiéndose reducido un 68,2% en relación al mismo trimestre del año previo y estuvo casi totalmente relacionada con proyectos de mantenimiento. Codere ha reducido el efectivo disponible desde los 110,3 millones a los que contaba a cierre del pasado ejercicio a los 58,4 millones de euros a 31 de marzo. Su deuda total se sitúa en 1.061,6 millones de euros.
La compañía suscribió recientemente un acuerdo de reestructuración con sus principales bonistas, por el que las partes se comprometen a apoyar la operación de reestructuración para el grupo. Además, el grupo ha sellado un acuerdo de compra de bonos con el que conseguirá 100 millones de liquidez adicional, habiendo recibido ya el primer tramo de 30 millones de euros y esperando recibir un segundo tramo el próximo 24 de mayo.
Rechazo de la CNMV a la opa forzosa de los Martínez Sampedro
Las acciones de la empresa se vieron muy afectadas a principios de mes tras el rechazo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la opa forzosa de la familia Martínez Sampedro, fundadores de la firma. El regulador no encontró indicios de concertación ni de situaciones que generasen obligatoriedad de realizar esa oferta por parte de los fondos que controlan en la actualidad la gestión de la compañía.
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