Más de un año de 'tira y afloja'

El CEO de Vodafone arenga a la plantilla ante el "ruido" de fusión con Másmóvil

Colman Deegan trató de tranquilizar a los equipos ante posibles recortes de plantilla en caso de unión y aseguró: "Los resultados acallarán el ruido".

El nuevo consejero delegado de Vodafone España.
El nuevo consejero delegado de Vodafone España, Colman Deegan.
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Colman Deegan apenas lleva medio año en el puesto de consejero delegado de Vodafone España. Y en este tiempo el 'tira y afloja' en una potencial fusión con Másmóvil no ha dejado de intensificarse. Ante este escenario y la creciente preocupación en la plantilla por los posibles efectos en el empleo de una unión de este calibre, el primer ejecutivo ha tratado de lanzar un mensaje de tranquilidad y una arenga frente a lo que él ha denominado "ruido" externo de operaciones corporativas, defendiendo el trabajo en este duro periodo de dos años en la operadora que arrancó con el ERE de principios del año 2019.

El baile de fusiones en el sector de las telecos en España vive sus meses más decisivos. La subasta de espectro radioeléctrico de la banda de 700 Mhz, de vital importancia para los despliegues de redes ultrarrápidas 5G, está llamada a marcar el paso. Vodafone acudirá sí o sí a las pujas, mientras que la posición de Másmóvil variaría en caso de que estuviera encarrilada una potencial unión. Asumiría un papel más agresivo si acude en solitario. Las prisas se incrementan y desde la dirección de la operadora británica han querido cerrar filas con el grueso de la plantilla.

En una videoconferencia celebrada la pasada semana por Deegan con los trabajadores  de la empresa se llevó a cabo un análisis de situación en el que, según explican varias fuentes entre los participantes, el máximo ejecutivo insistió en que en los últimos meses se había intensificado el "ruido " respecto a una potencial operación corporativa. "Cancelemos el ruido centrándonos en ganar el crecer; esperemos que con esta actividad, el ruido se apague solo", apuntaba el CEO, que los arengó para que se centren "en lo que podemos controlar haciéndolo lo mejor posible". Habló de la mejora de los números de la compañía, tras su giro hacia el sector 'low cost' y tras dos años de 'travesía en el desierto' desde su salida del fútbol y la guerra comercial desatada.

El ejecutivo de origen irlandés llegó el pasado mes de octubre en sustitución del portugués Antonio Coimbra con la vitola de experto en operaciones de fusiones y adquisiciones. Fue el responsable de este área entre 2007 y 2011 y lideró, entre otras la histórica adquisición por casi 10.000 millones de euros de la compañía india Hutchison Essar, el cuarto operador de telefonía móvil del país asiático. También estuvo detrás de las ventas de participaciones minoritarias como la de China Mobile en China o SFR en Francia. Este movimiento que hace ahora no es baladí porque en la plantilla de la compañía existe una incertidumbre creciente ante los posibles efectos de una transacción como esta.

Golpe al empleo, la preocupación

El antecedente más reciente no invita, precisamente, al optimismo. La adquisición de la 'cablera' ONO por más de 7.000 millones de euros en el año 2014, desembocó en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que se adelgazó la plantilla en algo más de un millar de trabajadores ante el solapamiento en equipos, una decisión que fue respaldada posteriormente por la Audiencia Nacional ante la impugnación sindical. No ha sido el único recorte de plantilla que ha vivido la operadora. Se firmaron tres ERE más desde 2013. El último fue en 2019, tras el abandono del fútbol y su giro hacia el mercado 'low cost'.

Los sindicatos, que pactaron con la dirección un nuevo convenio colectivo a finales del año pasado, no tienen visibilidad clara sobre cómo impactaría esta operación, aunque algunas fuentes auguran que si Vodafone lleva la voz cantante y 'lidera' el proceso, los efectos en el empleo serían menores para ellos que para los equipos de Másmóvil, en los que no hay aún representación sindical ni comité de empresa. Pero la realidad es que se desconoce el estado actual de la plantilla del cuarto operador, que rondaba el millar de empleados pero cuyo reparto -y los potenciales solapamientos- es una incógnita.

La valoración de activos, clave

Más allá de la afección laboral, el asunto clave en esta transacción es el de la valoración. Ante una potencial 'joint venture' de ambos, tanto una parte como la otra defienden precisamente maximizar el valor de los activos que se aporten. Por el lado de Vodafone, en las últimas semanas han tratado de sacar a relucir su posición en España. “Hay que entender el valor intrínseco de nuestro negocio en el país”, apuntaba el consejero delegado de todo el grupo Vodafone, Nick Read, a principios de febrero. Precisamente en ese intento de reivindicarse ante potenciales operaciones y ofertas se enmarca la arenga del propio Deegan a su equipo para seguir completando la recuperación del pulso comercial, después de dos años en los que se tuvieron que ejecutar dos recortes del valor de sus activos en España de 2.900 y 840 millones de euros en 2018 y 2020.

El reloj sigue avanzando. El primer trimestre del año 2021 está a punto de cerrarse sin que se haya alcanzado ningún acuerdo en este potencial 'baile' de fusiones. La subasta de espectro radioeléctrico para las redes 5G se acerca. Y Vodafone busca consolidar su recuperación en un intento por sacar pecho y justificar mejores valoraciones. "La mejor manera de controlar nuestro futuro es mejorar los resultados y crecer continuamente", concluyó Deegan ante una inquieta plantilla que 'tiembla' ante otro recorte laboral más después de los vividos en la última década.

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