Colonia Banesto: "Vivo aquí desde 1959 y quieren echarme por 35.000 euros"

  • Los inquilinos, en su mayoría octogenarios, denuncian una "campaña de acoso" de Metrovacesa para que dejen sus pisos tras 58 años en ellos
Bloques de pisos de la Colonia Banesto
Bloques de pisos de la Colonia Banesto

El banco que les ha permitido vivir casi 60 años en sus casas en condiciones muy ventajosas se ha convertido ahora en su peor enemigo. Y la presión les ha llegado en el peor momento, con la precariedad que implica la jubilación y la vejez. Los 39 inquilinos que quedan en la Colonia Banesto, en el barrio madrileño de Hortaleza, se resisten a dejar sus casas antes del 31 de enero, tal y como les ha reclamado mediante burofax, la actual propietaria, Metrovacesa (cuyo accionista mayoritario es el Santander, sucesor del Banco Español de Crédito, con el 61% del capital) y denuncian una "operación de acoso" de la inmobiliaria con el único fin de echarlos cuanto antes. En su mayoría superan la ochentena.

El primer acto de esa supuesta operación fue el envío de un burofax a todos ellos el pasado 16 de noviembre en el que Metrovacesa les informaba de que, al haber dejado de ser empleados de la entidad bancaria -la mayoría son jubilados de alrededor de 80 años- se pretendía proceder "a la terminación de los contratos de arrendamiento". En la carta, la empresa les daba un plazo de un mes y medio, hasta el próximo 31 de enero, para que entregaran sus viviendas, lo que les ha sumido en una situación de miedo y temor sobre lo que va a ser de sus vidas a una edad tan avanzada.

Desde entonces, los vecinos aseguran que no han dejado de sufrir presiones con técnicas que equiparan a las del "cobrador del frac". Quien las ejerce, aseguran, es el despacho Azerta-Aisén, contratado por la propietaria, que ha ofrecido a algunos de ellos 35.000 euros para que se vayan. La oferta, según denuncian los inquilinos, es "para ya" y, según su testimonio, va acompañada de una amenaza: si la rechazan, la cantidad ofrecida se quedará en 20.000 euros.

Los afectados aseguran que estas invitaciones para abandonar los inmuebles no son nuevas. Banesto ya lo intentó en los años 90 aunque su propuesta fue, a su juicio, mucho mejor. Los que la aceptaron fueron realojados en otros pisos del banco en las mismas condiciones de alquiler de Protección Oficial que disfrutaban hasta entonces en la Colonia. Por eso, el intercambio que ahora ofrece Metrovacesa -35.000 o 20.000 euros- les parece casi un chantaje.

El pavor por la posible pérdida de sus viviendas, se multiplica, según estos octogenarios exempleados de Banesto, por las "continuas llamadas" del bufete de abogados para que se reúnan con ellos. "En algunos casos, ante la negativa de los vecinos a ir, ellos mismos se ofrecen a desplazarse a sus casas", aseguran los vecinos, que se están constituyendo en una plataforma de afectados.

Pero además, los recibos de la renta y el agua han dejado de llegar puntuales cada mes, como en los últimos 58 años. Los vecinos sospechan que lo que Metrovacesa pretende es evidenciar que no los pagan en un posible proceso de desahucio. Por eso han decidido controlar sus propios gastos e ingresar el alquiler directamente en la cuenta que les proporcionó la inmobiliaria al comunicarles que se subrogaba como propietaria en el Santander.

Por último, aseguran que la subcontrata que periódicamente acudía para adecentar la colonia, cuidar los jardines, barrer las calles, vaciar las papeleras y limpiar los portales y demás elementos comunes, ha desaparecido, lo que interpretan como una medida más de presión. "Nunca habíamos visto los portales sucios y las papeleras de la calle llenas de basura, pero desde que Metrovacesa se quedó con la colonia esa es la tónica", afirman.

Carta enviada por Metrovacesa a los inquilinos de la Colonia Banesto
Carta enviada por Metrovacesa a los inquilinos de la Colonia Banesto

Metrovacesa niega las presiones

Metrovacesa niega que exista ninguna operación de acoso y asegura que "el trato con todos los arrendatarios y sus familiares ha sido exquisito". "Incluso las respuestas de los arrendatarios también han sido en su mayor parte educadas y cordiales", aseguran. La inmobiliaria añade que la carta que les envió a todos ellos se basaba "en la información de que disponía la propiedad", pero aduce que ahora "se está estudiando cada caso de forma particular" tras "contrastar" esa información "con algunos inquilinos y la anterior propietaria".

Respecto a la oferta de 35.000 euros que puede reducirse a 20.000 denunciada por los vecinos, Metrovacesa asegura que han sido algunos de ellos los que se han puesto en contacto con el bufete "para escuchar si existe una compensación económica cerrada". "Las posibles soluciones económicas serán moduladas caso por caso en atención a las circunstancias contractuales y personales de cada inquilino", insiste la empresa que asegura que está "buscando soluciones razonables en interés de ambas partes".

La inmobiliaria asegura que solo ha llamado una vez a cada inquilino para ofrecerles una reunión y niega, en contra de los vecinos, que sus abogados se hayan ofrecido a desplazarse directamente a sus domicilios. Respecto a los recibos de la renta y el agua, aseguran que "se siguen pasando", aunque admiten que "podría haber habido algún problema administrativo puntual". Y respecto al cuidado del entorno, los portales y los elementos comunes zanjan: "Nosotros desconocemos ese aspecto".

La Colonia Banesto se creó en los años 50 para alojar a los empleados que tenían que acudir cada día a las oficinas colindantes del banco, situado entonces en plena periferia de Madrid y con difícil acceso en transporte público. Con el paso de los años ha quedado rodeada de urbanizaciones modernas en una de las mejores zonas residenciales de la capital, en el Pinar del Rey, junto a la calle Arturo Soria. Un piso de 130 metros cuadrados en cualquiera de esos condominios puede superar los 500.000 euros, según idealista.com. Así pues, estos viejos inquilinos se han convertido en el último obstáculo al futuro 'pelotazo': la operación Mesena.

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