Foro La Información - Ibercaja

Compartir entre empresas la innovación digital genera valor añadido para todos

Los ecosistemas abiertos de colaboración permiten renovar los negocios tradicionales y desarrollar nuevas starups con modelos de gestión y producción en los que todas las partes ganan aunque sean competidores

Las opciones para innovar en la gestión empresarial y el desarrollo de nuevos negocios que ofrecen los desarrollos digitales, la diversidad y la sostenibilidad, abren la puerta a la creación de entornos de colaboración entre startups y empresas de todos los sectores de los que todos pueden beneficiarse y convertir en beneficios el valor añadido conjunto que se genera. Esa es la base sobre sobre la que pivotó la jornada virtual  sobre 'Ecosistemas abiertos y de colaboración para conquistar el futuro' organizado por La Información y patrocinado por Ibercaja, en el que participaron el director de Marketing e Innovación de HMY, Alberto Fantova; el responsable de Desarrollo de Negocio de Feltwood, Óscar Longares; la consejera delegada de Innomads, Mireia García; la miembro del Departamento Técnico del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, Marta Pérez-Beato; y la directora del proyecto 'Ecosistema Mas Empresa' de Ibercaja, Luz López.

El encuentro puso en valor la utilidad y los beneficios de los ecosistemas de colaboración para afrontar nuevos retos y desafíos a los que se enfrentan las compañías, como la digitalización y el comercio electrónico, y que se han acelerado en los últimos meses debido a la Covid-19. La jornada fue inaugurada por Cristina Mateo, jefe de Línea de Negocio de Empresas y Actividades Productivas de Ibercaja, que explicó cómo esta entidad creó hace tres años la iniciativa 'Ecosistema Más Empresa' para apoyar a compañías de cualquier sector. “Somos un banco con más de 140 años de historia y durante este tiempo nos hemos ido adaptando a multitud de situaciones y a un entorno cambiante; ahora queremos ser más que un proveedor financiero y acompañar también al tejido empresarial y a los emprendedores en este camino”. Así, apuntó que “esta iniciativa pretende ser un punto de encuentro de todas las empresas que tengan esa inquietud y visión por transformarse, para aportarles herramientas y metodologías con las que hacerlo”.

Se trata de un proyecto conjunto entre la Fundación Ibercaja e Ibercaja Banco, que se basa en seis pilares fundamentales: innovación y tecnología, emprendimiento y transformación cultural, y sostenibilidad y diversidad. “A fecha de hoy tenemos cerca de 4.000 usuarios y 45 partners, empresas que tienen un papel especialmente activo dentro del ecosistema y que nos ayudan a traccionarlo. Y se dirige tanto a nuestros clientes como a los que no lo son, de forma desinteresada y gratuita, ya que entendemos que todos podemos evolucionar mejor si compartimos nuestro conocimiento a través de un lugar de encuentro común”.

Adaptación de negocios

Los representantes de las distintas empresas, participantes en el ecosistema de Ibercaja, explicaron cómo están transformando y adaptando sus negocios a las nuevas condiciones del mercado. Alberto Fantova, director de Marketing e Innovación de HMY (fabricante de las estructuras metálicas de los lineales de tiendas como Adidas, Mercadona o Decathlon) aseguró que “el cambio más importante que dimos nosotros se produjo hace diez años cuando, con motivo de la anterior crisis, tomamos la decisión de desplazar al producto y poner al cliente en el centro de todas nuestras decisiones, lo que supuso un cambio radical en la forma de fabricar y realizar los procesos”.

Entonces, “entendimos que la innovación tenía que ser algo transversal y que para transformar esos lineales por otros inteligentes debíamos rodearnos de gente que nos ayudara a pensar de forma diferente, haciendo convivir distintos talentos de startups, de otros sectores, de universidades, etc., con lo que las posibilidades de éxito se multiplican; y en esta línea, hemos creado el proyecto Innovación 361”.

Uno de los principales retos a los que se enfrenta ahora HMY es el comercio electrónico, “que está modificando la estrategia hacia el cliente”. En el futuro “no habrá tantos establecimientos, pero los que quedarán serán mejores si sabemos reinventar las tiendas y aprovechar el gran impulso que nos proporciona la sostenibilidad y la digitalización”. Para Fantova, el secreto del éxito estará en convivir con la omnicanalidad, mejorar la experiencia en el punto de venta y desarrollar la logística de la última milla. Por otra parte, aseguró que los productos perecederos también pueden beneficiarse en gran medida del uso de la tecnología, “por ejemplo, detectando cuáles caducan en breve y rebajando automáticamente su precio”.

Óscar Longares, responsable de Desarrollo de Negocio de Feltwood, explicó que esta startup, que crea tecnología para fabricar materiales industriales ecológicos a partir de residuos agrícolas, destina entre un 40% y un 50% de su presupuesto a I+D. “Ahora estamos reuniendo la inversión necesaria para pasar de una tecnología de laboratorio a una tecnología industrial, y crear una planta demostrativa; y nos falta un 20% de capital para cerrar la ronda de inversión”. Entre los productos de esta empresa figurarían, por ejemplo, unas bandejas completamente biodegradables y reciclables para colocar la fruta en los supermercados. “La ecología es un elemento claves en nuestros procesos de transformación industrial, y las interacciones que hemos tenido con otras empresas nos han hecho constatar que los clientes piden materiales sostenibles”.

