La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) afronta la tercera gran pesquisa sobre el mercado eléctrico en los últimos diez años. La fuerte subida de los precios en el mercado mayorista eléctrico en plena ola de frío ha llevado al Gobierno a solicitar a Competencia -una vez más- que aplique la lupa sobre el comportamiento de las grandes empresas en el manejo de sus ofertas de energía. Sucedió en 2013, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) llegó a intervenir el mercado eléctrico; sucedió en 2017, con el mercado afectado por un apagón nuclear en Francia y vuelve a suceder en plena pandemia. El resultado de las pesquisas es que Competencia ha abierto expedientes sancionadores y ha multado por manipular los precios en el mercado mayorista eléctrico a Iberdrola, a Endesa y a Naturgy, el podium eléctrico. Todas las multas -más de 50 millones de euros- están pendientes de recurso en los tribunales.
A la CNMC, con nueva presidenta -Cani Fernández- y nueva directora de Energía- Maria Jesús Martín- le ha caído otra vez la patata más caliente del debate energético: investigar si el espacio en el que se casan la oferta y la demanda de la electricidad puede ser manipulado por las grandes compañías, que operan como productoras y como comercializadoras. El Gobierno ha anunciado que pedirá formalmente la investigación mientras Competencia quita hierro al encargo: "Dentro de su labor de supervisión, y al igual que realiza con carácter habitual, la CNMC está analizando estos resultados y el contexto energético en el que se están produciendo para poder determinar si resulta necesario llevar a cabo algún tipo de actuación en el ámbito de sus competencias”.
Competencia se tienta la ropa. Sabe que las polémicas con el sector eléctrico y sus grandes empresas son tan intensas como largas. Desde el año 2013, el supervisor de los mercados ha abierto expedientes sancionadores por manipulación del mercado mayorista eléctrico al podium eléctrico -Iberdrola, Endesa y Naturgy- y a alguna compañía más pequeña, caso de Viesgo en el año 2018. En el caso de las grandes eléctricas, las sanciones todavía están pendientes de recurso en la Audiencia Nacional.
La sanción más elevada
La sanción más grande por manipular el mercado correspondió a Iberdrola: La CNMC aprobó una sanción a la compañía de 25 millones de euros en 2015 porque, según el organismo, la eléctrica manipuló fraudulentamente el mercado mediante incrementos del precio de la oferta de las centrales hidráulicas de los ríos Duero, Sil y Tajo, entre el 30 de noviembre de 2013 y el 23 de diciembre de 2013.
Las sospechas de manipulación en 2013 llevaron al Gobierno -entonces del PP-a cambiar todo el sistema de fijación de precios por subastas para evitar que la luz subiera de golpe casi el 11%, en lo que se llamó "el tarifazo". Una intervención en toda regla. La sanción a Iberdrola está pendiente de recurso en la Audiencia Nacional donde el caso llegó primero por vía contencioso administrativa y luego por denuncia penal de la organización de consumidores Facua, lo que paralizó el procedimiento inicial. Iberdrola siempre negó las acusaciones y aún no ha desembolsado la multa.
También Naturgy y Endesa mantienen los recursos que plantearon contra las multas que les impuso la CNMC en 2019. En este caso, Competencia aprobó dos sanciones a Endesa por un importe de 5,8 millones de euros y ocho multas a Naturgy -19,5 millones de euros en total - al considerar probado que ambas compañías manipularon las ofertas de electricidad que presentaron al mercado varias de sus centrales de gas entre finales de 2016 y principios de 2017. Lo hicieron coincidiendo con problemas en el parque nuclear francés que llevaron los precios de la electricidad en Europa a 200 euros MWh y a más de 100 euros MWH en el mercado ibérico.
La pelea en los tribunales revela las dificultades para actuar en el mercado eléctrico. Jorge Morales de Labra (Fundación Renovables), empresario, experto en energía y partícipe en el proceso contra Iberdrola por los sucesos de 2013 considera que "demostrar con la legislación española que varios agentes se han puesto de acuerdo en un mercado tan complejo como el eléctrico o aportar pruebas de que uno de ellos manipuló el precio de un bien básico a sabiendas es como encontrar una aguja en un pajar". Posible pero improbable. Fuentes internas de la CNMC coinciden en el análisis y en las pocas posibilidades de que la investigación en curso acabe en multas.
Todas las grietas del sistema
Los expedientes, sanciones y recursos muestran las grietas del sistema de fijación de precios que atribuye a todas las centrales el precio de la más cara que haya sido necesaria para atender el suministro. No es un sistema únicamente español. Se utiliza en más de veinte países europeos que casan oferta y demanda de electricidad todos los días simultáneamente; pero en el caso de España, no hay mecanismos que modulen y atenúen el impacto en el recibo de los hogares. Como consecuencia, negocios como el hidroeléctrico, el nuclear y también las renovables, obtienen beneficios más allá de lo razonable en momentos de fuerte demanda, escasez de renovables y carestía del gas.
El problema viene de muy atrás. Y, en contra de lo que parece, no lo han denunciado sólo los consumidores. El primer gran revuelo lo provocó una de las grandes compañías, Endesa, en el año 2005 cuando denunció a sus rivales por alterar el mercado. Según sus cuentas, en el periodo enero-septiembre de 2004, Iberdrola, Gas Natural, Unión Fenosa y Viesgo se repartieron 242 millones de euros de sobrecostes. El artificio que utilizaron, según la empresa denunciante fueron ofertas de precios muy elevados para favorecer la generación de electricidad en centrales ubicadas estratégicamente.
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