Para las rutas de más de 100 kilómetros

Competencia urge a la liberalización del autobús y a romper su corsé regulatorio

La CNMC presenta su primer estudio sobre el sector tras tres años de investigación. Concluye que el modelo en España tiene grandes fallos e impide la concurrencia de nuevos rivales.

La presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados, Cani Fernández
La presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados, Cani Fernández
Europa Press

La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) pone la proa a las grandes empresas de autobús en España y al sistema gracias al cual mantienen su statu quo. El regulador considera que estas compañías operan en un sistema muy poco competitivo y que urge revisar, para dotar de competitividad al sector y lograr mejoras para los pasajeros, además de facilitar la entrada de nuevas compañías. En su primer informe sobre el sector, la dirección de Promoción de la Competencia ha puesto luz y taquígrafos a las grietas del marco concesional fijado en España.

La primera decisión necesaria para poder mejorar la situación actual es la de liberalizar cuanto antes las rutas de más de 100 kilómetros, una medida que no se traduciría en una pérdida de competitividad porque se deberían seguir asegurando las obligaciones de servicio público (OSP). Las grandes rutas ahora mismo están dominadas por un reducido número de grandes empresas como Alsa, filial española del grupo británico National Express, o Avanza, del grupo mexicano ADO.

Aun no pudiendo llevar a cabo esta medida, la Administración debería revisar el sistema concesional que regula el sector. Para la CNMC, las licitaciones en España para operar líneas regulares de autobús despiertan muchas dudas, pues no se favorece la concurrencia empresarial. Esta dinámica ha llevado a que sean las mismas compañías las que concentren desde hace años los mismos actores. Dos datos para entenderlo: más de la mitad de las concesiones están actualmente caducadas y la duración media es de 30 años.

La postura del regulador sigue siendo distinta a la del propio Gobierno, que recientemente ha anunciado que pretende renovar todo el sistema de transporte de viajeros por carretera sin el mismo espíritu competitivo. El objetivo del Ministerio de Transportes es cambiar el mapa concesional pero mantener el sistema en el que una única compañía explota en exclusividad las rutas de autobús que se adjudique.

Mejoras para el usuario

Todo ello impacta en el consumidor. El precio es el factor fundamental elegido por los usuarios de autobús, ya que se trata del modo de transporte elegido mayormente por la población con menor renta. España es ahora mismo una anomalía en Europa, donde otros países han implantado modelos distintos que han tenido beneficios para los viajeros, sobre todo en el precio del billete, como sucedió en Alemania y Francia, según han explicado fuentes de la CNMC.

No es la primera vez que Competencia llama la atención sobre el mercado del autobús. En 2021, la presidenta de este organismo, Cani Fernández, explicó en el Congreso de los Diputados que estaban trabajando en este informe que hoy ha visto la luz. El primer paso para este trabajo de investigación, que ha comprometido más de tres años de elaboración, fue una consulta pública con los principales agentes interesados, que aportaron un total de 234 contribuciones.

El debate ha enfrentado históricamente a dos bandos. De un lado, las grandes empresas que gestionan amplias flotas y están representadas poro la patronal Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús); del otro, los operadores emergentes, que llevan tiempo intentando entrar en el mercado y tienen como principales exponentes a la Asociación Nacional de Empresarios de Transportes en Autocares (Anetra) e incluso a operadores alternativos como Blablacar.

Tras la publicación del informe, Flixbus, una compañía internacional que también lleva años señalando los errores del sistema concesional, ha dicho que "estamos de acuerdo en que los pasajeros españoles se beneficiarían de una mayor oferta de conectividad, frecuencias, calidad del servicio y menores precios". Este estudio, añaden desde Flixbus, llega "en un momento en el que la tramitación de la Ley de Movilidad Sostenible supone una oportunidad que no debe dejarse escapar para reformar el modelo concesional en pro de las empresas que no pueden participar y de los millones de pasajeros que llevan pagando un sobreprecio desde hace años". 

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