Hub inmobiliario

Innomads participa en un hub de innovación formado por siete empresas inmobiliarias de Barcelona, que se han asociado para idear y crear soluciones adaptadas a las nuevas realidades de la sociedad, como indicó la CEO de la compañía, Mireia García. “Cuando vimos que el sector estaba cambiando y que las necesidades del cliente se estaban transformando, tuvimos la suficiente inteligencia de ver que se trataba de un reto tan grande que era difícil resolverlo solos y nos unimos para hacerlo juntos”. Su objetivo es “transformar el sector con un modelo de innovación abierta, aprovechando lo que nos ofrece este ecosistema y colaborando con otras start ups, universidades y otros agentes”.

Las nuevas realidades están provocando una redefinición de espacios. Por ejemplo, “el retail es uno de los segmentos más afectados con el avance del comercio electrónico, por lo que las tiendas se transformarán y serán cada vez más experienciales”; mientras que “los espacios de las ciudades que vayan quedando vacíos podrían aprovecharse para otras cosas, como la logística de la última milla, la reconversión en viviendas, etc.; para lo que harían falta algunos cambios legislativos y cierta flexibilidad e imaginación”. Por otra parte, hizo referencia a los cambios que se están produciendo también en el mercado de viviendas y en los espacios de trabajo. “Por ejemplo, después del confinamiento ha aumentado mucho la búsqueda de casas más grandes y con terraza; y el teletrabajo se ha acelerado en las empresas, por lo que muchas oficinas han rediseñado sus espacios”.

Marta Pérez-Beato, responsable del Departamento Técnico del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, indicó que su corporación buscaba un partner que le ayudara a comunicar la transformación digital dentro de sus asociados. “Nosotros representamos a todos los auditores y teníamos un reto difícil: ayudarles a que se transformaran digitalmente. Se trataba de un objetivo complicado, especialmente para los auditores individuales, pero en el que hemos venido trabajando con la ayuda del Ecosistema Más Empresa”.

A juicio de esta experta, las propias características del trabajo del auditor, muy regulado y con normas muy exigentes, limita la utilización de ciertas tecnologías. Sin embargo, las restricciones de movilidad originadas por el coronavirus durante este año han impedido realizar el trabajo que normalmente estos profesionales llevan a cabo físicamente en las empresas. “Tenemos que reinventarnos, automatizar procesos y ganar eficiencia, alineando la tecnología con la regulación, que es el reto más importante que tenemos”. Según Pérez-Beato, “los auditores vamos a perder un 15% del mercado por la crisis”, una realidad que “al menos debería compensarse con una mayor eficiencia”.

Luz López, directora del Ecosistema Más Empresa de Ibercaja, destacó el talento de los partners y usuarios que participan en este proyecto, porque “en el entorno cada vez más difícil en el que nos encontramos, las soluciones han de venir de un conocimiento compartido”. Y añadió que “el formato de ecosistema permite agrupar todas las soluciones necesarias, aportando rapidez y flexibilidad para resolver unos desafíos cada vez más complejos”. Explicó que “hemos ido aprendiendo que todas las empresas tienen su propio contexto y que, dependiendo de la cultura de cada organización, estaremos más cerca o lejos de avanzar hacia un modelo de empresa que esté más preparada para sobrevivir en el futuro, lo que llamamos la empresa 20-25”, para lo que necesitamos personas, líderes y organizaciones abiertas”.

Nuevos retos

Los participantes en el foro organizado por La Información también plantearon las necesidades de sus compañías para mejorar su funcionamiento y asegurar la continuidad en el mercado durante los próximos años. Alberto Fantova, de HMY, pidió “un cambio cultural, más ayudas públicas y una revisión de los modelos educativos que potencie la colaboración en el aprendizaje”. Además, valoró los ecosistemas de colaboración como muy útiles porque ayudan a impulsar a las empresas, contagian la ilusión por conocer a otros talentos y aportan la experiencia de otras empresas. Por su parte, Oscar Longares, de Feltwood, también puso el acento en la necesidad de “una mayor financiación pública para tener acceso a nuevas herramientas”, y destacó las ventajas de los ecosistemas de colaboración, que “ayudan a buscar soluciones a distintos problemas”.

Mireia García, CEO de Innomads, insistió en la importancia de que se produzca una transformación cultural y en que, para conseguirlo, se destinen más recursos públicos, ya que “estos proyectos requieren una inversión en tecnología que a veces es difícil de asumir por parte de las pymes”. Además, dibujó un futuro “colaborativo, diverso y global, en el que se desdibujan fronteras y sectores”. En este cambio cultural deben participar, según Marta Pérez-Beato, del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, todos los trabajadores de la empresa, y en el mismo juega un papel destacado este ecosistema de colaboración, que “nos ha ayudado a generar más ideas y conocer más experiencias”. Finalmente, Luz López, de Ibercaja, abogó por “aprender y generar más espacios de colaboración”, porque “venimos de un modelo tradicional, donde se nos había enseñado más a competir que a colaborar”. 

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