Un grupo de personas se une aportando los ahorros de cada uno, elige a un consejo rector y compra un terreno para, sobre él y contratando a una constructora, levantar un edificio de viviendas. Así se constituye una cooperativa.
Los cooperativistas se convierten en empresarios promotores, y eliminando la figura del promotor desaparece también el margen de beneficio empresarial, con lo que se logran viviendas a precios más baratos.
Beneficios de las cooperativas
Además de obtener un mejor precio final, comprar una casa con este sistema tiene otras ventajas:
- Los pagos son más cómodos, ya que después de hacer una entrega inicial y después se tiene es la posibilidad de aplazar los pagos
- El cooperativista puede elegir los materiales y las calidades del interior de la vivienda
- Los gastos de gestión, notarías, registro y otras formalidades suelen ser menores que los derivados de una compraventa directa.
- Incluso se pueden conseguir mejores condiciones en la hipoteca, ya que antes de que se entregue la escritura de propiedad el cooperativista recibe ofertas del banco que ayudó a financiar la obra.
Inconvenientes de las cooperativas
Pero las cooperativas también tienen sus inconvenientes. Uno de ellos es que los cooperativistas deben adelantar el dinero para realizar la obra, y el desembolso inicial puede ser bastante alto, porque hay que comprar el suelo sobre el que se levantarán las viviendas.
Además, si surgen imprevistos puede ocurrir que los cooperativistas deban pagar más de lo que habían presupuestado y si se producen sobrecostes en la construcción, cabe la posibilidad de que la cooperativa tenga que quedarse con viviendas sobrantes cuando no se consiguen socios suficientes o si se producen bajas.
Publicidad engañosa
A quienes deciden optar por el sistema de cooperativas para comprar una vivienda, se recomienda que tengan especial precaución con la publicidad engañosa. En los últimos años se han detectado casos de promotores inmobiliarios sin recursos que crearon gestoras y cooperativas sin socios, confiando en que se fueran apuntando los interesados para captar dinero y construir viviendas. Para conseguirlo, se dedicaron a hacer publicidad engañosa, anunciando que la promoción ya estaba en macha cuando aún no habían comenzado los trámites para ello.
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