Competencia pide clemencia a CNMV y el BdE para no golpear al fintech con la ley

  • La CNMC admite los riesgos de este sector pero llama a recortar requisitos de entrada para estas startups, pues “pueden corregir fallos del mercado”.
José María Marín Quemada
José María Marín Quemada
Efe

Pide clemencia a la CNMV y al Banco de España en la regulación. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) pide que se revisen los distintos requisitos regulatorios de entrada para startups del sector ‘fintech’ para evitar que se conviertan en barreras. El superregulador admite los riesgos pero entiende que son asumibles dado que “pueden corregir fallos del mercado”.

La CNMC inició el pasado mes de febrero un estudio sobre las nuevas tecnologías en el sector fintech. Fue en la última sesión del consejo del organismo en el mes de septiembre cuando se analizó el documento al que ha tenido acceso La Información. En él analiza el fenómeno y señala dos grandes ventajas del surgimiento de estas compañías en el mercado financiero: incrementa la competencia en el terreno, dominado por grandes entidades, y corrige fallos del mercado como la información asimétrica entre quien presta los servicios y quien los recibe, que justifican precisamente la intervención pública con su regulación.

Tras constatar esas ventajas, el superregulador plantea algunas recomendaciones para quien debe abordar la regulación, que en España son la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España. “La regulación debe dar la bienvenida al fenómeno, por lo que no se debería frenar salvo que medien motivos de necesidad y proporcionalidad”, afirma en su primer planteamiento. En este sentido, incide en que deben analizarse de nuevo los requisitos de entrada exigidos para evitar que se conviertan en una barrera.

Menos barrera de entrada

¿A qué requisitos de entrada se refiere? Una de las más barreras relevantes que señala se centra en la necesidad de una implantación física y las imposiciones sobre la organización interna. “Son una forma de generar confianza en las instituciones y facilitar su supervisión, pero el fenómeno fintech puede cambiar esta concepción”, asegura el organismo.Las razones: internet y la tecnología permite realizar muchas de las funciones sin presencia física. “Por eso es relevante reducir la segmentación nacional en la regulación financiera”, admite. Y apostilla que se debería acompañar la identificación segura de los clientes de forma remota.

Otra barrera relevante es la imposición de requisitos de capital. “Deben tener en cuenta la probabilidad de que innovaciones fintech puedan mitigar o gestionar mejor los riesgos”, apunta.

Entre las razones para una regulación restrictiva se encuentra esa asimetría de la información. Es decir, el prestador del servicio tiene más datos que el cliente. Y es por eso que se justifican medidas de protección al consumidor, como los límites a la exposición a ciertos productos financieros. Sin embargo, entiende que la desintermediación de los servicios financieros “conduce a una estructura de precios más transparente”, por lo que el consumidor, con más opciones y más datos, puede tomar mejores decisiones. “Las innovaciones asociadas al fintech pueden reducir el grado en que la intervención pública logra la protección del consumidor mejor que el mercado”, defiende.

¿Este cambio en la regulación ha de ser sólo para las fintech? El presidente de BBVA, Francisco González, reclamaba que estas compañías innovadoras tuvieran las mismas exigencias y controles que los bancos. La CNMC defiende que este giro debe afectar también a los operadores ya instalados, entidades financieras ‘tradicionales’ que pueden adoptar prácticas comerciales “nuevas y disruptivas”.

Sobre las limitaciones, la CNMC busca abrir al máximo las puertas “y evitar en lo posible las reservas de actividad” con las que se prohíba el ejercicio a cualquier compañía no autorizada o registrada. Llama a adoptar un banco de pruebas (sandbox), que el Ejecutivo ha anunciado para finales de año, con el fin de que los modelos más innovadores puedan desarrollarse.

Riesgos (y fortalezas) del sector

Para el organismo presidido por José María Marín Quemada, entre las oportunidades que pone sobre la mesa la industria fintech destaca una mayor personalización de los servicios financieros; la innovación de productos; la batalla de los nuevos competidores -normalmente pequeñas compañías- permite disputar “la impugnabilidad” de las grandes instituciones tradicionales en algunas actividades financieras que podrían llevar a lo que se conoce como desagregación de estos gigantes como proveedores de servicios. Por último, advierten del efecto positivo en el acceso a la financiación de consumidores y empresas, especialmente pymes.

¿Y no hay riesgos? La CNMC también señala algunos de ellos. Por un lado, apunta al peligro de crear grandes plataformas que tengan “un poder significativo” en el mercado. Por otro, advierte de la importancia de vigilar el acceso a la información de estas nuevas compañías y el papel desempeñado por los algoritmos. A ello suma una posible discriminación de precios a los consumidores dado la mejor explotación de la información de estas startups. Por último avisan sobre las importantes preocupaciones por la ciberseguridad y los potenciales ataques.

¿Qué es y qué no es fintech?

Al margen de su análisis sobre la regulación y los riesgos, el organismo trata de responder a la gran pregunta que se hace el propio sector: ¿Qué es y qué no es fintech? La clave, según ellos, reside en que se trate de una innovación “sustancial, con un efecto disruptivo en el mercado y los modelos de negocio”. De esta forma excluye la banca electrónica, que sólo es una revolución “incremental”, es decir, que sólo aumenta la eficiencia.

De esta forma, incluye dentro de estas compañías fintech a los llamados ‘neobancos’, que se relacionan con el cliente a través de aplicaciones móviles y que cuentan con una estructura de costes mucho más reducida que las entidades tradicionales. También suma a monederos digitales en servicios de pago; comparadores financieros, agregadores financieros o los llamados asesores robotizados en el área de asesoramiento y gestión de activos; todo tipo de crowdfunding, y las innovaciones en seguros.

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